miércoles, 4 de enero de 2012

Mujer contra ginesaurio (jaque mate, juego, set y partido)

Queridas, queridos, de ginesaurios están los hospitales llenos (y más aún las jefaturas de servicio, no me preguntéis por qué... Y si no os lo creéis, leed aquí y aquí) y Hotel Espe es solo una muestra de cómo está el panorama en esta mal llamada piel de toro, que a mí, dado lo poco que nos quejamos, me parece más bien de borreguito. Hay tantas historias por contar que, a fuerza de teclear, podría quedarme con las huellas dactilares más lisas que el encefalograma de Leticia Sabater, así que comenzaremos el año sacando a la luz el encuentro en la tercera fase de V., mujer informada y valiente donde las haya, con un ginesaurio -jefe de servicio- maligno poseído por el espíritu de Esteso, tal era su nivel de caspa en sangre. Permitidme que me reserve el nombre del hospital donde aconteció este desaguisado en potencia, pues soy todo lo discreta que a mi condición de dama corresponde.

Mi querida V. cometió hace varios meses el pecado mortal de quedarse embarazada del que sería (y es) su tercer hijo. Hasta aquí, todo normal. Pero es que V. tenía dos cesáreas previas, lo cual convertía su útero en una especie de bomba de relojería preparada para aterrorizar a todos los ginecólogos en veinte kilómetros a la redonda, pues es bien sabido, queridas y queridos, que lo indicado en estos casos es inmovilizar a la bomba, digo a la mujer, exponer su maquinaria a quien pase por delante (lo que, traducido al cristiano contemporáneo, significa hacer que le dé el fresquito donde nunca le da el sol), celador incluido, y dedicar una sesuda reflexión al dilema de si cortar el cable rojo o el azul mientras rezan una oración por sus vidas.

Pero, oh osadía, V. no tenía ninguna intención de dejarse programar una cesárea; bien al contrario, ella, brava y magnífica, decidió parir vaginalmente después de dos cesáreas y, por si esto fuese poco, tocar un ratito los testículos del jefe de servicio de turno por el camino, ya que estaba por allí. A continuación, os transcribiré, tal cual tuve el honor de leerla redactada por ella misma, la entrevista que mantuvo con un cachocarne jefe de servicio de cierto gran hospital de nuestras Espeins y olé. No dejéis de admirar su ingenio, su poderío y su arrojo heroico a la hora de poner en su sitio a semejante engendro batiblanqueado... Como siempre, mis comentarios en rosa chicle y, en este caso, manchados de babas por la admiración.

Os escribo en esta oportunidad para comentaros mi último encuentro cercano con un ente del personal sanitario del Hospital XXXX. Aunque, finalmente, sé que no me llevaré en este hospital el embarazo/parto, tuve que ir a visitarlo por mera necesidad. Sin intención, debo aclarar, salió el tema del PVD2C, así que este relato va más bien a modo informativo en cuanto hasta qué punto  pueden llegar algunos funcionarios sanitarios a los que nos vemos obligados a encontrarnos. Trataré de ser breve.

Antecedentes:
Decidí cambiar de ginesaurio para la consulta de las 20 semanas debido a los comentarios inapropiados de mi anterior ginesauria respecto al PVD2C, pensando quizás en que comenzar de cero con otro me traería menos dolores de cabeza y para ello me propuse no sacar el dichoso tema del PVD2C.

Hechos:
Asistí a mi consulta, como ya os dije antes, por mera necesidad, ya que se trataba de la consulta post eco de 20 semanas y aún no tengo decidido un gine/matrona/hospital con el que hacer mi parto. Pues luego de revisar que todo estaba correcto, el ginesaurio me preguntó acerca de la situación de mis dos cicatrices anteriores, a lo que yo sorprendida le respondí muy inocentemente (lo siento, no fui capaz de contenerme): "¿por qué, vamos a intentar un PVD2C?" La sonrisita irónica del susodicho me bajó de la nube rápidamente y segundos después me contestó muy tajante: "¡bajo mi responsabilidad jamás!"

