viernes, 22 de julio de 2011

Nosotras y vosotros

Queridos, hoy me dirijo a vosotros, con permiso de las féminas presentes, para arengaros sobre un tema que periódicamente me satura las entendederas. Por supuesto, mi perorata es válida también para parejas en las cuales ambos miembros pertenezcan al sexo femenino; en ese caso, se aplica a la parte no embarazada del binomio, si es que se siente identificada con lo que a continuación expondré. Permitidme, no obstante, que haga uso del masculino plural como vocativo, por aquello de generalizar.

Queridos, tenéis en casa a una mujer embarazada y no es una mujer cualquiera: no solo porque es la vuestra, sino porque es una persona en la cual el embarazo ha despertado inquietudes y ganas de saber más. Cada poco, vuestra media naranja aparece por el salón esgrimiendo un nuevo libro en el que se explican las tropelías que se cometen en la atención al parto en nuestro país o se saca de Internet un artículo con datos estadísticos sobre la temida episiotomía. Algunas, incluso, os envían correos electrónicos al trabajo para que os paséis por este o aquel foro, ¡como si vosotros no tuviéseis de qué preocuparos!

En efecto, a vosotros, queridos hombres, os corresponde encargaros de la logística. En nuestra dulce espera, pretendemos que os curréis la pintura y la decoración de la habitación del nasciturus, que aprendáis a montar el carrito en dos golpes, que compartáis nuestra ilusión por comprar bodies enanos y patucos tamaño pulguita, que disfrutéis de cada patadita y que os emocionéis en las ecografías. Y lo hacéis, vaya si lo hacéis. Me atrevo a decir que el 99% de vosotros lo hace mejor que bien, divinamente. No tenemos queja en ese aspecto, nos cuidáis fenomenal.

Sin embargo, a veces nos sentimos un poco solas en ciertos aspectos. En parte, esto es inevitable, puesto que, por mucho que os esforcéis, al fin y al cabo somos nosotras las embarazadas y las futuras parturientas que entrarán por la puerta de un hospital, cargadas con la bolsa de nuestros propios miedos mientras vosotros cargáis con la de la ropa y accesorios varios. Somos nosotras las que se expondrán a las manos de extraños, manos que hurgarán en nuestras vaginas, que nos inyectarán hormonas sintéticas y opiáceos, que nos sujetarán para mantenernos tumbadas en una camilla... Manos de extraños que enarbolarán unas tijeras acercándose a nuestros genitales o un bisturí para abrir nuestros vientres.

Vosotros, queridos varones, saldréis físicamente sanos del parto (a menos que os dé por liaros a tortazos con los médicos, lo cual puede terminar en la comisaría con un ojo morado y no os recomiendo, por cuanto vuestra chica os necesita a su lado), cualquiera que sea su desarrollo último, pero nosotras a veces tenemos miedo y solo vosotros podéis ayudarnos. Permitidme, pues, que os dé unas cuantas recomendaciones para acompañarnos durante el embarazo y el parto, aunque estoy segura de que muchos de vosotros ya las conocéis y aplicáis:

