Queridas, queridos, ayer os prometí que os copiaría las recetas que una iluminada-
new age-brainless ha decidido colgar y luego retirar de internet, apabullada bajo el peso de las aplastantes críticas recibidas por todos los seres humanos portadores de neuronas capaces de hacer sinapsis.
Os hago un pequeño resumen: esta individua publicó en su blog un artículo sobre las diferencias entre la leche materna y la artificial (hasta ahí bien) y luego la cagó dando bombo a la dieta del doctor Jaramillo, un absoluto borrico que recomienda dar a los bebés durante sus primeros seis meses de vida todo tipo de alimentos (incluyendo legumbres, carnes, pescados... Vamos, una joyita el muy ceporro), junto con sus propias recetillas para elaborar bebedizos caseros extraídas de a saber qué manual para desgraciar bebés. Mejor le habría ido dedicándose a destilar licor de bellotas en su sótano... En su mismo blog se la puso a caldo (caldo orgánico, claro) y ella se defendió a gritos y terminó enfadándose sin respirar, borrando todos los comentarios que le llevaban la contraria y, finalmente y para alivio de la gente que piensa por sí misma, la entrada entera.
Yo, Lady Vaga, no puedo tolerar la injusticia cometida contra Alba Padró, excelente asesora de lactancia y gran persona, a quien se tildó de muchas cosas, ninguna de las cuales merecía. Por eso he publicado la entrada anterior y esta.
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Dad almendras a vuestros recién nacidos y les saldrán neuronas
hasta en el cielo de la boca, crecerán hasta medir dos metros y |
En internet todo queda, y si no queda para eso tenemos el
copy-paste (o "copia y pega", que decimos los hispanoparlantes de pro)
y, por obra y gracia de esa combinación de teclas tan útil, aquí os dejo
las recetas que la simpar e ingeniosa hidalga tuvo a bien compartir con
el mundo para que veáis lo loca que está la gente.
Es una pena que haya "desaparecido" el contenido original, porque menudas risas me eché cuando hablaba de que todos los alimentos procesados estaban muertos y carecían de nutrientes. Me imagino que esta sabia mujer será crudívora o, mejor aún, airívora, pues el aire porta todo, hasta los viruses que cogemos en invierno. Aunque quizá sea un organismo tan evolucionado que ha mutado y es capaz de hacer la fotosíntesis... Ojo, las copio para que
NADIE, NUNCA, JAMÁS haga algo así a
sus hijos. Como me entere yo de que experimentáis con vuestros bebés o
con los de otra persona, os arreo con toda la mano abierta (y os
recuerdo que ahora uso alianza y os la dejaría marcada en todo el jeto).
Respeto, como siempre, ortografía y sintaxis originales, muy a mi
pesar.
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Alimento súper completo para un recién nacido. Contiene
hígado (proteína a mansalva), pasta (hidratos de carbono) y
brócoli (yerbita de la güena). Si vuestro recién nacido es uno
de esos pusilánimes sin dientes, dadle la sopa Jaramillo para
que se hiperdesarrolle y luego le atiborráis con este estofadito,
eso sí, casero y orgánico. |
Con respecto al desarrollo del cerebro (cosa que a ti, chata, no se te desarrolló pero nada),
nuestra primera preocupación aquí es conseguir el DHA y AA para el niño
en una forma utilizable, y natural. En su útil texto sobre nutrición
"Tradiciones Nutricionales", Fallon y Enig ofrecen una solución práctica
que ha resistido el paso del tiempo (de los tiempos de Perico, oiga).
Ofrecen recetas para 2 fórmulas naturales que se han ideado para
acercarse lo más posible a los nutrientes conocidos en la leche materna,
especialmente los ácidos grasos (que
ya eran conocidos en los tiempos de Perico, inmemoriales, donde se
analizaba la leche con el método científico de chupar una teta a la
madre lactante que se pusiese a tiro).
