domingo, 3 de junio de 2012

¡Piernas arriba; esto es un parto!

Queridas, queridos, inmersa como estoy en la creación de un nuevo proyecto que, sospecho, os va a encantar, chiflar y hacer reír a partes iguales (y si no es así, que os vayan dando, bonitos), debo, no obstante, emergir momentáneamente de las procelosas aguas del mundo artístico para poner de relieve un detalle que últimamente vengo observando más veces de las debidas: ¿por qué continúan presentándonos los partos en litotomía como lo normal y esperable?

A ver, señoras, señores y opinólogos varios: parir tumbada no es lo mejor. No nos engañemos. Puede haber mujeres a quienes les apetezca tumbarse en un momento dado del parto, de acuerdo (yo misma parí tumbada de lado al precioso U-6), pero ¿a qué viene eso de sacar por televisión a TODAS las mujeres tumbadas patas arriba como gallinas? Me parece absolutamente humillante y degradante forzar a una mujer a tomar una posición determinada (no solo durante el parto, sino en cualquier circunstancia de su vida, pero por favor, entended que me ciña al monotema) en aras de su supuesta seguridad cuando es, sencillamente, mentira. Pero mentira y más gorda que las viruelas de Jordi González.

 Vengo viendo en televisión cierto programita con pretensiones de tocar la fibra sentimental (a mí en particular no me toca
Fuente: Movimiento Oxitocina.
más que la moral, pero quizá es que yo tengo la cabeza demasiado alta y de corazón ando justita) en el que, sistemáticamente, las mujeres paren tumbadas. Como en cualquier película americana de esas en las que los niños se hacen besándose antes de un fundido en negro, las mujeres españolas se tumban y esperan, pacientes y silenciosas, que eso es ser una valiente, a que sus niños efectúen por su cuenta el giro pertinente y desciendan (¿a dónde coño, y nunca mejor dicho, va a descender un niño si su madre está horizontal? ¡Usemos la lógica! Que lo de la fuerza de la gravedad es más antiguo que el papiro, por favor) por sus propios medios o por los que ponga a su alcance la técnica, que para eso estamos en el hospital, ellos son los que saben y como pago impuestos mejor que me pongan un chute de cada, no sea que me quede yo sin probar eso tan guay del "suerito".

No puedo dejar de recordaros, queridas, que las que parís sois vosotras. Si vais al hospital con la actitud (respetable, por otra parte) de "a mí que me lo saquen pronto, que yo no quiero sufrir y la epidural es como un caramelito de menta", descubriréis que, en efecto, los médicos pueden sacaros a vuestro bebé, ¡faltaría más!, pero a costa de administraros medicamentos que no son en absoluto inocuos, cortar y coser vuestros genitales y, muchas veces, hacer (involuntariamente, of course) la cusqui a vuestros retoños. Por contra, vuestro cuerpo sabe parir, si le dejáis y os dejan, y el mejor cuidado que os puede dispensar una comadrona experta y amorosa es prestar atención, silenciosa y discreta, a las señales de vuestro cuerpo y del bebé para saber si su intervención es necesaria en algún momento.

Si los partos fuesen la película de terror que nos intentan hacer creer que son, los atenderían los TEDAX (y si tuviéseis la osadía de poneros de parto en una gasolinera, vendría McGiver de urgencia a cortaros el cordón con un clip oxidado y dos chinchetas).

Así pues, os urjo a que no hagáis caso de quienes, pretendiendo someteros y adueñarse de vuestros partos y del nacimiento de vuestros hijos, os diga, con estas u otras palabras, eso tan bonito de "¡Piernas arriba; esto es un parto!"