En el embarazo:
  • Mostrad interés: si vuestra dulce y preñada mitad os facilita textos que a ella le han resultado interesantes o ilustrativos, por favor, leedlos. No nos vengáis con eso de "no tengo tiempo" o "hazme tú un resumen"; preferimos que nos digáis abiertamente que lo leeréis más tarde y que lo hagáis de verdad... Ah, y esperamos charlar sobre ello unos minutitos cuando le hayáis echado un vistazo, así que no hagáis trampas.
  • Informaos: si algo de lo que os hemos contado despierta vuestra curiosidad, buscad información por vuestra cuenta. No os imagináis la alegría que da que llegue nuestro súper macho y nos diga "mira lo que he encontrado, creo que nos va a ir fenomenal para el embarazo/ el día del parto / la estancia en el hospital". Nos hace sentir que estáis implicados (lo cual no dudamos, pero no está de más reforzar esa sensación); recuerdo perfectamente la alegría que me dio Lord Muchomacho cuando le pillé leyendo las recomendaciones de atención al parto elaboradas por la FAME...
  • Creednos: en nuestra búsqueda de información, habrá momentos en que os contemos cosas que os resultan increíbles. Pensaréis que es imposible que en España se atiendan tan mal en general los partos, o que nadie puede realizarnos una episiotomía sin consultarnos antes, o que si se pincha oxitocina es porque las mujeres no dilatamos igual que nuestras abuelas... Por favor, pensad dos veces antes de desacreditar nuestras fuentes sin siquiera haber leído la información que manejamos. Es muy desesperante sentir que tu pareja piensa que se te está yendo la cabeza. Y si queréis rebatirnos, hacedlo con los datos en la mano, documentaos. Que no parezca que nos decís que no simplemente por decirlo.
  • Acompañadnos: nos gusta que vengáis con nosotras a las visitas, siempre que podáis, porque así nos sentimos apoyadas y poderosas, sobre todo si hay que tocar temas delicados con el médico o la comadrona. Eso sí, no hace falta que vengáis si os pone muy nerviosos la confrontación, si sois de los que piensa que el médico lo sabe todo y nosotras tenemos que dejarnos hacer o si a la salida vais a meternos miedo con algo de lo que nos hayan dicho en consulta. En esos casos, casi preferimos ir solas y ahorrarnos una discusión.
  • Relativizad: entended que los médicos no son omniscientes y que no pueden sentenciarnos antes del parto. Que nosotras no somos ni unas locas ni unas inconscientes si nos negamos a que nos programen una cesárea, a que nos hagan determinada prueba que consideramos prescindible o a ponernos epidural según entremos por la puerta. Somos vuestras mujeres, nos hemos dedicado muchos meses a buscar información y queremos que nos ayudéis.
  • No nos juzguéis: nada nos hace sentir peor que escuchar comentarios del tipo de "con tu resistencia al dolor, necesitarás la epidural enseguida"; "mi hermana ha tenido tres cesáreas y está divinamente, no pasa nada"; "¿pagar un parto en casa? ¿Y si a la tercera contracción no aguantas y tenemos que ir al hospital?" 
  • No nos encasquetéis vuestros miedos: sabemos que los tenéis y no nos importa compartirlos y hablarlos, pero no nos los impongáis. Tenemos bastante con lidiar con los nuestros.
  • Confiad en nosotras: nuestros cuerpos son perfectos, el resultado de miles de años de evolución. Podemos parir, si nos dejan, y queremos hacerlo acompañadas por vosotros.
En el parto:
  • Sed nuestros guardianes: nosotras vamos a estar pendientes de otras cosas (nada, una pijada, el niño este que se empeña en nacer, querido), así que necesitamos que vosotros nos cuidéis y nos ayudéis a aislarnos del entorno. Parimos mejor si podemos centrarnos en lo que está sucediendo en nuestros cuerpos y evadirnos cuando llegue el momento. Os toca preguntar quién es ese que entra por la puerta y a qué viene, qué líquido llevan en esa bolsa y para qué sirve, os toca pedir que bajen las luces, que cierren la puerta y que nos den intimidad...
  • Sed nuestros pilares: nosotras no estamos para pensar, no nos lo tengáis en cuenta. Necesitaremos apoyarnos en vosotros para pasar las contracciones, o que os vayáis a la otra punta de la habitación. Que nos masajeéis la zona lumbar, o que no nos toquéis. Que nos susurréis al oído lo bien que lo estamos haciendo, o que os calléis y paséis inadvertidos. Por favor, entendednos y no os mosqueéis, os garantizamos que el resultado valdrá la pena.
  • Defendednos: si ya hemos dicho "no" a alguna intervención o si hemos pedido algo que tardan en suministrarnos, haced valer nuestros derechos. Decidle al profesional de turno que "no means no" y no dejéis que os pongan en nuestra contra. Recordad que confiamos en vosotros y que estamos juntos en esto.
  • Poneos en nuestro lugar: las "perrerías" nos las vamos a llevar puestas nosotras y son para toda la vida, así que entended que no las queramos a menos que sean absolutamente necesarias. Imaginad que alguien os hiciese un generoso corte en los genitales con unas tijeras... Ouch, ¿verdad? O que os abren la barriga, os separan los abdominales por el medio y os cortan el útero para sacar al bebé... ¿No os mareáis de imaginarlo? O, simplemente, y usando una comparación muy burda, que varias personas diferentes os meten una mano por el backdoor para ver si ya estáis listos para el parto... Comprended que no son prácticas precisamente agradables y que nos da miedo que nos las hagan sin necesidad.
  • Quedaos a nuestro lado: a menos que os pidamos lo contrario, quedaos con nosotras. Nos gusta vuestra presencia y queremos que presenciéis el nacimiento de vuestros retoños. Intentad estar con nosotras incluso si es necesario hacernos una cesárea, no sabéis cuánto se agradece vuestra compañía en instantes duros.
  • Protegednos: cuando estemos en la habitación con nuestro pequeño, ayudadnos a mantener a raya a las visitas pesadas y no dejéis que nadie se lleve al bebé para nada. Si hay que hacer alguna prueba fuera de la habitación, id con él y no le perdáis de vista. Nos gusta veros ejercer de súper-papás y lo hacéis genial.
Seguro que se me olvidan muchos puntos, pero estos son los que me han parecido más importantes en una primera reflexión. Espero que os sea útil la parrafada de hoy y, si no, que la utilicéis como laxante o limpiador en el excusado si es que ya la habéis impreso, que no está la cosa para desperdiciar el papel.

