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jueves, 14 de febrero de 2013

La gente habla porque tiene boca (y escribe porque tiene dedos)

Queridas, queridos, vivimos en un país asolado por el bocachanclismo, lo cual no sería tan grave si el acceso a internet no fuese masivo y sin derecho de admisión. Es evidente que, navegando a la deriva por estas redes procelosas de Dior, podéis terminar, incautos internautas, en cualquier sitio, incluso en este blog. Ya os digo que a cualquiera le dejan tener un blog.

El caso es que, de cuando en cuando, encontramos perlas (no cultivadas, ¿eh? Perlas muy incultitas) que nos hacen sonrojarnos, mosquearnos y, finalmente, partirnos de la risa. Esta semana, el premio al artículo peor documentado tenemos que dárselo a un fantasma del pasado que Bebés y Más publicó hace la friolera de siete añazos, un panfleto titulado "¿Cuánto dura un parto?"... Alguno podrá decir "Lady Vaga, oh, tú, diva entre las divas, ¿a qué perder nuestro escaso tiempo en quejarnos del pasado, cuando hay tanto por arreglar en nuestros días?" Y yo, magnánima como siempre, respondo: la única razón por la que este artículo ofende a nuestros intelectos es porque cualquiera puede leerlo; imaginad que una embarazada primeriza se lo encuentra y le da crédito, ¡menudo desastre!; por ello, os pido que, si el texto os pasma tanto como a mí, escribáis a weblogs para solicitar que lo retiren. O, en su defecto, que añadan una apostilla que explique que es un artículo humorístico y sin ninguna pretensión informativa.

Como comprenderéis, me niego en redondo a dar difusión aquí a ese articulito (aunque, si me lo pedís de buenas maneras, es posible que lo rosachiclee un día si me aburro mucho entre manicuras, pedicuras y retoque de tinte), pero os adelanto desde ya que no tiene desperdicio. Es como si lo hubiese escrito Esteso. O algo así. Contraviene cualquier evidencia científica posterior a Aristóteles, se pasa la Estrategia de Atención al Parto Normal por donde el Coloso los barcos y trata a las potenciales lectoras con un paternalismo condescendiente más propio del siglo XIX. Por decirlo finamente. Algunas citas textuales, por si no os he convencido con mi prosa excelente:

  • Lo que dura el expulsivo son quince minutos.
  • Dos días antes de comenzar el parto, sentirás contracciones que no son dolorosas y son irregulares, estas contracciones indican que el cuello del útero se ablanda y se acorta para empezar a dilatarse, entonces es aconsejable acudir al hospital. Pero quizás estas contracciones no las notes y más si no eres madre primeriza.
  • Si caminas por la habitación podrás dilatar con mayor rapidez, el efecto de la gravedad ayuda a que el niño baje más deprisa, pero claro, esto sólo es posible si el monitor al que estás conectada es móvil, si no, tendrás que permanecer tumbada.  
  • ...es muy posible que te realicen la episiotomía para facilitar la salida de tu bebé y evitar que sufras desgarros.
  • Quizá la matrona realice la maniobra de Kristeller, es decir, que presionará en la parte alta de tu tripa, es algo habitual.
¡Cuánta ignorancia, qué de burradas juntas! ¿Estáis flipando como yo? Entonces, por favor, escribid a weblogs para que retire este texto infame, que desmerece su sitio web y el esfuerzo de otros redactores que sí se documentan en lugares algo más serios que el Tómbola para escribir sus textos.

Aquí tenéis el enlace al sorprendente texto y aquí la dirección del formulario de contacto de weblogs por si os animáis a pedir que lo retiren (lo cual yo os ruego encarecidamente sin bajarme de mis vertiginosos tacones).

Y por ahora, esto es todo. Ahora, me marcho a disfrutar del solecito invernal en el parque; los toboganes me esperan.

Se despide, preparada para deslizarse sin miedo,
Lady Vaga,
la diva que divaga.

miércoles, 11 de julio de 2012

Nuevo Premio Mojón de Oro, categoría "Machista de mierda"

Queridas, queridos, mi admiradísima y adorada Fran-tástica, la mujer que yo querría ser de mayor si no fuese porque ella siempre será joven, como las grandes damas de la historia, ha puesto en mi conocimiento que los señores ginecólogos, representados por el simpático y bonachón doctor Ladilla, están preocupados porque ahora hay más médicas que médicos. No contentos con reflexionar en privado sobre el tema, lo publican en un medio como el Diario Médico, que no sé si se han planteado que quizá lean más mujeres que hombres, para dejar patentes por escrito y para la posteridad su evidente misoginia y sus problemas de erección.
Este texto me ha dejado tan perpleja y carente de fe en ciertos sectores que no puedo por menos: hay que comentar en rosa chicle, o me sale una úlcera del tamaño del Gran Cañón. Os aviso desde ya que la perorata del simpar Ladilla evidencia un evidente desprecio hacia media humanidad y hacia la Constitución española, pero quizá a estas alturas eso ya no nos sorprenda, teniendo en cuenta que su idea de humor inteligente es cachondearse de las mujeres con patologías ginecológicas.

En fin. Aquí os dejo esta perla salvaje (porque cultivado, lo que se dice cultivado, el Ladilla no es. Que no me diga que de repente lee a Nietzsche o a Herman Hesse porque este con mirar la publicidad de champú anticaspa va que derrapa...). Mis impresiones, as always, en rosa chicle.

 problemas logísticos y de cobertura

La crisis agudiza los problemas de la feminización

Casi el 65 por ciento de los MIR que han acabado este año la residencia son mujeres. En Ginecología y Pediatría las féminas que la han terminado superan el 85 por ciento, y en Endocrinología el 79 por ciento. Los problemas logísticos y de cobertura de los turnos de trabajo en estas especialidades son cada vez mayores. Además, la crisis y los recortes en Sanidad -que apenas permiten que se realicen sustituciones- están empezando a hacer mella en unas plantillas cada vez más adelgazadas. La solución está en buscar un modelo laboral diferente.
Alicia Serrano   |  18/06/2012 00:00

