Tecnología 'made in Spain' para evitar que te roben a tu bebé
E. C. - 18/01/2012 (06:00h)
La crisis hace que las maternidades españolas dejen de invertir en equipamientos considerados esenciales en otros países. Varios hospitales en Arabia Saudí han adquirido un sistema de fabricación española y único en el mundo para identificar sin errores a los recién nacidos. La tecnología de ICN Technologies (en la entrada anterior se hablaba de otras dos empresas para su implantación en Osakidetza, ¿será que no es tan único? ¿O será que son filiales? Espero que sean la misma empresa, porque da pavor pensar que haya tanto memo dedicado a estas chorradas), fundada por Carlos Herreros y participada por la firma de inversión Renta 4 y Rosalía de Mera, la mujer más rica de España, ha conseguido dar sus primeros pasos en el exterior.
El dispositivo se basa en un lector electrónico y único en el mundo (ya van dos veces que dices lo de "único en el mundo", ¿tan flipado te ha dejado el invento? Pues que te lo pongan a ti en la chorra para que no hagas pis con la del vecino, rico...) que permite la toma de huellas dactilares de un recién nacido en el paritorio junto a las de su madre biológica. La toma de la huella dactilar de un recién nacido es muy complicada, no sólo por el mínimo tamaño sino por condicionantes externos como el agua, los restos biológicos o la hipotermia del bebé (pues si es tan complicada, dejad de dar por el saco a un recién nacido, ponedlo en brazos de su madre y dedicaos a hacer negocio con la venta de vuestro cabello, o mejor aún, id a vendimiar, que falta hará). El sistema combina dos tecnologías: biometría y radio frecuencia (RFID). La funcionalidad biométrica (basada en rasgos biológicos personales y únicos) (todo es único para este chico, ¡qué impresionable o qué falto de vocabulario!) asegura una identificación inequívoca, fehaciente y permanente del recién nacido.
(o sea, que si la enfermera se va a la puerta del hospital a echar un cigar, ¿me la localizan también? Bueno es sabello). La empresa estará presente del 23 al 26 de enero en ARAB HEALTH 2012 (Dubai), la feria sanitaria más grande del mundo árabe, con 3.000 expositores de todo el planeta (huy, chato, me va fatal, en esas fechas estaré en Rio, poniéndome morenita en Ipanema). ICN presentará novedades tecnológicas. Por ejemplo, si el neonato se encuentra en un lugar inadecuado, el sistema permite cerrar puertas, bloquear ascensores y, en definitiva, poner en alerta a todo un centro hospitalario (¿lugar inadecuado? Por ejemplo... ¿De pastis en Coppelia? Inadecuado para un recién nacido es un hospital, no me jeringues...). Países como Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Chile, Argentina o Brasil se están interesando por esta tecnología con sello español y que, según sus creadores, es aplicable a otros entornos (sí, ya os lo digo yo: a las prisiones).
24 errores en 4.000 partos
Cuando nació su primer hijo, Carlos Herreros observó que los sistemas para identificar al bebé eran muy vulnerables. Pero el miedo de un padre primerizo a que confundan a su hijo tiene también un origen fundamentado: el de los miles de casos documentados sobre robos o errores en las maternidades. “Hay robos y cambios incluso en los países desarrollados. La picaresca (perdona, pero robar un bebé no es picaresca, es ser un jodelagranbretaña) y los intereses económicos son universales y el error humano también. Nuestro sistema no deja lugar al azar”, asegura el presidente y fundador de ICN Technologies, la empresa que creó tras su experiencia. Los gobiernos y los responsables sanitarios son reacios a dar cifras porque despiertan una gran alarma social. Apenas hay estadísticas, pero el estudio interno de un hospital español con 4.000 partos al año detectó 24 errores en apenas 6 meses. La pregunta es: ¿cuántos no se han detectado? (Es terrible, en efecto, sean pocos o muchos los bebés confundidos, pero no hace falta que vengáis a lucraros con esa tragedia, basta con que la mamá agarre a su bebé y no se separe de él.)
La difícil situación económica que atraviesan los hospitales españoles está provocando que pospongan o cancelen las inversiones en este tipo de sistemas, algo que no ocurre en otros países. “En España cuesta entender que la identificación fehaciente de un recién nacido y su control dentro del hospital merezca la misma atención e inversión económica que un aparato que se utiliza para diagnóstico. No sucede lo mismo en otros países dónde tienen claro que un sistema de estas características evita errores que tienen graves consecuencias, como la pérdida de identidad de un ser humano desde el momento que, por error, inicia su vida en el seno de otra familia. A veces para toda su vida… porque no se puede detectar”, comenta Herreros.
Decidme, queridas y queridos, si no es para metamorfosearse en el Tío La Vara y liarse con esta gente a garrotazos bien "daos" para quitarles el exceso de tontería... ¡Que no hace falta gastar dinero en aparatejos! ¡Que se dejen de máquinas que hacen "ping"! ¡Que lo más sencillo, barato y rápido es lo que nos dicta el sentido común: poner al bebé en brazos de su madre y no quitarlo de ahí para nada!