Se despide, preñada hasta el píloro y encantada con su compañero,
Lady Vaga,
la diva que divaga.

30 comentarios:

  1. Lady, tus palabras deberían darse en un impreso en la primera visita a la comadrona.
    Alguno (y no miro a nadie!!!) no cree que compartir la lectura de artículos sobre maniobras extrañas en los paritorios (ejem ejem) sea un momento de lo más "ameno".

    Besos airados.

    P.D.: El resto de los puntos, los cumplió como un jabato.

    ResponderEliminar
  2. Esto me lo imprimo y me lo guardo para dentro de unos años. Ya vale también de hombres de Cromagnon, no? Sigo diciendo que necesito tu radar!

    ResponderEliminar
  3. Lady, He llorado un montón... porque mi costi no me hace ni puñetero caso. Se lo enviaré, pero se lo pasará por el forro como todo lo que le envío sobre el monotema.

    ResponderEliminar
  4. Me ha encantado que hayas escrito esto. Nada más acabar de leerlo, se lo he pasado a mi señor esposo (que, por cierto, ha preguntado que dónde has escondido la cámara con la que le vigilas jajajaja). Él se está implicando mucho en el embarazo, pero más de una vez ha soltado eso de "luego lo leo" o "hazme tú un resumen". Creo que a partir de ahora, verá este proceso con otros ojos :-D

    Gracias, Lady, por ayudarnos a hacer que nuestros esposos vean un poco más de luz jejejeje Un besote!!!