El 64,8 por ciento de los MIR que han acabado este año la residencia son féminas, según un informe elaborado por Vicente Matas, responsable del Centro de Estudios de CESM-Granada. En Obstetricia y Ginecología el 85,6 por ciento de los médicos que han terminado su formación especializada son chicas, en Pediatría alcanza el 84,7 por ciento, y  en Endocrinología y Nutrición el 79 por ciento. Estos datos son un reflejo de lo que está sucediendo en el SNS, donde el 51,2 por ciento de los ginecólogos que ejercen en España son féminas y también lo son el 70 por ciento de los pediatras.
Estas especialidades -aunque también sucede con otras en las que el número de mujeres supera al de hombres (ver cuadro)- empiezan a tener problemas logísticos y de cobertura de los servicios médico quirúrgicos debido a las bajas por maternidad, la lactancia y la reducción de jornada por cuidado de hijos para conciliar la vida familiar y laboral. (A ver: las mujeres españolas tenemos, de media, algo así como un hijo y pico... ¿De verdad les hace tanto trastorno el cubrir una baja o dos a cada una? Respecto a la lactancia, es una horita diaria, ¿no hay nadie que pueda quedarse ese rato? Esto en cuanto a dos cosas que solo podemos hacer las mujeres, léase parir y dar teta, pero vamos, que si hablamos de nenes relativamente mayorcitos, los padres, sean médicos, barrenderos o topógrafos, también pueden cogerse una reducción. O no, que los hombres son imprescindibles en sus trabajos, claro...)
  • Las especialidades donde hay más mujeres que hombres tienen problemas de cobertura de turnos, aunque de momento no lo son asistenciales
Problemas de cobertura  
"En Ginecología empezamos a tener problemas de cobertura, aunque de momento no está repercutiendo en la calidad asistencial, la docencia o la investigación, pero lo hará en un futuro próximo. Por ello, es necesario buscar un modelo laboral diferente que se adapte a las nuevas necesidades", explica José María Lailla, presidente de la Sociedad Española de  Ginecología y Obstetricia (SEGO) (a mí se me ocurre que os dejéis de entorpecer, por ejemplo, partos normales y así tendríais más horas para iros a casa a descansar...). Lailla cree que es necesario dar un giro a los planteamientos laborales actuales, y lo dice con conocimiento de causa. En enero, este ginecólogo experimentó en sus propias carnes (¿en sus propias carnes? ¿De verdad? ¡Yo quiero ver una foto de la episiotomía que le hicieron! No, no, ¡me pido curarle los puntos! (Bwa-ha-ha-ha-!) la feminización del servicio que dirige en el Hospital San Juan de Dios de Barcelona. Entonces, la mayoría de las adjuntas de su departamento -4 de 5- le pidieron librar la misma semana para cuidar a sus hijos que estaban de vacaciones (¡Qué osadas! ¡Al paredón con ellas!). "A pesar de que contamos con 14 adjuntos, de los cuales 5 son mujeres, tuvimos que negociar con ellas para que hicieran algunas guardias (¡Oh! ¡Tuviste que negociar! ¡No pudiste imponer tu criterio y santa voluntad a pesar de ser tú el jefe y además poseedor de un pito y ellas solo cuatro pobres mujeres! ¡Dónde vamos a parar!). El problema se recrudecerá en los próximos años, ya que de los 22 residentes que hay en el servicio sólo dos son hombres. Además, las mujeres pedirán una jornada más reducida en un futuro no muy lejano.", dice. (Vaya, vaya con el adivino que adivina el color del vino, él ya sabe qué pediremos las mujeres en el futuro, ¿qué tal si centra sus habilidades sobrenaturales en predecir los números que ganarán el sorteo de la ONCE y se forra para irse a un paraíso tropical y dejar de decir chorradas en España? Aunque, bien pensado, con tal de no aguantarle yo también me reduciría la jornada al máximo... ¿Se puede ser más gilimemo? ¿Ningún hombre le pidió permiso para cuidar de sus hijos?)
  • Serafín Málaga, de la AEP, cree que hay que exigir que en la cobertura de las plazas MIR se tenga en cuenta la feminización de la especialidad
El 98 por ciento de los permisos de maternidad los sigue cogiendo la mujer médico y también el 96 por ciento de las excedencias por cuidado de hijos, según datos del Observatorio de la Mujer Médico de CESM. Para poner algo de cordura en esta situación , Serafín Málaga (¿poner cordura? Tómense su medicación, Serafín-figurín y locuaz redactorzuela, que yo no veo que sea ninguna locura cuidar de los hijos), presidente de la Asociación Española de Pediatría (AEP), cree que hay que exigir que en la cobertura de las plazas MIR se tenga en cuenta la feminización de cada especialidad (¿o sea, que cuantas más mujeres haya en cada especialidad, menos habrá que contratar? No entiendo muy bien cuál es el problema, la verdad... Ni la solución que proponen estos señores tan listos.)

El caso de Endocrinología, que parte de una base deficitaria de especialistas, es parecido al de Ginecología y Pediatría. "Éste es el factor determinante para explicar los problemas que se pueden producir para garantizar la cobertura en periodos particulares -como bajas laborales, maternales, vacaciones- y también en la práctica habitual. Tener un déficit de especialistas implica redoblar esfuerzos, y las ausencias derivadas de motivos fisiológicos, como la maternidad, hacen que la situación sea más exigente", explica Javier Salvador, presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (prohibamos a las mujeres tener hijos y asunto resuelto, ¡con un par!).
Si en estos momentos existe un déficit generalizado de plantillas y la mayoría de los facultativos de un servicio son mujeres, ¿cómo se van a poder sobrellevar estas circunstancias? "Los problemas se dan fundamentalmente por las guardias, ya que sólo se pueden dejar de hacer por enfermedad, embarazo, lactancia o si eres mayor de 55 años. Antes, los hombres eran más numerosos que las féminas en un departamento y las guardias no se resentían. Si al déficit de pediatras se añade la feminización de la especialidad, el problema será mayor", señala Málaga (huy, huy, que a mí esto me huele a "envidia de útero"... Que estos varones se sienten discriminados porque ellos solo pueden dejar las guardias si se ponen malos o se hacen mayores, mientras que nosotras nos escaqueamos lindamente con la excusa de "es que estoy preñá" o "es que tengo que dar teta"... ¡Ay, pillines, que se os ve el plumero!)
La crisis y los recortes en Sanidad -que apenas permiten hacer sustituciones- están golpeando de lleno a las especialidades más feminizadas,  y quizás también a la mujer médico. "En estos momentos se sabe que si una mujer se queda embarazada nadie va a cubrir su baja como sucedía hace dos años. Esta situación te hace reflexionar cuando tienes que decidir si vas a contratar a una mujer", argumenta Lailla. (Ahí es nada: todo un señor jefe de servicio de un hospital y presidente de la SEGO se permite el lujazo de decirnos claramente y en nuestras redondas caras que él DISCRIMINA a la mujer por el mero hecho de tener útero y tetas en vez de un palito y dos pelotas. Señor Ladilla, mírese la Constitución, que ahí dice claramente que no se puede discriminar a nadie por su sexo... Claro que igual usted es fan de aquel espabilado que celebró la mayoría de edad de nuestra Carta Magna proclamando que "si la constitución fuese mujer se pondría de largo y si fuese ciudadano votaría")