Acto seguido, el ginesaurio procedió a la respectiva explicación de madre desangrada/niño muerto (numerito que parece practican todos en la facultad) (sí, creo que es un pack formado por dos asignaturas troncales llamadas "Acojone de gestante I" y "Estadística I: interpretación libre"), a lo que no me pude callar y procedí a refutar con las conocidas (aunque no por él) recomendaciones de la OMS y las más recientes de la SEGO, entre otras varias. Su respuesta en pocas palabras: "esas recomendaciones me las paso por el forro". (No nos extraña, querida V. Es más, tampoco nos extrañaría si dijeses que se bajó la cremallera del pantalón y se hizo pis en tus papeles para marcarlos al más puro estilo león africano)

Continué refutando sus inagotables motivos de cesárea con las estadísticas de 1% de roturas uterinas y me dijo que eso no era aplicable a España, y lo comparó con la calidad/cantidad de operaciones de mamas que se hacen en mi país (Venezuela) con las que se hacen aquí, incluso se atrevió a poner de ejemplo mis pechos en varias oportunidades (!), lo que consideré muy inapropiado y pensé que a este señor su madre no le dio teta de pequeño y por eso ahora tiene esta extraña fijación. (¿Y no te dio a ti por poner su picha de ejemplo? No sé, algo del estilo de "querido ginesaurio, su cerebro debe de ser, sin duda alguna, de las mismas dimensiones que su aparatejo genital, porque hay que ver cuánta tontería le cabe en la cabeza y qué cojonazos tiene para soltarlas sin rubor ni apuro")

Para haceros más corto mi encuentro voy a resumir tres frases que durante la discusión me dejaron atónita, creo que motivadas por la desesperación de este ginesaurio al no encontrar recursos suficientes para convencerme de que me deje rajar la panza, y a las que no pude dejar de responder con sonrisa irónica y voz simpaticona: (you are a Lady, honey... Yes you are!)

Ginesaurio: - Señora, si usted fuera mi mujer, yo le anestesiaría mientras duerme y le haría la cesárea sin que se enterase.
Vero:  -¡¡Gracias a Dios que no soy su mujer!! Claro, como no es a usted al que le cortan la barriga, es fácil decirlo, ya quisiera verle en mi lugar y me dirá usted si continúa pensando lo mismo.
Lady Vaga: ¡Y yo me cagaría en su p*** padre y le cortaría las pelotas mientras duerme! O no, mejor bien despierto y sin anestesia, por capullín...

Ginesaurio: - Yo en su lugar me iría calladita al hospital y dejaría que me operaran.
Vero: -Sí, claro, eso es lo que les gusta a todos los médicos, pacientes que sigan sus órdenes como borregos sin cuestionar ni preguntar.
Lady Vaga: Yo en su lugar miraría dos veces antes de cruzar la calle, no sea que tenga un accidente. Que no vale usted ni para gángster de segunda regional. Es que, además de feo, es usted tonto.

Ginesaurio: -¿Y es que tú crees que si tienes un parto vaginal no te van a tener que cortar igual? ¿No es mejor que te corten en la barriga que en la vagina? Porque ahí ya tienes una cicatriz...
Vero: -Pues que yo sepa, las episiotomías sólo son necesarias en un porcentaje muy pequeño, yo prefiero un desgarro a que usted me corte la vagina.- (bueno, aquí mejor ni os digo cómo se puso el ginesaurio, su cara se encendió de todos colores como si yo estuviese maldiciéndole)
Lady Vaga: Me reafirmo en mi parrafada anterior: es usted tonto y feo, no sabía que hace medio siglo ya había experimentos genéticos con humanos al más alto nivel... Y que de ellos salían detritus como su exquisita persona...

Este encuentro surrealista duró aproximadamente una hora, en la que sus argumentos no fueron ni remotamente convincentes. Incluso al salir y meditar sobre la conversación, si es que se le puede llamar así, le pillé mintiéndome en cuanto a las roturas uterinas vistas por él. 

Lo que me indigna de todo esto es que tengamos que pasar por estas situaciones tan desagradables cuando se supone que deberían acompañarnos, comprendernos, escucharnos y aconsejarnos en esta época tan especial como es el embarazo. Me indigna que sean tan prepotentes, que no se quieran reciclar, que se crean dueños de la verdad y sean tan poco humildes... 