    ResponderEliminar
  5. El mío siempre ha pasado de mis foros y hierbas raras, siendo además compañero de oficio, lo tenía muy crudo a la hora de convencerle de que tal o cual cosa no se debe hacer en un parto. Cuando intento ponerme en su pellejo, comprendo que para muchos lo ideal sería que su pareja entrara por la puerta del hospital cómoda y estupenda, y en fracciones de segundo diera a luz de la misma manera, cómoda, estupendamente y sin despeinarse, fuera por la vía vaginal, abdominal u ótica, les da igual, pero que no sufra. Y no es por ahorrarse horas y horas de incómoda y desesperante dilatación, que ahí al menos el mío, y la mayoría de los padres que vi en mi corto paso profesional por partos, cumplen como se espera (aunque mi marío todavía me recuerda que le tuve toda la noche sin un café). No. Ellos sufren, se ponen nerviosos, y lo pasan fatal viendo a su compañera revolverse como la niña del exorcista cagando un melón, saberse responsables de esa situación y no poder hacer nada. Los masajes y paseos les parecen mariconadas: ellos lo que quieren es una inconsciencia total (mi consorte, cuando le anuncié en el primer parto que quería la epidural, me dijo aliviado que no, que dos: una para mí y otra para él, y en el segundo, que no la quise, se la hubiera puesto de verdad, porque tenía lumbalgia y no me lo dijo)

    Es fantástico el resumen que has hecho, coincido con que deberían darlo a todos los padres con la cartilla maternal. Al mío, al final, después de verlo mirar con desconfianza hasta el somero y light plan de parto que llevé al parto de la chica (natural, cuatro horitas, a pelo y el mayor pelotazo de mi vida) le resumí lo que esperaba de él:"Nene, sólo te pido que si ves que cogen las tijeras, le des una patá a las mismas" XD

    Saludos,

    Carmen

    ResponderEliminar
  6. Amén!! Yo todavía no estoy embarazada (espero estarlo pronto) pero lo voy a imprimir y se lo voy a pasar a mi costillo para que vaya cogiendo recorte. Incluso creo que lo pondré en la nevera. Lo has explicado genial!

    ResponderEliminar
  7. Estoy convencida de que Lord Muchomacho lo aplicara a la letra! Besos guapisima!

    ResponderEliminar
  8. Chapó Lady, si alguna vez le hago caso al costillo e intentamos que venga un Adán porque ya tenemos dos Evas, lo voy a imprimir y pegar en la nevera...para que lo lea y aplique todos los días de esas maravillosas, pesadas, nerviosas, agotadoras 40 semanas.

    Biquiños
    Laurana

    ResponderEliminar
  9. Cuán sabias palabras milady. Llevas todo el camino de convertirte en una gurú del embarazo y parto... Primero un inspiradísimo texto dirigido a los ginesauros, pa' que nos dejen parir como queramos y ahora este manifiesto de cómo materializar sus buenas intenciones para nuestros compañeros... No puedo más que decir #soyfan :))
    Besos admirados

    ResponderEliminar
  10. Guía sucinta del pater embarazado. Qué crack eres, jani. Me ha encantado.

    En realidad es que el papel del padre en el embarazo/parto/post-parto es harto complicado, nowadays.

    El padre ha pasado de un papel que ni de actor secundario, no se le permitía formar parte de. Vamos, que era espectador y point ball; y ahora, suddenly (como en Yesterday) se le pide que haga de todo. Se sobreentiende que debe hacerlo... pero muchas veces nadie le dice ni qué ha de hacer, ni cómo ha de hacerlo. Y nosotras, que a veces somos muy nuestras (pa qué negarlo), damos por sentado en que van a estar a la altura de las circunstancias sin decirles en ningún momento por dónde vienen los tiros.

    Mi cari, que es mu apañao y me sigue la corriente casi siempre (por aquello de darme la razón como a los locos, ¡je!), en el segundo embarazo se puso las pilas a tope, ya que el primero fue cesárea y, por lo tanto, también se lo perdió.

    El segundo parto, como sabes, fue en casa. Nos llevaron el embarazo y parto en un centro de salud familiar mu apañao en el que había clases de preparación al parto para padres exclusivamente. Un hombre, que había recibido a sus dos hijos en casa, llevaba un grupo sólo de hombres, en el que podían hablar y compartir sus miedos e inquietudes, compartían bibliografía, se pasaban enlaces y esas cosas.