Yo creo que una buena solución sería prejubilar a todo estos ginesaurios anticuados y machistones de sus puestos y sustituirles por "féminas" dispuestas a escuchar a sus esclavas, digo empleadas, y empatizar con ellas. Nada de contratar hombres, que además de ser muy pocos en la carrera, está claro que no están por la labor de cogerse bajas para cuidar de sus hijos ni a reducirse la jornada. ¿Qué tal así? Ah, no, que eso es discriminatorio e implica presuponer que todos los hombres son iguales y, claro, está feo... En fin, cada uno que saque sus propias conclusiones, pero a mí se me cierra el chichi en falso solo de pensar que mi salud reproductiva está en manos de señores tan viejunos mentales, reaccionarios y machistrógrados de asco como esta gente.

El afable Ladilla se ha hecho acreedor, por tanto, al premio Mojón de Oro en la categoría Machista de Mierda, con tantos y tan variados méritos, que no puedo sino otorgarle, fascinada ante su siempre sorprendente versatilidad, el prestigioso galardón:

Un precioso mojón chapado en oro para una de las mentes
más preclaras y glamurosas de la obstetricia española.
Ahí es nada. La he cogido de El Barón Rojo,
 Y ahora, me marcho a la piscina, pues estoy viendo que leer estas declaraciones tan impactantes al final me va a afectar y voy a tener que crear el premio Pota de Oro...

Se despide y se va a lucir bikini,
Lady Vaga,
la diva que divaga.

martes, 5 de junio de 2012

COPS: Cuerpo de Obstetricia, Partos y Saurios

Tengo una especie de alma gemela, queridas y queridos, que periódicamente me saca a rastras de los pelos del mundo real para volver a sumergirme en el mar del monotema obstétrico, proponiéndome temas y entradas con mucho acierto y más gracejo.

Debéisle, por tanto, a ella, más conocida en mi casa como Lady Cheerful, el que vuestra Diva adorada esté escribiendo solo para vuestros ojos mientras le hacen la pedicura a domicilio (cuando toque manicura, tendré que dejaros un ratito por motivos obvios) y, lógicamente, es a ella a quien debéis mandar un jamón por incitarme a teclear con mi habitual buen humor e ingenuidad.

Me cuenta, pues, esta amiga, que en Ceuta tuvo lugar el mes pasado un curso para capacitar a los policías en la atención al parto (¿os acordáis de que hace unos días hablábamos de que los TEDAX serían los más adecuados para atender la llegada de nuestros hijos al mundo? Pues para que veáis que aquí no inventamos nada). La información me hizo abrir los ojos hasta tal punto que cualquier pata de gallo incipiente que osase intentar hacer mella en mi marmóreo cutis resultó inmediatamente neutralizada. Por este lado, al menos, la lectura tuvo un saldo positivo.

Esto es un parto inesperado en plena calle y es peligrosísimo.
Si debéis atender uno, hacedlo con casco y escudo, como poco.
Quede claro, queridas y queridos, que, como ciudadana que paga sus impuestos y honrada cumplidora de la ley, soy muy fan de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, pero, por favor, permitidme que insista en que, en los tiempos que corren, que vivimos a golpe de tijeretazo por doquier, yo encuentro más útil formar a nuestros policías en disciplinas olímpicas como "Agarre de político chorizo por la solapa" y "Lanzamiento de mangante de guante blanco al calabozo" que en la atención de partos. Llamadme rarita si afirmo tajantemente que ahora mismo no es el momento de crear el COPS (Cuerpo de Obstetricia, Partos y Saurios).

Y ahora, sin más, pasemos a rosachiclear a discreción. Notaréis, al leer el texto, que la redactora no es muy ducha en su profesión y tiende a la repetición machacona de lo mismo una y otra vez. Tampoco sabe introducir una cita textual ni cuándo abrir y cerrar unas comillas, pero se lo perdonamos porque el contenido merece la pena.

La UFP organiza un curso para policías de atención a mujeres gestantes
El taller, que se celebra mañana en el Hospital Universitario, se impartirá por dos matronas a una treintena de agentes del CNP, Policía Local y Guardia Civil
Domingo, 20 de mayo de 2012
Ceuta, Tamara Crespo
La Unión Federal de Policía (UFP) ha organizado un nuevo curso de formación para agentes, bajo el título de ‘I taller práctico de actuaciones policiales ante mujeres gestantes en situación de riesgo’. La actividad, que se desarrolla mañana en el Hospital Universitario, cuenta como profesores con dos matronas y tendrá una duración de 5 horas. Los alumnos son 30 miembros del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), Policía Local y Guardia Civil. El delegado del Gobierno acudirá a la clausura.

El sindicato Unión Federal de Policía (UFP) ha organizado un segundo curso destinado a la formación de agentes tras el de guías caninos que ofreció en abril. En esta ocasión, se trata del ‘I Taller práctico de actuaciones policiales ante mujeres gestantes en situación de riesgo’, para el que, según explica el secretario general de UFP Ceuta, Fernando Guerrero, se han agotado las 30 plazas disponibles. Entre los alumnos de este curso hay, además de agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), miembros de la Policía Local y de la Guardia Civil. (¿No os parece estar en el "Día de la Marmota?")

