jueves, 14 de febrero de 2013

La gente habla porque tiene boca (y escribe porque tiene dedos)

Queridas, queridos, vivimos en un país asolado por el bocachanclismo, lo cual no sería tan grave si el acceso a internet no fuese masivo y sin derecho de admisión. Es evidente que, navegando a la deriva por estas redes procelosas de Dior, podéis terminar, incautos internautas, en cualquier sitio, incluso en este blog. Ya os digo que a cualquiera le dejan tener un blog.

El caso es que, de cuando en cuando, encontramos perlas (no cultivadas, ¿eh? Perlas muy incultitas) que nos hacen sonrojarnos, mosquearnos y, finalmente, partirnos de la risa. Esta semana, el premio al artículo peor documentado tenemos que dárselo a un fantasma del pasado que Bebés y Más publicó hace la friolera de siete añazos, un panfleto titulado "¿Cuánto dura un parto?"... Alguno podrá decir "Lady Vaga, oh, tú, diva entre las divas, ¿a qué perder nuestro escaso tiempo en quejarnos del pasado, cuando hay tanto por arreglar en nuestros días?" Y yo, magnánima como siempre, respondo: la única razón por la que este artículo ofende a nuestros intelectos es porque cualquiera puede leerlo; imaginad que una embarazada primeriza se lo encuentra y le da crédito, ¡menudo desastre!; por ello, os pido que, si el texto os pasma tanto como a mí, escribáis a weblogs para solicitar que lo retiren. O, en su defecto, que añadan una apostilla que explique que es un artículo humorístico y sin ninguna pretensión informativa.

Como comprenderéis, me niego en redondo a dar difusión aquí a ese articulito (aunque, si me lo pedís de buenas maneras, es posible que lo rosachiclee un día si me aburro mucho entre manicuras, pedicuras y retoque de tinte), pero os adelanto desde ya que no tiene desperdicio. Es como si lo hubiese escrito Esteso. O algo así. Contraviene cualquier evidencia científica posterior a Aristóteles, se pasa la Estrategia de Atención al Parto Normal por donde el Coloso los barcos y trata a las potenciales lectoras con un paternalismo condescendiente más propio del siglo XIX. Por decirlo finamente. Algunas citas textuales, por si no os he convencido con mi prosa excelente:

  • Lo que dura el expulsivo son quince minutos.
  • Dos días antes de comenzar el parto, sentirás contracciones que no son dolorosas y son irregulares, estas contracciones indican que el cuello del útero se ablanda y se acorta para empezar a dilatarse, entonces es aconsejable acudir al hospital. Pero quizás estas contracciones no las notes y más si no eres madre primeriza.
  • Si caminas por la habitación podrás dilatar con mayor rapidez, el efecto de la gravedad ayuda a que el niño baje más deprisa, pero claro, esto sólo es posible si el monitor al que estás conectada es móvil, si no, tendrás que permanecer tumbada.  
  • ...es muy posible que te realicen la episiotomía para facilitar la salida de tu bebé y evitar que sufras desgarros.
  • Quizá la matrona realice la maniobra de Kristeller, es decir, que presionará en la parte alta de tu tripa, es algo habitual.
¡Cuánta ignorancia, qué de burradas juntas! ¿Estáis flipando como yo? Entonces, por favor, escribid a weblogs para que retire este texto infame, que desmerece su sitio web y el esfuerzo de otros redactores que sí se documentan en lugares algo más serios que el Tómbola para escribir sus textos.

Aquí tenéis el enlace al sorprendente texto y aquí la dirección del formulario de contacto de weblogs por si os animáis a pedir que lo retiren (lo cual yo os ruego encarecidamente sin bajarme de mis vertiginosos tacones).

Y por ahora, esto es todo. Ahora, me marcho a disfrutar del solecito invernal en el parque; los toboganes me esperan.