Está de más deciros que no vuelvo a pisar la consulta de este señor en mi vida, y que próximamente recibirá una queja / plan de parto subversivo con alusiones personales incluidas.

¿A que os habéis hecho súper fans de la genial V.? Yo es que le daría un besazo de tornillo si no fuese porque eso de la barra de labios que no mancha es una vulgar mentira publicitaria... Pero, bueno, no quiero dejaros en ascuas más tiempo, así que aquí tenéis el final de la historia, contado por ella misma en breve alocución:

Solo mencionar el final, en el que no hubo úteros rotos, ni muertes, simplemente un pvd2c hospitalario que no fue perfecto, pero sí muy humano y disfrutado, con un niño bien gordito (4.200gr) como trofeo, muestra de que sí podemos parir.

Di que sí, reina. Yes we can. Y hasta aquí puedo leer. Qué gozada de historias con final feliz, ¿verdad? Ahora sería absolutamente encantador que te pasases por el hospital en cuestión a decirle al jefe de servicio que te pasas su protocolo, su prepotencia y su desfase por el arco del triunfo, por ese mismo por el que tu hijo nació sin tijeras, bisturíes ni zarandajas quirúrgicas.

Se despide, feliz como una emperatriz,
Lady Vaga,
la diva que divaga.



15 comentarios:

  1. que bien que todo saliera genial... el personal sanitario deja mucho que desear...

    ResponderEliminar
  2. Me ha encantado el relato y Lady, cada día me hago más fan de tu estilo para relatarnos los avatares ginecológicos de la woman de hoy en día. ¡Besos!

    ResponderEliminar
  3. Cito: "lo que consideré muy inapropiado y pensé que a este señor su madre no le dio teta de pequeño y por eso ahora tiene esta extraña fijación." lo siento, pero no he podido reprimir una carcajada en alto, de verdad, me quito el sombrero ante ambas, es la 1ª vez que entro y comento, me alegro que todo os haya ido bien a las 2 con vuestros PVDC, lo lamentable es que esto sea fiel reflejo de la realidad, y que tengamos que ir con la escopeta cargada y la sonrisa puesta en plan Pantoja: "dientes, dientes", a mi me tocó en la última revisión de la semana 40 una niñata de apenas 30 años (yo rondo los 40) pija-estirada-collar de perlas incluido-verídico, que me dijo textualmente: "ahora te bajas las bragas que vamos a hacerte un tacto y una eco para ver al feto", y yo muy digna: "la eco sí, el tacto no", y ella: "te bajas las bragas, es para ver cómo está el feto", y yo: "sí, el BEBÉ, puedes verlo en la eco, y las bragas tardó un año mi marido en bajarlas, vas tú a conseguirlo en la 1ª cita", y ella (mega muerta de varios colores): "En la próxima no te libras (semana 41) y ya te acostumbrarás que en el parto te vas a cansar de que te metan mano" y dirigiéndose a la becaria-vestida-de-azul (la matrona se esfumó con una risa contenida:"a Ésta, usease mua, la atiendes tú, que me ha salido respondona y contestataria", y Múa: "se ha leído Usté el informe?", Megapija: "Yes" (literal), Mua:"Pues entonces no tendría que explicarle a usté, que con estreptococo positivo no se toca por peligro de infección y de rotura de membranas" (chúpate esa), MP: "Y tú ¿cómo sabes tanto?", Muá: "Una que fue al cole y aprendió a leer, oyes" (mi abuelo es médico, juego con ventaja, lo sé, pero te he dejado mueta!), MP se dirige nuevamente a la becaria: "lo dicho, la atendiendes tú", matrona en esquina intentado evitar el descojone, me mira, me enseña eco, llama a MP para comprobar, muy digna dice:"AHÁ" (literal), Becaria: "todo bien", y Muá: "Gracias, muy amable, tú", y me levanto y me dirigo a la puerta, MP:"Nos vemos la semana que viene, y vete concienciando...", y Muá: "Ahá, y usté también" (dientes, dientes)

    Un abrazo, y espero que esto se vaya convirtiéndo sólo en anécdotas y se aleje de la realidad,

    Verónica

    ResponderEliminar
  4. Querida Anónima:

    Me alegro muchísimo de que te haya gustado la experiencia de mi amiga V. y de que seas tan absolutamente genial y resolutiva, tu comentario ha marcado un doce sobre diez en la escala de mi Descojonómetro... Por favor, por favor, por favor, ¿me dejas publicarlo como una entrada independiente? Por supuesto, dando tu nombre o el pseudónimo que más te plazca... Pero es que esto merece ser leído por todo el que entre aquí...