Aquí están (nos lo temíamos):
Fórmula sin leche
* 3.5 tazas de caldo orgánico hecho en casa (de carne de res, pollo o pescado) (si
lo haces en casa de la vecina no vale. Tampoco valen caldos inorgánicos
a base de cantos rodaos del río ni comprados en el Macarrona. Por cierto, del
riesgo de alergias que implica cascar a un bebé chiquitín alimentos a
base de pescado no hablamos.)
* 2 oz de hígado orgánico picado (hale, ahí, sobrecargando al bebé de proteínas y de toxinas. Viva, viva.)
* 5 cucharadas de lactosa (que supongo que no sale de la leche.)
* 1/4 taza de suero (esto tampoco sale de la leche.)
* 1 cucharada de aceite de coco (sin refinar)
* 1 cucharadita de aceite de hígado de bacalao
* 1 cucharadita de aceite de girasol sin refinar
Cocine el hígado poco a poco en el caldo. Licua en una licuadora. Cuando
esté frío, agregue los ingredientes restantes. Almacenar en un
contenedor de vidrio. Para servir, coloque 6 oz (¿cómo sabes que tu hijo se va a meter seis onzas de esta mierda entre pecho y espalda?) en botella de vidrio y caliente lentamente en olla de agua caliente a baño maría. Nunca microondas.
Fórmula a base de leche
* 2 tazas de leche cruda (sin pasteurizar) (y no pides que el bebé se amorre a la teta de la vaca de puro milagro. Proteína en vena, amos-amos.)
* 1/4 taza de suero
* 2 cucharadas de nata cruda (sin pasteurizar)
* 1 cucharada de aceite de hígado de bacalao
* 1 cucharada de aceite de girasol sin refinar
* 2 cucharadas de levadura de cerveza
* 2 cucharaditas de gelatina (más proteína, justo lo que un bebé necesita a lo bestia, claro.)
* 1 1/3 taza de agua filtrada (¿filtrada del grifo de casa vale o tengo que ir a un pozo y bebérmela para filtrarla por la vejiga?)
Calentar la gelatina en agua hasta que se disuelva. Coloca todos los
ingredientes en un recipiente de vidrio y revuelve bien. Para servir,
coloca 6 oz en botella de vidrio y calienta lentamente en olla con agua
caliente (con agua fría tarda un poco más, pero si tienes fe, lo lograrás. Ya sabes ,"there can be miracles when you believe"). Nunca microondas.
Obviamente que estas fórmulas son de día y de noche (y por la tarde y fiestas de guardar), aparte de la fórmula comercial procesada (que es demoníaca y convierte a los bebés en alien, el octavo pasajero). El contraste principal es que estas fórmulas se preparan en vivo (las demás se preparan en diferido) por una persona en vivo (hombre, si me lo prepara un zombie me acojono sin remedio) con alimentos sin procesar y en condiciones conocidas (todo el mundo sabe que en los laboratorios se trabaja en condiciones desconocidas). En lugar de inertes, súper refinadas, sin vida, fraccionadas, creaciones sintéticas, de laboratorio carentes de enzimas (¡¡¡¡ooooh!!!!,
matemos a los chefs que hacen cocina deconstruida, ¡nos están
asesinando lentamente! ¡A la horca con ellos! Pero una horca orgánica,
claro), sustituimos los alimentos frescos de vida (¿qué cojones quiere decir "frescos de vida"? ¿Los sustituimos por otra cosa? ¿Qué mierda de sintaxis es esta?) con todos los nutrientes en una forma digerible, viable (la leche de fórmula para un recién nacido es inviable, claro). Las fórmulas comerciales vienen y van (más
que nada, porque, aunque jamás serán perfectas, supongo que intentan
mejorar e imitar a la leche materna -y también abaratar la producción por el camino-) pero estas viejas recetas se transmiten de generación en generación sin grandes cambios (sí, claro, este bebistrajo es súper conocido en tu casa a la hora del té y en los botellones flower-power de tu secta). El bebé va a prosperar en ellos (si
no diña; ya se sabe que, lo que no te mata, te hará más fuerte... Igual
hasta mutan y les sale un brazo en mitad de la frente para correrte a
hostias hasta Malta).