Se despide, preparada para deslizarse sin miedo,
Lady Vaga,
la diva que divaga.

martes, 12 de febrero de 2013

Milan, el hijo de Shakira y Piqué

Queridas, queridos, ya sabéis que entre las divas bien nacidas no hay pisotones en la cola del vestido, empujones disimulados por las escaleras ni codazos para figurar en el primer plano de la foto, antes bien, entre nosotras nos reconocemos, nos apreciamos y hacemos piña para aislarnos del mundanal ruido.

Tal es mi relación con la siempre joven Diana Aller, cuyo blog es para mí lugar de culto y peregrinación y debería serlo, oh fanes míos, para vosotros también. Y como ella es así de divina y generosa, ha tenido a bien invitarme a su fantástica mansión para degustar una merienda casera (preparada por su servicio, claro está) en el saloncito de invierno. A continuación, sin más dilación, reproduzco el fruto de nuestras reflexiones a tres cerebros (sí, las sinergias entre divas son así). Podéis leer la entrada original en el blog de Diana Aller.

 

MILAN, EL HIJO DE SHAKIRA Y PIQUÉ




Yo soy muy de invitar a mi hogar a quien aprecio. Con Lady Vaga me unen muchas cosas. Ambas nos hemos dedicado a la comunicación, las dos tenemos un blog y las dos somos madres. Sin embargo, es una experiencia traumática la que nos ha unido: ambas hemos sufrido en nuestras jóvenes carnes una herida muy difícil de cerrar. Una cesárea con la que nos abrieron el cuerpo para sacarnos a nuestros bebés.

Como este es mi hogar virtual, he decidido invitarla a tomar una infusión de hibisco y unas pastitas exóticas mientras charlamos. Hablamos de la vida, del ingrato trabajo (ella tiene mucho que contar de aquella mítica revista de Rodríguez Menéndez llamada Dígame), de Channel, de los anfibios, de Gran Hermano, del cerebro humano… y de Shakira. A las dos nos parece estupendo que haya elegido la forma de tener a su pequeño Milan (del nombrecito en cuestión también hablamos, claro), pero sospechamos que él, Milan, desconociendo la fama de sus papás, las presiones culturales para borrar cualquier signo de maternidad en la mujer y la situación de la atención al parto en España… hubiera elegido si le hubieran dejado, un nacimiento bien distinto. Y como nosotras no somos quién para decirle nada a Shaki ni a su niño, pensamos cómo llegar a esas mujeres que tienen en la cantante a un modelo a seguir (allá ellas, desde luego). Lady Vaga, reclinada sensualmente sobre unos almohadones de seda magenta me mira, bebe a sorbos su té, y me dedica su misiva de hoy, en este mi hogar:
Querida Diana Aller, tú que eres más chispeante que una bengala recién encendida me permitirás que, desde tu rinconcito de esparcimiento y el mío de despotrique, me dirija no a Shakira, ya que nada me une a ella (ni me desune tampoco), sino a quienes la admiran, emulan y escuchan, pues la llegada al mundo de Milan no podemos ya cambiarla ni tú ni yo, pero sí podemos advertir a sus fans de que hay otra forma de nacer.
Así pues, con tu beneplácito, me dirijo al (presuntamente) respetable.