Y ahora, me marcho a cenar.
Lady Vaga,
la diva que divaga.

viernes, 11 de mayo de 2012

Babyboom, un doble error

Esto no es un parto natural, se pongan como se pongan
los espabilados de turno, ni es así como deberían
atenderse los partos por sistema.
 Queridas, queridos, algunas tuiteras irredentas y arrojadas nos hemos puesto de acuerdo para escribir hoy sobre el engendro programa titulado "Babyboom" que LaSexta ha creado con el objetivo de reducir (aún más) la natalidad en nuestras Espéins y Olé. Aún no sé si reuniré fuerzas para verlo esta noche, pues como consecuencia de su visionado hace siete días, me he pasado la semana bebiendo Primperán en garrafa de cinco litros, tales son las náuseas que me provoca.

En fin. Divago, divago. Vamos al meollo del asunto. Desde mi punto de vista (que suele ser más que acertado, pues tengo las gafas muy bien graduadas y además estoy muy mona con el rímel), la emisión de este programa deja al descubierto un doble error que procedo a explicaros:

  1. Error médico o error primario. Al ver este programa con un poco de ojo crítico e información (porque hay quien lo ve solo con palomitas y/o vuvuzelas, y a ese sector le parece todo bonito, emocionante y súperemotivodelamuerteoseaquéchuli), se hace patente que, en esa maternidad en particular y en este país en general, los partos se atienden como el culo, o sea: con "cero" empatía, "menos cinco" respeto e "infinito elevado a menos uno" formación actualizada. Es de película de terror pensar que todavía, en un país europeo, las mujeres tengamos que aguantar que se nos trate con tamaños paternalismo y condescendencia en un momento tan importante como es el parto. Y ya es de bofetón continuo que nadie se moleste en pedir permiso a la mujer, sino que, como mucho, se le notifican las intervenciones que van a realizar sobre su cuerpo y el de su bebé (ese matrón que dice "te voy a poner un enema" merece que se le aparezca cada noche el marqués de Sade en sueños para introducirle un bote entero de ketchup por el backdoor).
    Personalmente, ver el programa me resulta un esfuerzo titánico, porque me siento como si estuviese contemplando una violación o una paliza a alguien indefenso... ¿Alguien sería capaz de defender lo indefendible si lo emitido fuese un programa sobre violencia de género que mostrase casos reales grabados por cámaras fijas? Y, por favor, no me vengáis con que no es lo mismo y que una mujer puede estar informadísima y querer eso, porque no cuela.
    Me cansa mucho el manido argumento de "no nos llaméis desinformadas por no querer lo mismo que vosotras", porque si de verdad una mujer está informada y es consciente de que ciertas intervenciones, practicadas por rutina en los partos, no solo no son beneficiosas sino que incluso perjudican la buena marcha del proceso o pueden afectar a su salud y la de su bebé, entonces eso tiene otro nombre, no sé si "irresponsable" o "masoquista". Vamos, yo no me explico cómo alguien puede querer que le hagan algo perjudicial solo "porque sí". Otra cosa es que el bebé esté en peligro de verdad, ahí imagino que ninguna nos negamos a todas las intervenciones necesarias (lo pongo así para que se enteren los que andan escasos de comprensión lectora).
  2. Error periodístico o error secundario. Como consecuencia del error médico, se produce el siguiente, es decir, el error que consiste, por parte del equipo de redacción del programa, en no pronunciarse acerca del contenido del mismo. Dirán algunos "es que la realidad es así", "ellos se limitan a mostrar lo que pasa", "no apoyan la violencia, solo están reflejando cómo es el trabajo en esa maternidad". Perdonadme que emplee este lenguaje contundente e impropio de una dama de mi alcurnia, pero no puedo encontrar palabras más claras: y una mierda, queridos. El periodismo es mojarse, es comprometerse, es formarse e informarse para luego ofrecer a quienes te leen/oyen/ven datos contrastados. No vale "he grabado esto y ahí os lo dejo". Eso no es periodismo ni es nada, es un truño como un castillo. Y sí, grabar violencia y emitirla sin condenarla, sin decir "y esto está mal y se hace así y así y así" es ser cómplices de la violencia, lo siento si a alguien le fastidia enterarse.
Sé que, por un lado, gracias a este programa habrá mucha gente que se entere de que las quejas de "cuatro locas" no son descabelladas ni las locas están tan perjudicadas, pero no puedo evitar lamentar profundamente que la emisión de estas grabaciones no vaya acompañada de un mensaje claro y evidente del tipo "se puede hacer mejor, con solo cambiar esto y esto y esto otro de aquí".