La actividad, que se lleva a cabo con la colaboración del Ingesa, tiene como profesores a Luciano Rodríguez y Juana María Vázquez, matronas del Hospital Universitario, donde se impartirá con una duración de 5 horas lectivas. (¡Cinco horas! ¡Nada más y nada menos! Vamos, salen de allí sabiendo mucho más que muchas matrosaurias de las que pululan por estos hospitales de Dior... En cinco horazas te da tiempo a explicar cómo hacer una Kristeller, un chocolateo a ritmo de bachata y el protocolo de "azote a culo de niño recién nacido, estilo decimonónico")



Una formación “esencial”
Guerrero considera “esencial” la formación de policías en la rama sanitaria de auxilio a las víctimas para que estos puedan aplicarla en caso necesario”. La atención a mujeres gestantes en situación de riesgo y de niños recién nacidos estaría incluida en estos “parámetros”, tal como destaca el responsable de UFP. (Hombre, lo suyo es aplicarla en caso necesario; en caso no necesario, como por ejemplo que el que está en peligro sea un hombre, pues no hace falta ponerle de parto por todos los medios, pero me imagino que esas distinciones se enseñan en el completísimo curso de ¡cinco horazas!)

De ahí que en este caso se hayan decidido por un curso de esta naturaleza, que dado el éxito de convocatoria, podría convertirse en “precursor”, indica Guerrero, de otros relacionados con la asistencia sanitaria de urgencia fuera de los hospitales. (Pues a mí, tanto éxito me mosquearía: ¿no será que, con esto de la crisis, los policías, hartos de que se les multiplique el trabajo, han preferido reciclarse y meterse a médicos cursito a cursito?)

- Cariño, no se te ocurra llevarme al hospital;
prefiero ir a la comisaría, que me fío más de
la policía que de ciertos ginesaurios...
- Di que sí, nena, yo te llevo donde quieras.


.
En la memoria de este curso de UFP se explica que cuando se presenta un parto de forma inesperada fuera del hospital, “ya sea en un domicilio, en la calle o en cualquier otro entorno”, se carece del “respaldo y la garantía que ofrecen la tecnología y los medios de un paritorio”. (Bueno; por partes: en principio, cualquier parto se presenta de forma relativamente "inesperada", salvo que te den fecha y hora para la inducción. Quiero decir con esto que el 98,7% de las mujeres no somos portadoras de la mutación genética que hace que nos crezca un reloj de cocina en el ombligo que indica con un simpático "¡cling!" cuándo está listo nuestro bebé para nacer... Sigo: parir sin "respaldo" es incómodo, pero puedes apoyarte en tu marido, en una señora que pasaba por allí o incluso en una pared. Respecto a la "garantía", pues claro, es indispensable, ya sabemos todas que en un hospital no se muere nadie, nunca pasa nada malo, la oxitocina sintética sabe a fresa y el agua sale de los grifos dibujando un arcoíris...)


Cualquier persona puede estar involucrada en la atención a un parto de manera inminente”, continúa (pues dad el curso también al charcutero, al barrendero, al cartero y a los jubilados que miran las obras y zanjas del barrio), para agregar que se ven ejemplos de ello “a diario en los medios de comunicación” (a diario, a diario lo vemos. De hecho, en el informativo de Piqueras hay una sección llamada "Partos a fondo" y cada día sacan los mejores... Es más, creo que con lo del céntimo sanitario, en algunas comunidades, las embarazadas, taimadas y roñosas ellas, están llegando a extremos tan imaginativos como pedir a su médico que se asome "un momentito" para asaltarle en grupos de cinco en la calle pidiéndole la receta del ácido fólico, los resultados de las analíticas y que les atienda el parto ahí en medio, todo con tal de no pagar... Un sindiós, vaya). “En cualquier circunstancia podemos presenciar una situación obstétrica de menor o mayor urgencia, pero nuestro adiestramiento y los pocos medios que tengamos en un momento determinado pueden salvar la situación”, señala (Que síiiiiií, que en cualquier circunstancia, que lo vemos "a diario": en la cola del supermercado, en el cine, montando a caballo, en la piscina... Ah, no, espera, esto era de un anuncio de tampones. Bueno, el caso es que las embarazadas son una raza peligrosísima que se caracteriza por su tendencia a expulsar niños por la vagina sin previo aviso y a velocidades que ríete tú del hombre-bala y, claro, hay que estar preparado para atar el cordón umbilical con el de nuestra bota y decirle a la madre cuándo empujar o se nos descontrolan).

Por ello, el objetivo general del curso es que los cuerpos de seguridad del estado, autonómicos y locales “sean capaces de garantizar la salud de la mujer y del recién nacido en la atención a un parto inminente fuera del hospital o del paritorio, así como identificar y tratar las complicaciones obstétricas que puedan aparecer” (creo que te dan fe de la "garantía" pegándote una etiqueta en el chichi que dice "Revisado y conforme" y en el bebé otra que dice "Entregado el día x a las x:xx)
Los objetivos específicos se centran en “identificar el material necesario y conocer la actuación para asistir al parto en cualquier entorno (casa, ciudad, club de  campo, avión, piscina...), prestar apoyo psicológico, aplicar los cuidados iniciales al neonato y actuar ante diferentes complicaciones”.

Teoría y práctica
En la parte teórica se ofrecerá a los alumnos nociones sobre el material mínimo necesario en un parto (eso os lo digo yo: se necesita una mujer de parto. El resto, sobra); los cuidados iniciales del bebé sin material médico (también os lo digo yo: piel con piel con su mamá y una mantita por encima); las urgencias, como hemorragia o parto de nalgas, y situaciones “especiales”, un apuñalamiento o el caso de una gestante politraumatizada por accidente o agresión. La práctica, de tres horas, consistirá en simulaciones de parto en diferentes escenarios, “ambulancia, vía pública, casa...” (y digo yo: en la ambulancia, ¿no hay sanitarios que atiendan a la mujer?)
El delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez, ha aceptado la invitación de UFP para asistir a la clausura del curso y entrega de diplomas, que tendrá lugar a las 20.15 horas en la sala de lectura del Hospital Universitario (los diplomas serán insertados en el backdoor de cada alumno y expelidos por el mismo lugar como parte de las prácticas de "parto de nalgas").