Querida fan de Shakira:
No entraré a valorar tus gustos musicales, pues no es el tema que me ocupa, aunque espero de corazón que condenes el reciente bodrio que tu admirada perpetró con ese homínido autotitulado Pitbull, que Dios silencie sus morros y empañe su calva.
Te hablaré, en cambio, de la forma en que nació Milan, con la mano en el corazón, como el padre de Enrique Iglesias. Este nene vino al mundo por una cesárea programada electiva (en tanto no nos cuenten lo contrario).
Una cesárea, como sin duda sabrás, oh joven y entusiasta fan de Shakira, es una intervención quirúrgica por la cual se extrae el bebé del útero materno a través de la cavidad abdominal. Sabrás también, o te lo figurarás, que las mujeres disponemos de un conducto, llamado vagina, por el cual los bebés, igual que entran en forma de espermatozoide, pueden salir llegado el momento P (de “parto”, o de “putada” si estás en según qué hospital).
Aclarado este punto, obvio pero importante, te interpelo cual Platón, para que encuentres en ti la sabiduría que innatamente albergas: ¿qué crees que es mejor y más sano para el bebé? ¿Qué crees que es menos traumático y peligroso para la madre?
Dejar que el parto se desencadene espontáneamente tiene muchos beneficios para el bebé: nace cuando está listo para hacerlo, con todos sus organitos maduros para empezar a funcionar, sin ir más lejos. En su cuerpo y en el de la mamá se preparan sendos cócteles hormonales que, como lingotazos un sábado noche, les predisponen a vivir una experiencia única y a enamorarse como tontines en cuanto se vean. El principal perjudicado por un parto espontáneo es, ciertamente, el ginesaurio de la familia, que no puede organizar su agenda para escaparse unos días a esquiar.
Hay quien dice que ciertas famosas se someten a una cesárea programada en la semana 38 para no coger los últimos kilos del embarazo o para que sus caderas no se ensanchen. Hacer esto, querida fan de Shakira, como tú bien estás deduciendo solita, es una soberana memez, pues están privando a sus bebés de hasta cuatro semanas más de crecimiento en la tripita y, además, la lactancia es un chupamagras estupendo que contribuye a eliminar las chichas que la mamá ha acumulado para ese momento (y quizá incluso las que tuviese ya guardadas de antes del embarazo).
Por si aún dudas de lo poco conveniente que es programarse una cesárea así porque sí, te dejo el enlace a un texto de la fantástica Ibone Olza, en el que encontrarás unas cuantas respuestas y una reflexión.
Querida fan de Shakira, poco más puedo decirte. Como mujer que ha pasado por una cesárea, me permito aconsejarte que, si algún día decides tener descendencia, te informes cuanto sea posible, contrastes los datos, preguntes mucho a tu matrona y, sobre todo, tengas presente que el nacimiento de tu hijo jamás volverá a repetirse y tienes el derecho y la obligación de ayudarle a que sea una vivencia respetada y positiva. Y, por supuesto, tienes también todo el derecho de disfrutar de tu parto desde el primer minuto hasta el premio final.
Besos con meneo de cadera incluido,
Lady Vaga,
la diva que divaga.
Nadie podría contar de forma tan sencilla y contundente realidades tan veraces y tan traumáticas para las mujeres y para sus bebés.


Lo dice Diana Aller

martes, 29 de enero de 2013

La Tetalibana mayor del reino

Queridas, queridos, qué agobio estos días, qué acoso por vuestras partes, de verdad, qué impaciencia por conocer la ganadora del sorteo "Tetalibana mayor del reino"... Que sí, que yo sé que la genial Sarai Llamas despierta expectación y que si se junta con la Vaga ya orgasmáis solo con encender el ordenador, pero, como a buen seguro sabéis, en la Dimensión Diva, donde yo habito, el tiempo y el espacio son relativos, genitivos, dativos y ablativos (esto último, por la ablación genital que ciertos ginesaurios merecen y que llegará a buen seguro algún día) y no se puede pedir a una dama de mi alcurnia que descienda a la esfera mortal a diario, pues el tedio podría hacer que me saliesen arrugas en mi cutis y se pareciese al cutris que lucen algunas...

Dicho esto, y sin más divagar, os adjunto la hermosa captura de pantalla que me ha hecho llegar la siempre ingeniosa Sarai, pues, como os figuraréis, ha sido ella quien ha realizado el sorteo para que yo pueda dedicarme al dolce far niente como acostumbro.