Y ahora, voy a dejar de pensar en esto, porque tenemos entre manos un proyecto mucho más divertido con el que ocupar nuestras neuronas, pero no os puedo contar nada.

Besos conspiradores,
Lady Vaga,
la diva que divaga.

Y aquí, una pequeña explicación de por qué escribimos esto:
El carnaval de blogs sobre Baby Boom ha sido organizado a través de twitter por un grupo de madres cansadas de ver cómo la violencia obstétrica se ha normalizado en nuestra sociedad hasta el punto de que sea considerada la práctica "normal" y deseable.

Quienes queráis uniros a la iniciativa y expresar vuestra opinión podéis hacerlo tanto a través de entradas en vuestros blogs como a través de twitter o facebook usando el HT propio del programa #Babyboom o el alternativo #babibun



lunes, 7 de mayo de 2012

Logística del parto domiciliario según un imbécil

Queridas, queridos, últimamente he leído en más de un sitio que eso de parir en casa es una moda, pero visto lo visto, yo creo que más bien la moda es hablar de ello, con o sin idea. Así, nos encontramos textos tan estupendos, currados y profundos como este que me he encontrado aquí y que os copio a continuación, convenientemente comentado en rosa chicle para dejar constancia de mi asombro... Respeto ortografía, sintaxis y tonterías originales.

Dar a luz en casa, consejos (I)



Normalmente, cuando el parto no trae ninguna complicación, es decir, cuando el embrión está perfectamente y no hemos tenido ningún problema serio en el embarazo, la mamá puede elegir donde quiere tener a su hijo. (Empezamos bien: eso que este redactor tan listo llama "embrión" en mi pueblo sería más bien un feto o, idealmente, un bebé, que suena muchísimo mejor... Y para muestra os dejo la definición que la RAE hace de la palabra "embrión", que no hace falta ser especialista en preñeces para tener esto clarinete: "En la especie humana, producto de la concepción hasta fines del tercer mes del embarazo". Ahí queda eso. Por cierto, lo de que "el parto no trae ninguna complicación", se sabe durante el parto. Y ese "dónde" debería llevar tilde.)
Últimamente muchas mujeres (toma ya cifra exacta... ¿Cuántas son muchas? ¿La peluquera de tu barrio, la que te pone la multa del parquímetro y tu vecina del tercero?) quieren volver a dar a luz en su hogar, como se solía hacer hace algunos años, y es que les gusta más poder tener al niño en casa que estar en un hospital (sí, es solo porque nos gusta, por puro capricho... Las que hemos parido en casa lo elegimos el mismo día en que decidimos el color del papel de las paredes y si tirábamos un tabique para hacer más grande el salón, no por habernos informado o por haber vivido experiencias desagradables en un hospital con anterioridad), así que hoy vamos a ver algunos consejos para tenerlo todo perfectamente. (Esta sintaxis, propia de un individuo dejado para con su idioma, me indigna más que encontrarme un pelo en la sopa.)

Espacio

Así es como deberían tener la boquita
los redactores que escriben estas
chorrimemeces. Quemarles las yemas
de los dedos tampoco les iría mal...
Es importante que tengamos un espacio bastante grande en el lugar donde decidamos dar a luz. Ya sea la cama o la bañera, tienen que ser bastante grandes para permitir la movilidad. (Si elegimos la bañera, es importante que tenga el tamaño de una piscina olímpica, no vale intentar parir en el bidé; en caso de preferir un parto "de secano", ahora encontraréis el sentido de lo que os decía antes de tirar tabiques: se pare mucho más a gusto en un gran loft que en una mierda de salita enana agarrada a las faldas de la mesa camilla que te regaló por tu boda tu tía Toribia. Las mujeres de parto muestran un inusual gusto por la deambulación, hasta el punto de que algunas han llegado a terminar el camino de Santiago en plena dilatación, por ello es necesario contar con mucho espacio en la casa y, de ser posible, pintarles los carriles en el suelo con tiza para que no se líen.)