En fin, queridas y queridos. Ahora en serio: ¿no sería más fácil preparar a las mujeres y a sus acompañantes para reconocer una emergencia en el momento de parir? Quizá yo sea una ilusa, pero ¿no es ese uno de los objetivos de la llamada "preparación al parto"? Ah, no, que el objetivo es aprender que la epidural es chupi-guay y que la episiotomía se cura con rosa mosqueta...

Al fin y al cabo, quienes parimos somos nosotras y no creo que por dar un curso de cinco horas a un policía (sin desmerecer su labor, ojo, que no vamos por ahí), este vaya a estar especialmente capacitado para atender un parto de nalgas... Es más, si en un curso de cinco horas queda formado para ello alguien que no tiene experiencia en estas lides obstétricas, ¿por qué narices se programan todavía cesáreas por nalgas en tantos hospitales? ¿Será que se están cachondeando de nosotras y que, oh osadas, podríamos parir por vía vaginal a nuestros cachorros aunque no vengan con el cráneo por delante?

Empiezo a sentirme un poco cansada de que, cuando te quedas embarazada, todo el mundo se sienta con el derecho de meterte miedo, controlarte y manipularte. Todo el mundo está más preparado que la mujer para ayudarla en su parto, ella es la última mona de la fila y la que menos sabe del asunto. Resulta que cualquiera con una caca de cursillo de cinco horas (de aquí descontad el ratito del coffee break y a ver qué queda) tiene más conocimientos que ella y, claro, estará en su derecho de decirle "señora, déjeme hacer, que yo soy el que sabe y si no, la anestesio de un porrazo en la cocorota". Cualquier cosa menos dotar de conocimientos a la embarazada...

Dejo aquí la reflexión y procedo a poner mis manos al servicio de la belleza.
Lady Vaga,
la diva que divaga.

jueves, 3 de mayo de 2012

Donde dije "digo", digo "higo": Oda a un jefe de servicio

Donde dije "digo", digo "higo"... Queridas, queridos, permitidme esta licencia poética y muy propia de mi querido monotema para aludir, sin más pretensión que mi vena lírica y mi deseo profundo de poner de manifiesto mi estupor, a la emisión del programa de La Sexta TV llamado "Baby boom".

No me regañéis, por cierto, por no haberlo comentado antes, pues mi necesidad de asueto en familia excedía mis ganas de escribir y me ha obligado a postergar la redacción de este texto con el que ahora os regocijáis, ¡oh, admiradores míos!

En fin; la Diva, reclinada en su chester, no puede sino alucinar con las historias que nos trae este primer y prometedor capítulo... ¿De verdad que a nadie se le cae la cara de vergüenza por (mal)atender así los partos? ¿Qué es eso de mandar callar a una mujer de parto? (Inciso lúdico en este punto y recomendación para parturientas futuras: si una comadrona os manda callar, arreadle tremenda patada en la parte de su anatomía que más cerca os pille; si, previsora ella, os hubiere atado las piernas, utilizad la mano para soltarle una tollina justiciera o, en su defecto, emplead el brazo del gotero a modo de lanza cual caballero en medio de un torneo; Dior os lo pagará y será indulgente con vuestro arrebato propio de una dama bien nacida) Sumo y sigo, ¿por qué hay que estar tumbada para parir? ¿De verdad que todos los profesionales que salen en el vídeo son completamente ignorantes de la evidencia científica? ¿Ninguno ha atendido partos en cuadrupedia, por poner un ejemplo facilito? ¿Por qué no se van a infantilizar a su vecino el del quinto o al que les vende el periódico?

Ítem más: ¿Nadie en ese hospital se ha leído -no digo ya estudiado, ni mucho menos interiorizado- la Estrategia de Atención al Parto Normal, que data de 2007?

Donde dije "digo", digo "higo". Esto es lo que debió de pensar don Ángel Aguarón, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia del Gregorio Marañón, después de limpiarse el culo con firmar la Estrategia de Atención al Parto Normal, en cuya redacción, según parece, participaba como representante de la SEGO (esos tan simpáticos que reclutan para su gacetilla a los mejores humoristas gráficos de nuestro tiempo). Menos mal que su despiste no es solo selectivo y, además de olvidarse de aplicar lo que él mismo predicaba (presuntamente, que así están las cosas y uno es UN inocente hasta que se demuestre lo contrario) se olvidó también de eso tan bonito de quod scripsi, scripsi y de que su firma seguiría ahí por mucho tiempo para alerta y aviso a las mujeres...¿O no? ¿O este desliz es parte de un plan mucho más amplio y terrorífico?

- ¡Parto a parto, dominaré el
mundo! ¡Mua-ha-ha-ha!
¡Temblad, preñadas!
Donde dije "digo", digo "higo" y esto de la Estrategia, señoras y señores, es para mí un "parto entre caballeros", se dijo para sus adentros el simpático jefe de servicio, refocilándose en su intrínseca malignidad desmesurada, pues todos allí ignoraban su maléfico plan, a saber: pasar como un campeón de lo propuesto y firmado, hacer en su servicio lo que le saliere de sus mismísimos e hirsutos testículos jamás rasurados por protocolo alguno y, no satisfecho con tamaño despropósito, exhibirlo en la televisión nacional en prime time, para mostrar a las Espeins y más allá que para parir hay que tumbarse, "levantar el culete", estar calladita y empujar a las órdenes un-dos-tres-empuja-otra-vez de la matrona de turno.

Y que no se me subleven las parturientas locas de la vida naturalistas, que ahora mismo hago un avioncito con cada plan de parto, lo empapo en ántrax, se lo mando vía aérea y aquí paz y después gloria. Hombre ya.

Y hasta aquí, queridas y queridos, la perorata de hoy, que no es sino una pequeña paja mental producto de mi inconmensurable perplejidad ante el impudor de ciertas personas y la falta de respeto que su actitud demuestra hacia un documento, la Estrategia de Atención al Parto Normal, que ha costado mucho tiempo, esfuerzo y trabajo y al cual personas comprometidas con la atención al parto y muy válidas han dedicado horas robadas a familia, estudios, proyectos y tiempo libre, como para que la hipocresía de algunos individuos ponga de manifiesto que hay gente (me niego a llamarles profesionales, lo siento) para los cuales el contenido de dicha Estrategia es papel mojado desde antes incluso de ser impresa.

