Fotografía de Octavio Lagunas y retoques jocosos de Tu Retrato En Casa. Ellos son así de majetes. |
miércoles, 21 de marzo de 2012
Para lo que de verdad importa... Ladies Card
sábado, 17 de marzo de 2012
Lady Vaga debe morir
Queridas, queridos, sé que os he dejado más tirados que un par de zapatos de la temporada anterior y que es del todo inadmisible que una diva como yo prive a sus admiradores, fans, acólitos y secuaces de su luminosa presencia y radiante estilazo, pero, qué queréis, a veces la vida real, esa prosaica sucesión de acontecimientos presuntamente encadenados por eso de la causa-efecto, me mantiene alejada de este rinconcito nuestro de relax y expansión.
Lo cierto es que últimamente no tengo ganas de escribir. Para qué negarlo. Me digo a mí misma que voy a hacer tal o cual cosa para el blog, pero el cuerpo no me lo pide; supongo que estoy atravesando otra etapa. No es que no haya noticias que me hagan salir la mala uva a raudales o que no me lleguen casos que merecen ser contados; no es eso.
Estoy dedicándome a disfrutar de mis pequeños, cada día un poco menos pequeños, O.G. y U-6. Como este no es un blog de maternidad al uso, no me entretendré contandoos sus proezas físicas y lingüísticas, las cuales, ya podéis imaginar, me hacen babear hasta el punto de la deshidratación (lo cual es fatal para el cutis y estupendo para las vendedoras de cremitas y potingues con quienes me cruzo al hacer ejercicio de consumismo), pero os diré, en resumen, que el martes me reincorporo a la vida laboral y que, por tanto, estoy apurando cada momento junto a ellos lo mejor que puedo. Sé que lo entendéis y que no me condenáis a mí, sino a la coyuntura económica que obliga a vuestra diva a arrimar el hombro (sin hombreras, pues no las necesito ni me gusta su ochentera estética) para levantar la imagen y el PIB de nuestras Espéins y Olé.
Así que, queridas y queridos, no puedo deciros cuándo volveré (aunque siempre que me planteo dejar de escribir un tiempo, de pronto me vienen a la cabeza todas las ideas y a los dedos las cosquillitas), pero estoy segura de que lo haré. Al fin y al cabo, gracias a todos vosotros, que me habéis apoyado y animado, estoy aquí, con U-6, disfrutando de su presencia, cuando nos lo pintaban negro.
Hace un año, por estas fechas, yo estaba postrada en una cama de hospital, pensando que jamás conocería a mi hijo. Ahora, le tengo junto a mí, luchando por morderme el ordenador. Gracias a todos los que nos habéis acompañado; jamás sabréis cuánto nos ayudásteis.
Besos casi currantes,
Lady Vaga.
P.D.: El título no augura un suicidio-bloguicidio seguro, solo mi temporal retiro total o parcial, según el trabajo y las autoridades (es decir, mis hijos) lo requieran.
Lo cierto es que últimamente no tengo ganas de escribir. Para qué negarlo. Me digo a mí misma que voy a hacer tal o cual cosa para el blog, pero el cuerpo no me lo pide; supongo que estoy atravesando otra etapa. No es que no haya noticias que me hagan salir la mala uva a raudales o que no me lleguen casos que merecen ser contados; no es eso.
Estoy dedicándome a disfrutar de mis pequeños, cada día un poco menos pequeños, O.G. y U-6. Como este no es un blog de maternidad al uso, no me entretendré contandoos sus proezas físicas y lingüísticas, las cuales, ya podéis imaginar, me hacen babear hasta el punto de la deshidratación (lo cual es fatal para el cutis y estupendo para las vendedoras de cremitas y potingues con quienes me cruzo al hacer ejercicio de consumismo), pero os diré, en resumen, que el martes me reincorporo a la vida laboral y que, por tanto, estoy apurando cada momento junto a ellos lo mejor que puedo. Sé que lo entendéis y que no me condenáis a mí, sino a la coyuntura económica que obliga a vuestra diva a arrimar el hombro (sin hombreras, pues no las necesito ni me gusta su ochentera estética) para levantar la imagen y el PIB de nuestras Espéins y Olé.
Así que, queridas y queridos, no puedo deciros cuándo volveré (aunque siempre que me planteo dejar de escribir un tiempo, de pronto me vienen a la cabeza todas las ideas y a los dedos las cosquillitas), pero estoy segura de que lo haré. Al fin y al cabo, gracias a todos vosotros, que me habéis apoyado y animado, estoy aquí, con U-6, disfrutando de su presencia, cuando nos lo pintaban negro.
Hace un año, por estas fechas, yo estaba postrada en una cama de hospital, pensando que jamás conocería a mi hijo. Ahora, le tengo junto a mí, luchando por morderme el ordenador. Gracias a todos los que nos habéis acompañado; jamás sabréis cuánto nos ayudásteis.
Besos casi currantes,
Lady Vaga.
P.D.: El título no augura un suicidio-bloguicidio seguro, solo mi temporal retiro total o parcial, según el trabajo y las autoridades (es decir, mis hijos) lo requieran.
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