Iluminación

Debéis procurar que la iluminación sea la mejor posible, ya que la persona que os ayude a tener al bebé tiene que ver bien todo el proceso, sino (sic, a mí también me mata esta ortografía) su trabajo puede complicarse. (Efectivamente, si estáis completamente a oscuras y vuestra matrona tiene que buscar vuestro chirri a tientas entre tinieblas, es posible que os meta por error un dedo en la oreja o en la nariz, con resultados nefastos para el proceso de parto, a saber: dolor auricular/nasal, pérdida de la concentración y descojone disimulado de los asistentes al parto. En serio, ¿este redactor es imbécil? Yo parí a oscuras, iluminada solo en la zona Z por una lamparita de led cuando iba a salir U-6, y nadie puso pega alguna... Es más, doy fe de que mi hijo no se perdió, encontró él solito el camino de salida y no oímos en ningún momento voces grimosas de niñas diciendo "no mires a la luuuuuz".)

Sonido

El silencio puede ser a veces eterno (tanto como un artículo mal escrito por el que espero que nadie haya pagado), y es por eso que os recomiendo que pongáis una música de entorno (¿ein?) bonita y agradable, una música que os guste y os haga sentir seguras y felices. (Noooooo... ¡mejor pongamos una música feorra, que no nos guste y nos haga sentir inseguras y tristeeees...! Por ejemplo, yo pondría algo de Sonia y Selena o eso de "ai, se eu te pego" para irme derecha al hospital suplicando una cesárea... Lo que pasa es que las locas que parimos en casa nos sentimos seguras allí independientemente de la música -a las pruebas me remito- y además, estando de parto ya te digo yo, oh redactor palurdo, que no tienes tiempo de aburrirte. Por cierto, aseguraos de que no sea una canción pirateada de internet, que igual se os presenta Ramoncín en pleno parto y no veáis qué corte de rollo tenerle de comadrona improvisada...)

De verdad, ¿soy la única que alucina con la cantidad de chorradas sobre embarazo y parto que pueblan nuestros parajes interneteros?

En fin, menos mal que el rosa me favorece.

Lady Vaga, 
la diva que divaga.





sábado, 5 de mayo de 2012

Matrosaurias, escondeos de mi ira

Matronas pedorras e irrespetuosas que pululáis por las maternidades del mundo y os creéis superiores a las mujeres que atendéis. Matronas que os atrevéis, con una mano hurgando en la vagina de una mujer, a regañarla por no saber pujar, a meterle miedo con que su bebé no rota (nada extraño cuando estás tumbada patas arriba) o a amenazarla con cortarle los genitales. Matronas que os reís de que una mujer que quería un parto lo menos intervenido posible termine llena de cables y rodeada de aparatos.

Asquerosas matrosaurias del mundo, si os atrevéis, hacedle un tacto a esto:

Anda, Amor, bonita, mete aquí la mano a ver de cuántos metros está...Y que la
fuerza te acompañe, chati.
Os deseo, panda de descerebradas, que deis algún dia con una vagina dentata y os ampute de un mordisco la mano a la altura de la muñeca.

Lady Vaga,
ladiva que divaga.

jueves, 3 de mayo de 2012

Donde dije "digo", digo "higo": Oda a un jefe de servicio

Donde dije "digo", digo "higo"... Queridas, queridos, permitidme esta licencia poética y muy propia de mi querido monotema para aludir, sin más pretensión que mi vena lírica y mi deseo profundo de poner de manifiesto mi estupor, a la emisión del programa de La Sexta TV llamado "Baby boom".