¡Elenita Díaz, Elenita Díaz, acuda a pasillo tresssss! Ya sabes, nena, ahora a elegir en qué color la quieres y ya puedes ir comprando un marco espectacular para lucir tetalibanismo como una campeona. ¡Enhorabuena!

Si de mí dependiese, habría enviado una lámina a cada una de las participantes, pero, aunque soy bien conocida por mi generosidad proverbial, mi neurona me aconseja que mejor os regale un Bentley a cada una... Eso sí, "customizado" por Sarai, faltaría more.

Os dejo el enlace a la tienda de Sarai, donde podréis adquirir la lámina si os habéis quedado con mucho gusanillo. Si le decís que vais de mi parte, solo os cobra el doble. Es broma, no os sulfuréis.

Y os dejo ya por hoy, que me espera mi baño de espuma y sales orientales de allende los mares lejanos.

Se despide en albornoz,
Lady Vaga.


miércoles, 23 de enero de 2013

Tetalibana, gracias a Dior (y sorteo)

Ya hace algún tiempo, queridas y queridos, que me tomé la libertad de explicar en este nuestro rinconcito de despotrique ginesáurico lo que vuestra diva adorada piensa sobre tetas, lactantes y botellines para bebés, pero nunca deja la vida de dar vueltas, como yo misma hago cuando divago, y creo llegada la hora de quitarme la máscara (pero nunca la de pestañas) ante vosotros y confesar lo que muchos sospecháis:

SOY UNA TETALIBANA

Sí, queridas y queridos. No os quedéis patiabiertos y boquidifusos, pasmaditos y confusos (¡qué bien se me da el arte del ripio!), pues estoy segura de que ya os lo figurábais e intuíais de qué pie cojeo aunque me calce los Choo con estilo felino.

Soy una tetalibana, sí. No tengo pudor alguno en denominarme a mí misma así para abreviar y para reírme un rato de quienes osan llamarnos “talibanas de la teta”. No sé qué imbécil inventó esa denominación que en su casa considerarán harto ingeniosa sus padres, poco objetivos como a su calidad de amantes progenitores corresponde, pero a mí no me ofende en absoluto, la hago mía y le doy la vuelta.

¿Por qué soy una tetalibana? Porque reconozco, donde sea y cuando sea, no solo que la lactancia materna es el mejor alimento para un bebé, sino que la fórmula, sencillamente, no lo es. No basta con decir que la teta es mejor; es que la leche artificial es bastante peor.

Porque admito, y los estudios lo avalan, que la leche artificial comporta riesgos serios para la salud del bebé. Y esto se lo digo en la calle a quien se ponga chulito sin despeinarme mi flequillo estilo Audrey.

Porque no entiendo que una mujer bien informada pueda preferir, teniendo capacidad de elegir, dar a su hijo chopped bien cobrado cuando tiene jamón ibérico gratis. Ojo: nada tiene esto que ver con las mujeres que, habiéndolo intentado, se han encontrado con un impedimento imposible de salvar. Para estos casos se creó la leche artificial y, como las cesáreas necesarias, bienvenida sea.

Porque me hace mucha gracia que, siempre que alguien defiende la lactancia materna, llegue una súper-respetuosa chachiguay a decir que tan buena es una cosa como la otra y que hay que respetar todo. No, mira, reina, yo no critico lo que tú haces con tus tetas y tus botes, pero tú no me cuentes milongas. Si das leche artificial por “x” razones, es TU problema (y el de tu hijo), TU decisión y TU vida, pero no me vengas con chorradas porque no cuela. No te justifiques, nadie te lo ha pedido.

Aparte de todas estas razones y otras tantas que no me apetece enumerar ahora mismo, porque acabo de hacerme las uñas y no quiero que se me estresen las cutículas, me gustaría reiterar que a mí me da exactamente igual lo que haga cada una con sus pechitos, cachetes y ombligos. Es cierto que me da pena por los bebés, que se pierden el mejor alimento del mundo, y por las madres que dejan de vivir una experiencia realmente increíble, pero oye, cada uno lleva su camino y arrieritos serán ellos, que yo soy una dama. Así que no empecemos con lo de siempre, que si la Vaga dice que las de biberón son no sé qué y que sus tetas (de la Vaga) son más antigravitatorias que las del resto porque, aunque esto último sea verdad, de mi boca no ha salido ni de mis yemitas tampoco.