Gracias a quienes siguen trabajando por mejorar la atención al parto en nuestro país y a La Sexta, que supongo que sin querer, nos ha regalado una oportunidad de oro para que los que no se creían lo que les contamos vean con sus ojillos que sí, que es verdad, que hay mucho borrico tratando "como ganao" a la mujer de parto.

Me despido y me voy a echar una siestecita,
Lady Vaga,
la diva que divaga.

martes, 21 de febrero de 2012

Un perro para cada embarazada: derecho inalienable

Mi amiga la Guiri no me deja descolgarme de la actualidad e interrumpe mi bien merecido retiro faringítico para darme malvadas ideas derivadas de la lectura de noticias como esta: según El Mundo, las embarazadas que tienen perro hacen más ejercicio que las que no. Por supuesto, ante tan reveladora información, mis ojos se han abierto hasta que he escuchado "clonc, clonc" y he tenido que bajarme de los tacones para recoger mis globos oculares, que habían utilizado mis nervios ópticos para hacer puenting sin temor al viento ni al vértigo. ¡Albricias! ¡Qué descubrimiento tan sesudo! ¿No os parece, queridas y queridos, que un estudio de tanto alcance bien podría firmarlo el ínclito Dr. Zoidberg?

En fin. Como no me queda otro remedio, paso a la rosachiclez pertinente y os copio la noticia en cuestión, que no es que no tenga desperdicio, es que solo merece ser impresa si la vais a usar para asear vuestras posaderas después de ingerir, digerir y defecar medio kilo de ciruelas.

Un perro para las embarazadas

AFP
  • Tener mascota ayuda a cumplir las recomendaciones de ejercicio diario
Las embarazadas que tienen perro hacen más ejercicio. Según un estudio publicado en la revista 'PLoS One', cumplen con los 30 minutos diarios recomendados en un 50% más que las mujeres que no tienen mascota (un momento: ¿hacen un 50% más de ejercicio que las que no pasean a sus perros o de todas las mujeres que hacen ese ejercicio recomendado, las que tienen perro son un 50% más?). Dados los beneficios de esta práctica sobre la salud, los investigadores proponen incluir esta forma de paseo en compañía como estrategia para mejorar los hábitos de las gestantes (sí, hombre, yo que me paso los embarazos haciendo pis cada diez minutos, si encima tengo que pasear al perro ya puedo ir con una bolsita... Pero para recoger lo mío, ¡anda ya!).
Uno de los autores del sesudo y profundo estudio, disponiéndose
a quitarse un "paluego" de entre los dientes con instrumental de
última generación.

Como argumentan los autores del artículo, de la Universidad de Liverpool (Reino Unido), numerosos estudios demuestran que "la obesidad o una subida importante de peso durante el embarazo puede afectar tanto a la madre como al bebé. Por ejemplo, podría ocasionar dificultades en el nacimiento o tener implicaciones en el desarrollo de una futura obesidad del niño" (sí, es mejor no coger nada de peso para tener un bebé bien flaquito y llevarlo a la Mercedes Benz Fashion Week recién nacido, ¡a rentabilizar el embarazo YA!)

Según Jackie Calleja, ginecólogo del Hospital Universitario Quirón Madrid, se sabe que "la actividad sedentaria junto a una dieta poco equilibrada y sobrepeso son factores de riesgo para desarrollar enfermedades que aparecen en el segundo y tercer trimestre de la gestación, como la preeclampsia, la diabetes gestacional, fatiga..." (y, of course, paseando a un perro se quita todo eso, está claro: de golpe, comeremos fenomenal y nos pondremos más tonificadas que Jane Fonda cuando sacó el primer VHS... Ay, Jackie, cómo nos gustan las predicciones apocalípticas...).

Por estas razones, recalcan los expertos del estudio británico, los médicos hacen un seguimiento constante del peso y aconsejan realizar ejercicio diario. El ginecólogo español da algunas pistas: "Conviene hacer ejercicio, no deporte, aeróbico entre 30 y 40 minutos tres o cuatro días a la semana. Yoga, pilates, jogging, natación para embarazadas, pasear en bicicleta, caminar. Lo importante es que la embarazada esté activa y se mueva a un ritmo normal, a una intensidad media. Por ejemplo, en media hora pasear unos dos kilómetros" (bueno, eso es razonable. Pero creo que es lo mismo que cuentan a los viejitos del Saber Vivir cada mañana y a ellos no hace falta amenazarles con cataclismos, oye...)

Normalmente, las gestantes optan por caminar (sí, las preñadas nos volvemos muy perezosas y de volar pasamos), señala Carri Westgarth, uno de los autores de la investigación. "Aunque ya se había demostrado que tener perro aumenta la actividad física en los adultos en general, este es el primer estudio que valora esta relación en las embarazadas", agrega (¿será porque es una gilipollez de estudio?).

Y la respuesta es afirmativa (o sea, que sí es una gilipollez. Gracias). Después de analizar a más de 11.000 gestantes, "observamos que tener uno o más perros les ayuda a alcanzar los 150 minutos de ejercicio recomendado a la semana" (¡hagámoslas tener doce perros, entonces, y parirán bebés vigoréxicos! Eso si no se nos infartan antes, corriendo tras tanto can, claro). Los resultados muestran que tener mascota es una motivación y "obliga a mantener actividad física diaria", ya que supone un compromiso con el cuidado del animal (nos ha jodido, es que generalmente la gente que tiene animales los quiere muchísimo y no pasa de ellos por estar embarazada, por estar el tiempo malo ni por chorradas...). Sin embargo, aclaran los investigadores, no se puede decir que la compañía de un perro esté relacionada con menor peso durante la gestación. Lo que sí se puede decir es que ayuda a promover el ejercicio durante esta etapa, por lo que convendría "estudiar cómo puede incluirse como estrategia de salud y analizar qué tipo son las más adecuadas", entre otros factores (traducción de la última cita literal: "convendría estudiar cómo podemos seguir sacando pasta a la universidad para que nos financie estas chorrimemeces y podamos continuar viviendo del cuento sin dar ni palo).