No me regañéis, por cierto, por no haberlo comentado antes, pues mi necesidad de asueto en familia excedía mis ganas de escribir y me ha obligado a postergar la redacción de este texto con el que ahora os regocijáis, ¡oh, admiradores míos!

En fin; la Diva, reclinada en su chester, no puede sino alucinar con las historias que nos trae este primer y prometedor capítulo... ¿De verdad que a nadie se le cae la cara de vergüenza por (mal)atender así los partos? ¿Qué es eso de mandar callar a una mujer de parto? (Inciso lúdico en este punto y recomendación para parturientas futuras: si una comadrona os manda callar, arreadle tremenda patada en la parte de su anatomía que más cerca os pille; si, previsora ella, os hubiere atado las piernas, utilizad la mano para soltarle una tollina justiciera o, en su defecto, emplead el brazo del gotero a modo de lanza cual caballero en medio de un torneo; Dior os lo pagará y será indulgente con vuestro arrebato propio de una dama bien nacida) Sumo y sigo, ¿por qué hay que estar tumbada para parir? ¿De verdad que todos los profesionales que salen en el vídeo son completamente ignorantes de la evidencia científica? ¿Ninguno ha atendido partos en cuadrupedia, por poner un ejemplo facilito? ¿Por qué no se van a infantilizar a su vecino el del quinto o al que les vende el periódico?

Ítem más: ¿Nadie en ese hospital se ha leído -no digo ya estudiado, ni mucho menos interiorizado- la Estrategia de Atención al Parto Normal, que data de 2007?

Donde dije "digo", digo "higo". Esto es lo que debió de pensar don Ángel Aguarón, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia del Gregorio Marañón, después de limpiarse el culo con firmar la Estrategia de Atención al Parto Normal, en cuya redacción, según parece, participaba como representante de la SEGO (esos tan simpáticos que reclutan para su gacetilla a los mejores humoristas gráficos de nuestro tiempo). Menos mal que su despiste no es solo selectivo y, además de olvidarse de aplicar lo que él mismo predicaba (presuntamente, que así están las cosas y uno es UN inocente hasta que se demuestre lo contrario) se olvidó también de eso tan bonito de quod scripsi, scripsi y de que su firma seguiría ahí por mucho tiempo para alerta y aviso a las mujeres...¿O no? ¿O este desliz es parte de un plan mucho más amplio y terrorífico?

- ¡Parto a parto, dominaré el
mundo! ¡Mua-ha-ha-ha!
¡Temblad, preñadas!
Donde dije "digo", digo "higo" y esto de la Estrategia, señoras y señores, es para mí un "parto entre caballeros", se dijo para sus adentros el simpático jefe de servicio, refocilándose en su intrínseca malignidad desmesurada, pues todos allí ignoraban su maléfico plan, a saber: pasar como un campeón de lo propuesto y firmado, hacer en su servicio lo que le saliere de sus mismísimos e hirsutos testículos jamás rasurados por protocolo alguno y, no satisfecho con tamaño despropósito, exhibirlo en la televisión nacional en prime time, para mostrar a las Espeins y más allá que para parir hay que tumbarse, "levantar el culete", estar calladita y empujar a las órdenes un-dos-tres-empuja-otra-vez de la matrona de turno.

Y que no se me subleven las parturientas locas de la vida naturalistas, que ahora mismo hago un avioncito con cada plan de parto, lo empapo en ántrax, se lo mando vía aérea y aquí paz y después gloria. Hombre ya.

Y hasta aquí, queridas y queridos, la perorata de hoy, que no es sino una pequeña paja mental producto de mi inconmensurable perplejidad ante el impudor de ciertas personas y la falta de respeto que su actitud demuestra hacia un documento, la Estrategia de Atención al Parto Normal, que ha costado mucho tiempo, esfuerzo y trabajo y al cual personas comprometidas con la atención al parto y muy válidas han dedicado horas robadas a familia, estudios, proyectos y tiempo libre, como para que la hipocresía de algunos individuos ponga de manifiesto que hay gente (me niego a llamarles profesionales, lo siento) para los cuales el contenido de dicha Estrategia es papel mojado desde antes incluso de ser impresa.