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Nota: Edición del post a 3 de Agosto de 2012.
Incluímos una receta con leche vegetal que también es recomendada por especilistas ("especilistas" en vaciar la cartera a los incautos) y que puede ser consumida por todas las personas, incluyendo recién nacidos (que también son personas. Yo voto por darles a estos espabilados filetes de ternera por vía anal para que absorban el hierro directamente).
Fuente: http://www.elnorte.com/buenamesa/articulo/686/1370515/default.asp
Lechada de almendras
Rinde 1 1/2 litros
Tiempo de elaboración: 6 horas
Grado de dificultad: medio
3 tazas de avena
Agua (la necesaria)
36 almendras peladas
Agua purificada (la necesaria)
Preparación:
En un tazón agregar la avena y el agua hasta tapar; reservar por 6 horas.
Transcurrido ese tiempo, por cada taza de avena remojada incorporar 12 almendras sin piel.
Licuar la mezcla de avena con almendras. De ser necesario, añadir más
agua a la preparación hasta obtener la consistencia deseada.
Nota de cocina: es excelente como sustituto de la leche materna.
Por qué tomarla.
Las lechadas son preparaciones que sustituyen de manera directa a la leche, de las cuales se pueden obtener muchos beneficios (sí,
una almendra, que sale de un árbol, es nutricionalmente igual a la
leche que sale de mis tetas. No me descojono de la risa porque no quiero
que me salgan patas de gallo. Y esta tipa osaba desautorizar a quien le
contestaba porque no eran "nutriólogas" ni "trofólogas". Pues ella,
como dijo una de las participantes, es una "truñóloga" de campeonato.
Hale):
-Son una opción de alimentación sana, por sus propiedades y por lo natural de sus ingredientes.
-Lo recomendable es tomar un vaso diario, por la mañana o por la noche,
considerando que también tienen propiedades calmantes que ayudan al
cuerpo a relajarse.
-Para los niños es muy buena, sobre todo para los recién nacidos, la
lechada de almendras, ya que representa un sustituto de la leche materna
(también lo es el vodka y fijo que duermen toda la noche del tirón. No te jode la tipa).
¿Qué? ¿Cómo se os queda el cuerpo? ¿Os parece siquiera medio normal que una persona tan carente de conocimientos y sentido común se permita el lujo de insultar a la OMS (que lo hizo, lo hizo), las asesoras de lactancia, las madres lactantes y los bebés? Porque a mí esto me parece para sacarse un modo y pegárselo en la cara. Se libra porque las divas no tenemos mocos ni pelotillas interdigitales en las extremidades inferiores.
Antes de terminar, querría dejar constancia una vez más de que, para quienes defendemos la lactancia materna, la leche artificial no es "la tercera opción", como continuamente recalcaba esta sujeta pensando que así nos dejaba en algún tipo de evidencia, sino el
último recurso y no "una opción más". La leche artificial me parece un burdo sucedáneo que ni de lejos llega a imitar la perfecta composición de la leche materna, pero aun así, es infinitamente mejor que estos potingues caseros, preparados a saber en qué condiciones de higiene (ella se defendió argumentando que quienes amamantamos no nos lavamos antes las tetas, lo cual provocó gran hilaridad entre las virtualmente presentes) y sin control nutricional alguno. A ver si ahora va a resultar que todavía estamos en los tiempos del Pelargon.
Lo que hay que leer, queridas y queridos. Y la semana solo acaba de empezar.
Me despido, resignada a continuar contemplando cómo la Humanidad avanza hacia su colapso, capitaneada por estos listos,
Lady Vaga,
la diva que divaga.