De verdad, que tanta memez ofende ya a cualquier ciudadano con medio cerebro. Aburrida me tiene ya leer estas imbecilidades que, encima, pretenden que financiemos con dinero público.
He dicho. Y ahora, voy a recortar gafas de papel para jugar con mis hijos.
Lady Vaga,
la diva que divaga.
El dispositivo se basa en un lector electrónico y único en el mundo (ya van dos veces que dices lo de "único en el mundo", ¿tan flipado te ha dejado el invento? Pues que te lo pongan a ti en la chorra para que no hagas pis con la del vecino, rico...) que permite la toma de huellas dactilares de un recién nacido en el paritorio junto a las de su madre biológica. La toma de la huella dactilar de un recién nacido es muy complicada, no sólo por el mínimo tamaño sino por condicionantes externos como el agua, los restos biológicos o la hipotermia del bebé (pues si es tan complicada, dejad de dar por el saco a un recién nacido, ponedlo en brazos de su madre y dedicaos a hacer negocio con la venta de vuestro cabello, o mejor aún, id a vendimiar, que falta hará). El sistema combina dos tecnologías: biometría y radio frecuencia (RFID). La funcionalidad biométrica (basada en rasgos biológicos personales y únicos) (todo es único para este chico, ¡qué impresionable o qué falto de vocabulario!) asegura una identificación inequívoca, fehaciente y permanente del recién nacido.
(o sea, que si la enfermera se va a la puerta del hospital a echar un cigar, ¿me la localizan también? Bueno es sabello). La empresa estará presente del 23 al 26 de enero en ARAB HEALTH 2012 (Dubai), la feria sanitaria más grande del mundo árabe, con 3.000 expositores de todo el planeta (huy, chato, me va fatal, en esas fechas estaré en Rio, poniéndome morenita en Ipanema). ICN presentará novedades tecnológicas. Por ejemplo, si el neonato se encuentra en un lugar inadecuado, el sistema permite cerrar puertas, bloquear ascensores y, en definitiva, poner en alerta a todo un centro hospitalario (¿lugar inadecuado? Por ejemplo... ¿De pastis en Coppelia? Inadecuado para un recién nacido es un hospital, no me jeringues...). Países como Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Chile, Argentina o Brasil se están interesando por esta tecnología con sello español y que, según sus creadores, es aplicable a otros entornos (sí, ya os lo digo yo: a las prisiones).
24 errores en 4.000 partos
Cuando nació su primer hijo, Carlos Herreros observó que los sistemas para identificar al bebé eran muy vulnerables. Pero el miedo de un padre primerizo a que confundan a su hijo tiene también un origen fundamentado: el de los miles de casos documentados sobre robos o errores en las maternidades. “Hay robos y cambios incluso en los países desarrollados. La picaresca (perdona, pero robar un bebé no es picaresca, es ser un jodelagranbretaña) y los intereses económicos son universales y el error humano también. Nuestro sistema no deja lugar al azar”, asegura el presidente y fundador de ICN Technologies, la empresa que creó tras su experiencia. Los gobiernos y los responsables sanitarios son reacios a dar cifras porque despiertan una gran alarma social. Apenas hay estadísticas, pero el estudio interno de un hospital español con 4.000 partos al año detectó 24 errores en apenas 6 meses. La pregunta es: ¿cuántos no se han detectado? (Es terrible, en efecto, sean pocos o muchos los bebés confundidos, pero no hace falta que vengáis a lucraros con esa tragedia, basta con que la mamá agarre a su bebé y no se separe de él.)
La difícil situación económica que atraviesan los hospitales españoles está provocando que pospongan o cancelen las inversiones en este tipo de sistemas, algo que no ocurre en otros países. “En España cuesta entender que la identificación fehaciente de un recién nacido y su control dentro del hospital merezca la misma atención e inversión económica que un aparato que se utiliza para diagnóstico. No sucede lo mismo en otros países dónde tienen claro que un sistema de estas características evita errores que tienen graves consecuencias, como la pérdida de identidad de un ser humano desde el momento que, por error, inicia su vida en el seno de otra familia. A veces para toda su vida… porque no se puede detectar”, comenta Herreros.
Decidme, queridas y queridos, si no es para metamorfosearse en el Tío La Vara y liarse con esta gente a garrotazos bien "daos" para quitarles el exceso de tontería... ¡Que no hace falta gastar dinero en aparatejos! ¡Que se dejen de máquinas que hacen "ping"! ¡Que lo más sencillo, barato y rápido es lo que nos dicta el sentido común: poner al bebé en brazos de su madre y no quitarlo de ahí para nada!
De verdad, que tanta memez ofende ya a cualquier ciudadano con medio cerebro. Aburrida me tiene ya leer estas imbecilidades que, encima, pretenden que financiemos con dinero público.
He dicho. Y ahora, voy a recortar gafas de papel para jugar con mis hijos.
Lady Vaga,
la diva que divaga.