Y para honraros, queridas y queridos, por llegar al final de esta perorata y en colaboración con la genial y siempre acertada Sarai Llamas, vamos a celebrar un sorteo  y alguno de vosotros se llevará esta preciosa lámina reivindicativo-festiva-espectacular.
Impresión digital de altísima calidad de la ilustración original de Sarai Llamas
en papel de 220gr satinado opaco, resistente a la luz y al agua.
Tamaño A4: 21 x 29,7 cm.

Cómo gozáis, ¿eh?, solo de imaginarlo. No nos deis las gracias, somos así de espléndidas. Sobre todo Sarai, que es la autora y única artífice de esta preciosidad.

Para participar, solo tenéis que dejar un comentario en esta entrada y haceros seguidores, fans, esbirros, acólitos o admiradores en las páginas de Lady Vaga y Sarai Llamas en facebook. El domingo a medianoche (hora peninsular) le diré a Ambrosio que corte el grifo y chape el chiringo, así que espabilad, que lo bueno acaba pronto. No olvidéis dejar una dirección de e-mail para contactar con vosotros en caso de resultar ganadores (podéis mandarla a mi correo electrónico si no queréis publicarla en abierto).

Y con esto y un bizcocho de mantequilla recién horneado (gracias, Ambrosio, está usted en todo), me despido hasta el lunes, fecha en que os comunicaremos quién es el afortunado ganador. Ganas me dan de hacer un tongo para que me toque a mí, pero soy una mujer honesta, no como otras que pululan por ahí...

Besos de la suerte,
Lady Vaga,
la diva que divaga.

viernes, 4 de enero de 2013

¿Qué fue de Bajo Arenas?

Queridas, queridos, arrellanada entre cojines de seda y cubierta con mi mantita de cachemira (los fashionistas cutres de medio pelo -es decir, cualquiera que se deje/haga llamar fashionista- dicen "cashmir" pero a mí eso me parece una horterada mayor que los pechos recauchutados de Yola) os felicito el Año Nuevo con mis mejores deseos, a saber: que las futuras parturientas de 2013 disfrutéis de partos respetados y que a los ginesaurios les caiga encima un piano de cola que les deje bidimensionales per secula seculorum, Dior mediante.

Pero también emerjo de las profundidades de mi vida de lujo y ociosidad supremos para daros cuenta de una noticia que me han filtrado mis siempre eficaces espías, que trabajan sin parar mientras yo me hago (me hacen) las uñas: Rajo-Bajos Arenas sigue vivo.

Sin duda recordaréis a ese sujeto y su jeta, pues presidió la SEGO y nos dejó auténticas para la posteridad perlas de un tamaño que no hay collar que aguante, pero si no le ponéis cara ahora mismo, podéis disfrutar de su simpar belleza aquí y aquí. Ahora, qué duda cabe, tenemos a un presidente mucho más moderno, dialogante e imaginario... Porque sí, queridas y queridos, el que hay ahora es también un personaje digno de hacer de villano dickensiano.