"Doctor, a mi ama no le pone oxitocina ni
Rex, así que váyase a dormir y déjela parir
sin zarandajas. Le llamaré si le necesita."
Bueno. Yo tengo que decir que esta noticia me ha dado que pensar y he llegado a la conclusión de que está muy mal enfocado el estudio. No es por el ejercicio por lo que yo querría un perro, sino por protección. Considero muy necesario, a la luz de los hechos de los que cada día tenemos conocimiento, que el estado regale a cada embarazada un perrito. Pero no un caniche ni un perrito de aguas de esos tan monos que caben en un bolso divino, no: un pitbull, un rottweiler o un mastín. Un perrito bien grande y hermoso, de esos que hace que te tomen en serio, vaya.

Ya me estoy imaginando las visitas al ginecólogo, esas salas de espera llenas de mujeres embarazadas sujetando la correa de sus perros, por supuesto bien adiestrados y convenientemente puestos sus bozales, y la escena en consulta:


¡Chispi gruñó al doctor que quería cortar
la vagina a mi mamá y se orinó en sus
zapatos! No, Chispi no... ¡El doctor se
orinó solito! ¡Gracias, Chispi!
- Señora, desnúdese que le voy a hacer el tacto de las 38 semanas.
- Huy, doctor, no creo que a Pupy le guste eso... Mire cómo le gruñe a usted...
- Esto... Bueno, bueno, ¡si no hay necesidad! Hale, hasta la semana 40, que está usted como una rosa, señora mía. ¡Mis recuerdos a su esposo!
- Gracias, doctor... Pupy, suelta la pata de la silla... ¡Perrito bueno!

O en Registro:
- Señora, que aquí no cogemos planes de parto de esos, que el médico es el que decide, hombre...
- Pues si no me lo cogen, no puedo llevarme a Pupy a su paseo, y se pone de un mal humor...
- Haberlo dicho antes, mujer, hablando se entiende la gente... Y dígale a su perro que no me mire tan fijamente...

Le encuentro muchísimas aplicaciones, también, en el propio paritorio. Por ejemplo, para garantizar que se cumple nuestro plan de parto: ese gine espabiladito que se acerca a coger la tijerita para cortar chichis de señoras de parto y, de repente, ¡zas! El simpático Pupy le atenaza la muñeca... ¡Ay, cuánta felicidad!

¡Lassie for president... de la SEGO!
O en la puerta del paritorio, oliendo (una vez formado adecuadamente en unidades especializadas de Servicio a la Parturienta y al Bebé, por supuesto) a todo el que ose entrar y descartándole si lleva más metal del debido en los bolsillos o si su excesiva sudoración deja entrever sus aviesas intenciones...

Sin olvidar, por supuesto, la siempre oportuna restricción de las visitas una vez nacido el bebé y el mordisqueo a tiempo del bajo del vestido de la tía Herminia si continúa diciendo "ay, nena, ¿otra vez al pecho? Pero si tú de ahí no sacas más que agua, que las mujeres de nuestra familia no tenemos leche, ¿no le ves que se queda con hambre?

Qué, ¿cómo lo veis? ¿Tiene bastante sentido lo que propongo o me vais a hacer lanzar una campaña?



Besos subversivos,
Lady Vaga,
la diva que divaga.

sábado, 20 de agosto de 2011

Si estás pariendo, no te toques la pepita

Os habéis quedado locos al leer el título, ¿eh? Pues algo así vendría a ser el ejercicio de sensacionalismo cutre-salchichero que Gema me ha dado a conocer estos días y que podéis leer aquí o a continuación, porque me voy a dar el gustazo de hacer un copia y pega de época.

Como ex periodista que soy, me duelen los ojos, el cerebro y hasta mi alma trascendente cuando leo estos titulares y algo dentro de mí me dice "nena, no mires el artículo, no va a tener nada que ver con el titular, no seas tonta, no seas ingenua, no seas incauta, no... ¡Te lo dije! Ahora te jodes, que las embarazadas no podéis tomar aspirina".

Sigue siendo verdad, queridas y queridos, esa vieja máxima, "sex sells", y cuando una lee un titular que dice "No intente masturbarse para dar a luz" piensa en historias terribles y apocalípticas, tipo "ahora me contarán que una mujer de Wichita o algún sitio raro de esos (porque no nos engañemos, estas cosas pasan en EE.UU. preferentemente, y a los informativos de la tele me remito) le dio tanta caña a su pepitilla, cual Bati-Cao pasada de pilas, que le sacó humo y, claro, acabó en cesárea, porque el pobre bebé dijo <<eh, mamá, yo no salgo hasta que los bomberos certifiquen que no hay peligro, que igual me torro al pasar>>"... "O quizá fue una parturienta de Oklahoma que se frotó el peluchito con tanto entusiasmo que al salir el bebé le borró de la frente el número de serie". Anyway, queridas y queridos, si vamos a hablar de masturbación y parto, hay textos más serios y documentados, como este, que desató cierta polémica y estupor entre los lectores habituales del blog de El Parto es Nuestro.

Bueno. Que a petición de La Teta y Más, a quien no soy capaz de negarle nada (espero que no me pida las escrituras del piso), paso a copiar y despellejar esta obra maestra del cutre-periodismo veraniego, escrita con poco arte, menos rigor y nulo contenido. Os aviso desde ya que se cita un supuesto estudio, pero sin dar resultados porcentuales ni aportar datos sobre la eficacia de cada uno de los métodos que cita. Poneos un vasito de agua y respirad hondo, que allá vamos.

No intente masturbarse para dar a luz

KAREN ADOLF
Cuando el parto se retrasa, la inquietud empuja a ciertas madres a intentar provocarse contracciones con remedios caseros. Un estudio publicado recientemente acaba de aclarar qué trucos son los preferidos de las mujeres encintas, la mayoría jóvenes que habían salido de cuentas. (Pero si un párrafo más abajo dices que la lista de "trucos" la han cogido de un estudio de hace diez años, ¿no será que tú te acabas de enterar de que existen, burra, más que burra?)