    ¡Di que sí, di que sí, di que sí! ¡Anda, venga, porfiiiiiiii!

    Besos de súper fan,
    Lady Vaga.

    ResponderEliminar
  5. Querida Raquel G.:

    Yo estoy convencida de que hay muchos grandes profesionales sanitarios que hacen un excelente trabajo. Lamentablemente, cuando nos encontramos con los malos es muy difícil acordarnos de los que lo hacen bien... Y tenemos la obligación de contarlo para que se sepa.

    Besos reivindicativos,
    Lady Vaga.

    ResponderEliminar
  6. Querida Mo:

    Todo el mérito es de la simpar V., en este caso yo me he limitado a reproducir lo que ella en su día transcribió y a añadir mis impresiones. Es una gran mujer.

    Besos honestos,
    Lady Vaga.

    ResponderEliminar
  7. Síiiiii, qué honor! graciassss miles!!

    Lo triste es que fuese verdad, lo bueno es que mi niño decidió nacer (hace casi año y medio) en la semana 40+6, en un respetado parto en Jarrio a 200 KM de casa, pero el viaje mereció la pena y mucho.

    Than´U y un abrazo emocionado,

    Verónica (es mi verdadero nombre y lo puedes poner, si quieres así)

    ResponderEliminar
  8. Si no fuese porque la Constitución lo prohibe, en un arranque de rabia al leer estas experiencias, organizaría un grupo paramilitar que se encargara de esta gentuza. Es un peligro acudir al médico estando embarazada. Es que están matando mujeres con innecesarias a porrillo...no puede ser!

    ResponderEliminar
  9. Patético el ginesaurio, al más puro estilo del Pedernal. Lady V. le contestó magníficamente, con argumentos tan irrefutables que el carca sólo pudo salir por el camino de la fuerza verbal, tipo "si fueras mi mujer te hacía la cesárea durmiendo".
    Qué difícil es encontrar un gine que admire tu embarazo y te dé cariño y apoyo para ayudarte a vivir con gratificación una época tan bonita.

    ResponderEliminar
  10. Me encantan estas historias, por el final digo, porque lo que tuvo que escuchar hasta llegar ahí me pone mala. ¿Pero quiénes se creen que son? Ggrrrr.

    ResponderEliminar
  11. OMG, lo que hay que leer! Ojala algún día los ginesaurios se extingan de verdad, porque vaya tela!!!

    Me alegro muchísimo del "happy ending", pero digo yo, ¿no sería mejor sacar a la luz el nombre de ese "gran" hospital"? Así el resto de mujeres estarían prevenidas de a dónde NO tienen que acudir. Porque para ir a algunos sitios y pasar un mal trago...

    Por ejemplo yo echo pestes de La Paz. Estaba en la semana 39 y fui a que me hicieran una monitorización, y cuando me iban a dar el informe le digo al enfermero "Todo bien??", y me contesta dubitativo: "Sí... todo bien, lo que pasa es que no estás de parto, así que te vamos a citar el próximo 5 de octubre para hacerte una inducción". Y yo ojiplática: "¿¿¿PERDÓN???". Y con sus dos cojones va y me suelta: "Sí claro, ya pasas la semana 40 y hay que inducírtelo".

    Yo claro, flipando, le digo, "pero si estoy en la 39!", y me dice "Cómo? Pero tu última regla no fue el 19 de diciembre?" Y le digo: "NOOOOOOO, el 19 NO, el 29!!!!"