Qué guapo es este hombre y qué porte presidencial emana por
cada uno de sus poros... ¡Envidioso el que le critique, hombre!
Bueno. Pues como al amigo Juanma Rajo-Bajos no le aguantaban ya en su casa ni a la hora de comer, porque con eso de no ser presi estaba el amigo pesadito y quejumbroso como si fuese Juan Cuesta en la oposición, hubo que buscarle un quehacer; era eso o defenestrarle subrepticiamente. Por eso, ahora podemos encontrarle presidiendo algo tan maravilloso como la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas, que responde al nombre abreviado de "FACME" y que fue escogido por su excelente sonoridad y potente capacidad evocadora, pues reconoce nuestro amigo Rajo-Bajos que su mayor fantasía es escuchar, en alguna ocasión, una sugerente voz femenina que le susurre al oído "fuck me, Bajito mío". Y, como tal no ha acontecido en nuestro universo ni acontecerá en ninguno de los potochocientos mil universos paralelos que la ciencia admite, se ha buscado él mismo las castañas para que por doquier se escuche "Rajo-Bajos, presidente de FACME, ha dicho..."

¿Que por qué? Porque puede, nenas. Así que ataos los machos, que bajo su yugo presidencial y carismática influencia es muy posible que la próxima vez que vayáis al alergólogo os haga un tacto vaginal o que el pediatra de vuestros hijos les haga unos monitores a la que os descuidéis.

Avisadas estáis, así que yo ahora me marcho a esperar que los Reyes Magos me traigan las bragas dispara-torpedos que les he pedido para mi próxima revisión ginecológica.
Lady Vaga,
la diva que divaga.

martes, 11 de diciembre de 2012

Estivill, en cash

Este tío es feo de dar pesadillas; no sé cómo algún lerdo puede relacionarle con
el sueño relajado, feliz y reparador... A mí me hace más bien un efecto laxante.
Queridas, queridos, aquí tenéis la definición gráfica de lo que es ser un vendido al Esti-vil metal. Y a buen entendedor, pocas palabras bastan (eso dice mi madre, que es muy del refranero español).

Me despido y me marcho a cenar, que esos langostinos no se van a morder solos,
Lady Vaga,
la diva que divaga.

sábado, 8 de diciembre de 2012

La bella y el bestia

Queridas, queridos, entre el famoseo, tanto el patrio como el de allende los mares, abundan la estulticia, la estupidez y la poca cosa neuronal. No sé si más que en otros gremios (imagino que la inteligencia en el famoseo seguirá una distribución normal, como las que estudiábamos en estadística en nuestros años mozos), pero desde luego, al ser archiconocidos, se aseguran de que todo el planeta se entere de que son, con todas las letras, imbéciles.

- No me guhta que a loh toroh te pongah la minifaldaaaaaa...
Ej que no pienso compartir tus mamellas ni con nuestros
churumbeles, corderita mía...
- Jo, Brayan, eres más paleto...
Estaba yo esta mañana navegando perezosamente entre diarios, panfletos, libelos y demás medios de comunicación online cuando mis hermosos ojos perfectamente delineados con khol se han encontrado con unas declaraciones de la voluptuosa -a la par que recosida- Megan Fox. Tras su maternidad, explica muy tiernamente que le apetece sobre todas las cosas estar con su bebé, lo cual para mí dice mucho de ella, como podéis leer aquí (intentad ignorar la terrible sintaxis del redactor, que es mortal de necesidad):

Desde que tiene a su hijo, Megan ha reconocido que es una mujer nueva. "Estoy enamorada de mi hijo y solo quiero estar en casa con él. Sin embargo, admite que ha sido difícil cuidar al recién nacido sin ningún tipo de ayuda le trajo algún que otro problema con su marido. "Hemos contratado una enfermera dos noches por semana porque si no íbamos a terminar divorciándonos", explicaba.

Y oigan, yo la entiendo. Si mi marido fuese tan gilipollas como Brian Austin Green, yo también contrataría una enfermera para que le diese su medicación y le atendiese dos noches por semana mientras me dedico a estar con mi bebé.

Las famosas también tienen su corazoncito... Y a mí la Fox me ha sorprendido agradablemente.

Y ahora, me marcho a supervisar la cena que está preparando Ambrosio, que al servicio no se le puede dejar solo en la cocina.

Se despide y se pone el delantal,
Lady Vaga,
la diva que divaga.

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