Caminar, copular, comer comida picante y acariciarse los pezones son las cuatro tácticas más populares, según el trabajo, publicado en la revista Birth. La mitad de las 201 mujeres embarazadas que respondieron a la encuesta usaron estos u otros métodos para intentar hacer salir del vientre a sus bebés. Parte de las madres consultadas confesaron haber recurrido también a laxantes o acupuntura, mientras otras se masturbaron, según ellas, para inducir el final de su embarazo.

La mitad de 201 son 100,5. Empezando por aquí, ya vamos mal, pero te damos un voto de confianza, señorita Adolf. En cuanto a los "remedios caseros", son, para la redactora, cualquier cosa que puedas hacer en tu casa sin ir al hospital, es decir, sin ginecólogos por medio. Dice además que usaron estos u otros métodos, toma ya el rigor. ¿Y la otra mitad no usó ninguno? ¿O entregaron la hoja en blanco?
"Se masturbaron, según ellas, para inducir el final de su embarazo". Hombre, eso de "según ellas" tiene muy mala leche, ¿eh, señorita Adolf? Que parece que quisieras insinuar que las embarazadas somos unas marranotas mentirosillas a las que nos pillan in fraganti con una mano entre las piernas y solo se nos ocurre la excusa del parto...


El trabajo, dirigido por el ginecólogo de la Universidad Estatal de Ohio Jonathan Schaffir, tomó la lista de diez trucos propuestos en su cuestionario de otro trabajo similar publicado hace diez años. Aunque la ciencia aún no ha esclarecido el mecanismo exacto que induce el parto, Schaffir cuestiona la efectividad de la mayoría de métodos caseros, ya que el nacimiento depende de hormonas liberadas por el feto, “algo sobre lo que las madres no tienen ningún control”.  (Eso ya lo sabemos las mujeres; lo que hace falta es que se enteren los ginecólogos que se empeñan en enchufarnos oxitocina según entramos por la puerta del hospital, ¿o es que no se han enterado de que un gran porcentaje de las inducciones, sobre todo en primíparas, acaba en cesárea?) La mayoría de las consultadas usaron uno o más trucos por recomendación de familia, amigos e incluso médicos. Y es que resulta que, entre todas las prácticas citadas, acariciarse los pezones puede tener algo de base. La práctica produce oxitocina, que a su vez causa contracciones del útero, reconoce el doctor Schaffir, que sin embargo advierte de que sus palabras no deben tomarse como una invitación al masajeo de las areolas. “No lo recomiendo, porque no hay un protocolo establecido”, concluye.
Hombre, se me queda un poco cojo este articulito que, pudiendo regodearse hablando del sexo como gran disparador hormonal universal, va y solo lo menciona de pasada... Pero dejando eso de lado, boquiabierta me deja el doctor al no recomendar la estimulación de los pezones por no haber un protocolo. ¿A qué espera para diseñar uno? ¿No ha pensado que podría "jartarse" de pillar cacho por la cara si lo hace con un poco de desparpajo? Aunque, bien mirado, creo que cada mujer, incluso cada pareja, tiene su propio protocolo y lo llama "preliminares", "tonteo", "petting" o "sobeteo", según usos y costumbres... Y casi es mejor no darles ideas, que si les da por protocolizar la masturbación ya me veo al ginesaurio de turno regañando a la parturienta: "¡Señora, esa estimulación no es efectiva! ¿Es que no leyó la hojita que le dieron junto con el consentimiento (des)informado? ¿No ha hecho la preparación al parto? No se toque así, sino de esta otra manera. Que se lo explique la comadrona mientras yo las contemplo en este sofá fumándome un puro". ¡Qué miedo!

Y ahora me pongo de mala leche, porque estoy visualizando a la señorita Adolf y a sus compañeros de retiro laboro-estival charlando animadamente:
- Mira, voy a hacer una notita sobre este estudio que habla de trucos para ponerse de parto.
- Pues te va a leer el Tato, porque en pleno verano como no hables de playa o sexo, me dirás.
- No problem, meto en el titular la palabra "masturbación" y verás cómo os hundo a todos en la miseria en cuanto a número de visitas.
- Zorraca, eso no vale. Si aquí no dice nada de la masturbación, no has escrito ni dos líneas sobre eso.
- ¡Se sienteeeee!

Así que la Adolf le da a "publicar" y nos deja a todos hechos fosfatina al leer esta patraña horrible que intenta advertirnos de inimaginables peligros pero luego no entra en faena ni a la de tres, puesto que no nos revela cuántas mujeres de ese enooooooorme y documentadísimo estudio (conozco estudios de cremas anticelulíticas con mayor número de participantes) recurrieron a alguna de estas técnicas para inducirse el parto, ni cuántas de ellas utilizaron específicamente la masturbación, ni si les dio resultado o solo gustito (que ya es un buen resultado, oye), ni qué catastróficas contraindicaciones puede tener el auto-magreo pre-parto para justificar ese titular tan patético, que bien podría haber sustituido por "leedme, por favor, tengo la autoestima baja y si no recibo más de quince visitas me convertiré en una otaku por siempre jamás y oleré a cerrado hasta morir". Habría sido más honesto.

En fin, es lo que tiene el verano: insustancialidad informativa (más aún que en invierno, sí) y chorradas varias. Al menos es una edición digital y ningún árbol ha sufrido por culpa de la señorita Adolf. Como me entere de que alguno de vosotros lo imprime, os lleváis un collejón. He dicho.

Lady Vaga,
la diva que divaga.

viernes, 8 de abril de 2011

El parto en las noticias de la 1


El parto en el informativo de la 1

Desde que comencé a desconfiar y a informarme, he escuchado en mi entorno perlitas del estilo "estás sobreinformada", "¿para qué quieres saber tanto si luego hay que dejarse hacer?", "pedirás la epidural llorando y a gritos, como todas", "un tacto con bolsa rota no aumenta el riesgo de infección", "un parto es una situación peligrosa" y muchas otras; lo más curioso es que gran parte de mis interlocutores eran personal sanitario.

Por eso me alegra ver en "prime time" y en una cadena de ámbito nacional como TVE 1 este reportaje de cuatro minutos en el que se hace un repaso al inexplicable y vergonzoso aumento de la tasa de cesáreas en nuestro país, la episiotomía sistemática, la falta de respeto durante muchos años a los ritmos de la mujer... Un gran trabajo que supone un primer acercamiento a la realidad del parto en España para muchas personas.
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