Queridas, queridos, la actualidad no deja de sorprendernos con noticias que, según quién las mire y según cómo se lean, tienen un trasfondo ciertamente inquietante. En esta ocasión, la siempre atenta Angela me ha hecho llegar esta notita en Deia que me ha chiflado, fascinado y asustado a partes iguales (más o menos). Ay, meine Angela, ¡cómo me conoces!
Os copio a continuación el texto de la noticia y yo comento, para no variar, en rosa chicle. Ah: vaya por delante que no dudo de la buena fe de quienes han "inventado" el metodito, que luego pasa alguien por aquí, entiende lo que le da la gana y ya nos ponemos puntillosos.
Osakidetza implanta pulseras localizadoras a las madres y a sus bebés
Esta solución tecnológica permite identificar y relacionar de forma inequívoca a ambos
J. F. - Jueves, 12 de Enero de 2012 - Actualizado a las 05:38h
Bilbao. Tolerancia cero a los errores en los numerosos procedimientos que siguen al nacimiento de un bebé en un hospital. Este es uno de los objetivos, quizá el principal (¿"Quizá"? ¿Qué clase de periodista eres tú, J. F., que no te molestas en averiguarlo? Por cierto, lo que habrán implantado será el sistema de identificación por pulseras localizadoras, pero tal cual lo dices parece que se las implantan a los pacientes en plan abducción marciana o chip canino...), del nuevo sistema que Osakidetza ha implantado en siete de sus clínicas (¿Ves? Ahora sí lo has dicho bien): Cruces, Basurto, Donostia, Txagorritxu, Bidasoa y Zumarraga, y próximamente estará en marcha también en el centro de referencia para la comarca del Alto Deba.
Este remedio (la cursiva es del redactor) tecnológico identifica y localiza en tiempo real a la madre desde el alta en el hospital (¿alta? ¿No habrá querido decir "desde el ingreso"? No sé vosotros, pero yo una vez que me den el alta no quiero que me localicen tanto... Ni que fueran de la CIA) y al neonato desde su alumbramiento "garantizando la vinculación entre ambos y el correcto desarrollo y registro de todos los procesos", expresaban ayer a DEIA desde Saident, firma especializada en este tipo de soluciones, y que junto a la empresa Ibermática han desarrollado el proyecto.
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"Kit, estoy de parto. Ven en menos que se persigna un cura loco" |
El sistema está ideado para alertar en el caso en que alguno de los procesos a realizar tras el alumbramiento no se haya ejecutado. De hecho, registra todas las entradas y salidas de la madre y el neonato, tanto de la habitación como de otras áreas de interés (del wc, creo. Ah, y de la peluquería. También se chiva si vas a la máquina de snacks del pasillo y te sacas una chocolatina). Y en caso necesario, permite localizar a un neonato o una madre (si estuviesen los dos juntos, como debe ser, verían ustedes que no hace falta localizar a nadie, repámpanos).
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"Doctor, me da igual lo que diga la p*** pulserita, o me deja ir al baño YA o le propino una patada voladora. ¡Que se me ha puesto el pelo blanco y todo de esperar!" |
Los equipos encargados de recoger la información de las pulseras combinan tres tecnologías diferentes, lo que permite una precisión máxima de lectura en todo tipo de entornos, incluso en las habitaciones, tal y como apuntaban desde Ibermática. Así, para que el personal sanitario acceda al sistema, "se han colocado dos tipos de estaciones de trabajo en el hospital: fijas, que están instaladas en cada una de las salas; y móviles, que se utilizan para las visitas y controles en diferentes zonas de la maternidad" (no me veo yo a la doctora Fistra cargada con un iPad, pero oye, debe de tener su encanto estar en plena visita y que mientras te remiran los bajos salte una voz metálica que dice: "¡Alarma, alarma! ¡La de la cama 212 se ha ido al wáter sin notificarlo por triplicado!").
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"Les digo que yo no estoy embarazada, solo he venido a visitar a mi prima... ¡Y la pulsera es de Tous, coñe!" |
Hasta aquí, la noticia comentada. Ahora, digo yo: en época de crisis como la actual, ¿les sobra la pasta para dedicarla a estas chorradas? ¿No es mucho más barato y efectivo adoptar otra solución? A saber: cuando nazca el bebé, en vez de anillarle como a un polluelo de una especie en peligro de extinción, ¿qué tal si se lo ponen a la madre sobre el pecho y no lo separan de ella en ningún momento? A mí me parece mucho más sencillo y eficaz... Quizá sea porque yo soy Vaga, claro, pero es que me parece tan evidente...
No se me ocurre ni un caso en que esta memez de invento pueda ser útil (quizá en bebés que tienen que estar en incubadora, pero eso ya deberían decírmelo los papás que han pasado por esa experiencia durísima), teniendo como tenemos el baratísimo piel-con-piel de toda la vida de Dior. Además, que ya tenemos las pulseras de papel que se ponen en las maternidades y que -doy fe- son jodidísimas de romper... ¿Tantos casos se han registrado de madres que se las arrancan y huyen despavoridas escondiendo a sus bebés en el camisón? Seamos un poco serios, por favor.
¿Será que la pulserita avisa a los médicos de los pasos que hay que seguir por protocolo? Algo tipo "lleva seis horas dilatando, poner oxitocina"... No sé. "Al bebé no se le ha puesto la profilaxis oftálmica, ¡estos padres son unos dejados!", "la parturienta tiene pelillos en las piernas, ¡avisen al comando esteticista!"
Ya puestos, podrían ponérsela a la mujer desde que el médico de cabecera le confirma el embarazo y así no se saltaría ni una sola revisión ni mucho menos una prueba... Y sería estupendo dotar al trastito de la tecnología necesaria para monitorizar las contracciones y avisar a la mujer de que tiene que ir ya al hospital. Por supuesto, si la embarazada se resiste, ¡que le dé una descarga eléctrica! ¡Por desobediente!
En fin. Me sigue pareciendo que las maquinitas chorras no pueden sustituir el criterio de un profesional médico empático y bien formado (de actualizado, digo, no de cachas, aunque también eso mola), preocupado por sus pacientes y dispuesto a tomarse su tiempo con cada uno de ellos. A mí, las pulseritas, para el parque de atracciones. Y si son de metales preciosos con cuentas de jade y/o ámbar, mejor que mejor. Por si tenéis pensado hacerme un regalo, ahí lo dejo. Que una es Diva pero no es tonta.
Dicho lo cual, voy a seguir leyendo a Eça de Queiroz, que hoy tengo el día lusófilo.
Lady Vaga,
la diva que divaga.