    Es que manda huevos, ya me querían programar una inducción porque se habían equivocado al poner la fecha de la última regla. Mira, salí de allí que me temblaba todo del susto, y del susto pasé a un cabreo impresionante... Menos mal que mi historia también tuvo "happy ending", porque no sólo no se retrasó ni me tuvieron que programar inducción alguna, sino que se adelantó unos días y pude elegir el hospital en el que quería dar a luz (que, obviamente, no fue La Paz).

    ResponderEliminar
  12. Querida Bel:

    Antes de nada, es un honor y una alegría recibirte en este mi humilde blog. No suelo decir el nombre de los hospitales donde suceden estas cosas así en abierot, pero siempre los revelo a quien me escribe en privado, porque quienes me cuentan sus historias así lo piden. Sin embargo, terminan haciéndose conocidos a fuerza de dar datos (todo el mundo sabe ya cuál es el Hotel Espe y qué nombre se esconde tras el Hotel Stanley, jajaja).

    Es una duda recurrente en el blog y no sé si algún día llegaremos a un acuerdo, porque incluso en los sitios donde peor lo hemos pasado algunas de nosotras, otras han vivido experiencias positivas y, claro, no es justo generalizar (aunque a veces a mí me dan ganas). Pero de momento, como la historia de V. llegó a buen puerto, te diré que esto sucedió en ese sitio donde se confunden con la FUR.

    De todos modos, sigo sin entender por qué hay que inducir un parto en la 40. Barrabasadas como esa se cometen a diario (por suerte, con frecuencia decreciente) y luego se extrañan de los índices de fracaso de inducción y consiguiente cesárea... Buf...

    por cierto, me alegro tremendamente de tu "happy ending" y de que no fueses a ese sitio a parir. Te deseo grandes alegrías (que las tendrás) en esta preciosa etapa que emprendes como madre.

    Besos puérperos,
    Lady Vaga.

    ResponderEliminar
  13. Lady Vaga estoy enganchada a tu blog lo confieso!! Tu mezcla de ironía, templanza y humor me encantan!! A colación de las PVD2C yo tengo otra frase estrella de un ginesaurio de una provincia manchega que tristemente no tuvo happy ending...bueno sí porque mi amiga R. tiene una hija preciosa pero tras una tercera inne-cesaria. La frase épica fue: mira bonita aunque vinieras con la cabeza en la vagina te la empujábamos para dentro para hacerte la cesaréa, no tegas ilusiones. Ale! y se quedó tan agusto.....Claro que allí debe ser lo habitual porque la niña quedó ingresada por ictericia y cuando ella entraba a darle el pecho y la miraba púerpera y emocionada quedándose embobada la enfermera de turno le metia prisa porque allí estaba para darle la teta y no para deshacerse en mimos innecesarios. Todo un reguero de empatía......en fin, me alegro de que la luche continúe y espero que cada vez haya más historias con final feliz. Besos puérperos (hace 5 meses q nació mi nena y aún me siento así) y expectantes al cambio. (Gemma y la Manada, tambíen de RedMamis ;))

    ResponderEliminar
  14. Ayyy querida Lady mia, que historias para no dormir contamos si nos ponemos eh!! Estoy flipada con lo que cuenta Gemma (amiga mía, por cierto), Verónica, mejor conocida como Anónima jaja, y Bel. Me gusta leer que hay gente que cree que hacer esas cosas no está bien, pero no me gusta que haya tantísimas!! Da susto. Yo quiero saber todos los nombres de los hospitales, a ver si te mando un privado y me entero ;). Yo me fui a 50 km a parir, porque los hospitales de la capital de donde vivo no me hacían ninguna gracia.. Al final bien, pero el próximo en casa, que seguro que es 100% como nosotros queramos.
    Te mando besos dulces (del roscón de reyes)
    Anabella

    ResponderEliminar
  15. Ah, y estoy de acuerdo con Susana, yo también organizaba un grupo paramilitar de esos jijiji (me sale la Paquita que hay dentro de mí)

    ResponderEliminar

Estaré encantada de leer tu mensaje, pero asegúrate de mantener el buen tono y la high class que caracterizan este humilde blog. Si me sueltas una grosería, es posible que la borre o, peor aún, que te conteste. A tu elección lo dejo.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...