Gracias a quienes siguen trabajando por mejorar la atención al parto en nuestro país y a La Sexta, que supongo que sin querer, nos ha regalado una oportunidad de oro para que los que no se creían lo que les contamos vean con sus ojillos que sí, que es verdad, que hay mucho borrico tratando "como ganao" a la mujer de parto.

Me despido y me voy a echar una siestecita,
Lady Vaga,
la diva que divaga.

jueves, 19 de abril de 2012

"Ayuditas" que os podéis meter por donde os quepan: la Kristeller

Queridas, queridos, emerjo de mi laboral retiro entre chirriantes sonidos de ultratumba al más puro estilo de Nosferatu (algo así como "ñeeeeeeeec, crrrrrrrrrrj, ñiiiiiiiiiiiii-ñiiiiiiiiic, ¿quién oooosa perturbaaaar mi sueeeeeeño?"), pero en guapa y maja, para castigar con el látigo de mis rosachíclicos chascarrillos a los inoportunos que se atreven a publicar memeces interneteras con la aviesa intención de asustar, someter y fustigar a las embarazadas que pueblan estos mundos cibernéticos de Dior.

"Mamooooneeeesss, como os arree con toa esta mano abierta
sus quito la tontería forever and eveeeeeer".
Henar, Adela y Marian son las responsables de que la esplendorosa Vaga haya abandonado su letargo remunerado para arrear con el tacón de los domingos a unos esperpentos de esos que escriben porque tienen dedos y a los cuales les irían macanudamente esos reglazos bien dados que se daban antes y que vuestros padres podrán relataros con detalles (básicamente, consiste en poner la mano hacia arriba con los dedos juntos como si fueses un italiano típico de película diciendo "ma che coooosa" para que el profesor de turno los golpee todos de una vez con la regla. Dicen que, del dolor, ves estrellas, constelaciones y hasta el número de la primitiva en tecnicolor).

Pero divago, divago. Vamos al grano, al meollo y a la sustancia, que en esta ocasión, viene de la desastrosa pluma de nuestros petardos amigos de Natalbén. Resulta que a estos espabilados se les ha ocurrido hacer una especie de engendro (ups) web sobre el embarazo y nos regalan perlas tan maravillosas como la que cito a continuación, comentada en rosa para deleite de mi amiga Anahi (es su color favorito de siempre-siempre):

