Pero hoy, queridos y queridas, hoy es un día de exclusivas y me adelanto a la salida de las principales revistas del sector para reventarles la noticia del sexo de Baby Garbancito, pero antes...
¿De verdad queréis saberlo?
¿Estáis preparados para afrontar este hecho?
¿Sois conscientes de que, una vez lo sepáis, no habrá vuelta atrás?
¿Podréis dormir por la noche, sabiendo lo que sabréis en breves líneas?
Si habéis respondido "sí" a las cuatro preguntas, continuad leyendo.
Ya os adelanté hace una semana que, durante la ecografía en Alto Riesgo, la doctora había cometido la torpeza de señalarnos dos veces el sexo de nuestro hermoso retoño. Fue algo así (y si no queréis un spoiler, no sigáis leyendo hasta septiembre, amores):
- Este niño está perfectamente- Lady Vaga, con el vaquero indignamente remetido por sitios que no nombraré, se hace la loca y piensa "bueno, se refiere a niño genéricamente, como hablan del Hombre para referirse al grupo en general en filosofía".
Pero ella no se cansa, y al minuto escaso, nos dice con aire de suficiencia:
- Es un varón.
Doctora, ¡por favor! Sea usted un poco seria... Que yo vengo a una ecografía para conocer datos importantes, a saber:
- Si Baby Garbancito está vivo.
- Si las piezas que se ven hasta el momento están todas en su sitio.
- Si el nivel de líquido es correcto.
- Si el despegamiento, hematoma o como quieran llamarlo evoluciona favorablemente.
Me quedé con las ganas de emular al ingenioso José Mota y decirle: "¡Austeeeeeee alamierrrrrdaaaaaaaaa!"
Pero ser una Lady no es una etiqueta que puedas ponerte y quitarte a conveniencia, así que hice gala de mi exquisita educación y me limité a lanzarle rayos fulminantes con la mirada. Si lo he hecho bien, desde mi visita habrá sufrido dolor de estómago y empobrecimiento de la flora intestinal.
Por tanto, queridas y queridos, aquellos de vosotros que votasteis por la opción b) sois los orgullosos ganadores de la encuesta y estáis invitadísimos a conocer la humilde mansión de Lady Vaga el día que mejor os convenga (de martes a viernes, if possible) a la hora de vuestra elección, previa comunicación al personal de servicio para que nos tenga preparado un refrigerio en forma de brunch ligero.
Y a todos los que no acertasteis, mi magnanimidad digna de una emperatriz de los anchos mundos (relegada por el momento a señora de mi cama y dueña de mi WC) os redime de vuestro craso error (comprensible, por otra parte, porque dada mi tendencia a acumular bolsos y zapatos, era plausible pensar que los espermatozoides X de Lord Muchomacho se hubiesen dopado para ganar la carrera y ser los siguientes herederos de mi colección) y os invita igualmente a compartir una infusión con galletitas, una empanada o la vianda que más deleite vuestras papilas gustativas.
Para terminar, os informo en petit comité de que el sábado me escapé a hacer algo de compra (iba a volverme loca en casa y ya ando bastante justa de lucidez como para permitirme ese lujo) y aproveché, al pasar por la sección de bebé, para hacer la primera adquisición para el fondo de armario de Minimacho (el nombre sí que no os lo pienso desvelar, rabiad): un abriguito celeste de punto que, además de ser monísimo y estar súper-rebajado, era el único que quedaba y ¡era de talla 1-3 meses! Vamos, una señal cósmica clarísima.
Besos matinales,
Lady Vaga (orgullosa concubina de Lord Muchomacho, el hombre cuyos espermatozoides son todos "Y").