El parto - Periodo de expulsivo: Maniobra de Kristeller


Maniobra de Kristeller.
"Simultáneamente" lleva tilde, pero aquí lo gordo es que,
tal como lo pintan (la ilustración es de Natalbén), yo diría
que esta señora ni siquiera ha borrado aún el cuello del
útero... Si el médico quiere apretar algo, ¿qué tal si aprieta
el culo y se va a dormir un ratejo mientras la mujer
pare tranquilamente?
Se realiza empujando con los puños o el antebrazo la parte superior del útero coincidiendo con la contracción y el pujo de la madre (los que la hacen podrían probar a meterse el puño por el OGT unos a otros, a ver qué se siente, y si les gusta yo les doy la dirección de un castillo inglés tela de chulo donde, a buen seguro, encontrarán variedad de instrumentos de tortura/placer de tamaños y formas para todos los gustos). Se suele emplear esta maniobra cuando el expulsivo es muy prolongado,  el feto es muy grande o cuando la madre está cansada y no tenga  fuerza por la anestesia epidural. Bueno, es que no me voy a molestar ni en remitirles a la OMS; me quedo por España y les recuerdo que la propia SEGO en 2007 ya especifica que esta animalada está contraindicada para facilitar el descenso del bebé. Y digo yo, ¿a qué llaman los de Natalbén "expulsivo prolongado"? ¿Serán esos expulsivos que amenazan con prolongarse más allá del turno actual y enmarronar a los que vienen detrás, impidiendo eso tan bonito de "dejar limpio" el paritorio? ¿Y un feto grande qué es? Por cierto, Natalbén, algunas mujeres encontramos más agradable que las empresas que quieren vendernos sus productitos llamen a nuestros hijos "bebé" en vez de "feto". Somos unas locas quisquillosas, pero el cliente siempre tiene razón, ¿no? Pues hala. El camino de Parla se lo saben, ¿verdad?
El uso de la Maniobra de Kristeller no significa que algo vaya mal (no, significa que te ha tocado una matrona un poco hijadeputing, ignorante, inconsciente o todo junto), sino que es una ayuda más para el parto (una ayuda tan valiosa como meter el dedo en el ojo a la parturienta, meterle Coca-Cola por la vía o recitarle la lista de los reyes godos a modo de mantra para mejorar su concentración). Siempre la realiza un profesional, ya sea ginecólogo o matrona (esto ya es recoña marinera, ¿quién la va a hacer si no, el que lee el contador del agua? ¿Un espontáneo? ¿La señora de la limpieza?).
La maniobra de Kristeller puede ser dolorosa dependiendo de la presión ejercida (¡no jodas! ¿Qué tal, entonces, si se la hacéis a vuestro padre a ver si os mete dos guantazos en agradecimiento?).  A veces, si la fuerza aplicada es muy grande, la mujer puede quedarse sin aire momentáneamente (pero solo un momentito, ¿eh? Si no, no es Kristeller, es intento de homicidio, creo).
En el postparto pueden sentirse dolores tipo "agujetas" en la zona superior del abdomen secundarias a la maniobra de Kristeller (pero ni os enteraréis, porque fijo que también os habrán cortado el chirri y seguro que eso duele más...). En ocasiones pueden aparecer pequeños hematomas si la fuerza ejercida ha sido muy grande (¿pequeños hematomas por una fuerza muy grande? ¿Nadie ha visto cómo le queda la barriga a más de una y más de dos tras la dichosa "ayudita"? ¿Son todos imbéciles?)

Bueno. Hasta aquí, las notas al margen joco-cabreadas de una servidora. Ahora, me gustaría recordar a estos señores tan listos que está muy feo decir mentiras y escamotear datos a las inocentes preñadas que les leen en busca de información y sosiego. Pero como yo no soy profesional de esto de la salud, sino una mera usuaria, aprovecho para citar a la maravillosa Mireia Marcos, comadrona con una gran experiencia a sus espaldas, en un comentario que ella misma dejó aquí hace cinco añazos (sí, ya sé que ese texto al cual ella respondió también da para comentar en rosa, pero vayamos por partes, amores; respeto sintaxis y ortografía originales): 

Sobre kristeller, La maniobra de Kristeller es una malpraxis denunciada por la OMS, sus riesgos son desprendimiento de placenta, lesiones leves y graves a la madre, hemorragia, muerte fetal y materna, y asfixia y sufrimiento fetal. Se hace sin justificación para acelerar más aún el expulsivo por interés de los medicos que asi se van a otra cosa mariposa. En los países civilizados está prohibida y si alguien la practica SE LE EXPULSA del cuerpo profesional y a juicio. Es un atentado contra la salud y los derechos humanos. En España es una verguenza que aun se practique, pero más vergonzoso que las madres crean que fue una ayuda. 

Esto, para que digan que es una ayuda; sí, una ayuda de las que no recomendaría ni a la doctora Carnicera, que tuvo a bien rajarme cuando nació mi primer hijo. En fin: que si buscáis información fiable sobre el embarazo y el parto, no lo hagáis en Natalbén (ni en este blog tampoco, dicho sea de paso), que os la cuelan sin pudor.

Ahora, me marcho a preparar la ropa para mañana, que es laborable.

Lady Vaga,
la diva que divaga. 
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