    Porque pasa una cosa: nosotras, por lo general, llevamos la voz cantante en esto (joder, claro, se trata de nuestros cuerpos); pero ellos tienen que ir haciendo su propio camino personal, que, a mi entender, siempre va un paso por detrás. Y no lo digo como algo negativo, ¡ojo! Me refiero a que la primera que toma la decisión de que quiere un parto así o asá es la mujer; ésta lo comunica a su compañero y, a partir de ahí, él empieza su propio camino, personal e intransferible -cual credit card-; su vivencia del embarazo.

    Pero está bien, está muy bien, que sepan de entrada por dónde van a ir los tiros; lo que esperamos (y lo que no) de ellos from now on. Y este post que has escrito es como un pequeño tesorito que seguro les ayuda a clarificar un poquito las cosas.

    Besos de groupie,

    Miss Ebony.

    ResponderEliminar
  11. Querida Anahí:

    Me alegra que te guste.

    Besos autocomplacientes,
    Lady Vaga.

    ResponderEliminar
  12. Querida Nereites:

    Pues la verdad es que yo también echo en falta que la "educación maternal" se amplíe a nuestros costillos, si va encaminada a apoyarnos y no a meternos más miedito ;)

    Claro que tu amore cumplió como un jabato, yo creo que el 99% de los hombres se esfuerza cuanto puede y nadie es perfecto.

    Besos parejiles,
    Lady Vaga.

    ResponderEliminar
  13. Querida Drew:

    Yo te dejo el radar si quieres un par de semanitas, que últimamente le doy poco uso (desde hace diez años, más o menos), pero no te garantizo los buenos resultados... Hasta encontrar a Lord Muchomacho me tocó besar algún que otro sapo y nada, oye, no se convertían en príncipe ni con lengua.

    Besos anfibios,
    Lady Vaga.

    ResponderEliminar
  14. Querida Seila:

    Me acordé de ti al escribirlo; es un tema que hace tiempo tenía ganas de tocar y tú terminaste de hacer que me decidiese. Espero de corazón que tu chico se dé cuenta de lo importante que es para ti su apoyo y cambie el chip. Si ha sido lo bastante inteligente para escogerte como compañera, no dudo que también lo es para darse cuenta de que él es una pieza fundamental en el camino que estás andando.

    Besos para ti y para él,
    Lady Vaga.

    ResponderEliminar
  15. Querida Anuda:

    Me alegra que te haya gustado el post, pero no pienso decirle a tu marido dónde le he puesto la cámara, ¡nooorl! Muchomacho me está diciendo que lo de "hazme un resumen" es "por ir al grano, no por ofender", pero no cuela: que lean, hombre ya ;)

    Al menos, tu marido verá que no eres tú la única "plasta": al menos somos dos ;)

    Besos cómplices,
    Lady Vaga.

    ResponderEliminar
  16. Querida Carmen:

    Estoy completamente de acuerdo contigo, ellos al fin y al cabo darían lo que fuese por no vernos sufrir, nos quieren y lo pasan fatal si creen que podríamos estar mejor en esos momentos.

    Estoy segura de que, poco a poco, ellos también entenderán que el dolor del parto no implica necesariamente sufrimiento, sobre todo si no se nos realizan intervenciones prescindibles.

    Me encantó que le dijeses lo de las tijeras, la pena es que no adjuntes un vídeo con la cara que se le quedó al oírte. ¡Ya me lo imagino en plan karateka plantando cara a la comadrona de las tijeras!

    Besos optimistas,
    Lady Vaga.

    ResponderEliminar
  17. Querida Anónima:

    Gracias por la visita y por tu amable comentario; espero de corazón que os sea útil a ambos y que muy pronto tengáis el positivo. Eso sí, en cuanto lo sepáis, venid a contárnoslo, ¿eh?

    Me alegro muchísimo de que estés informándote incluso antes de estar embarazada, seguro que así te ahorrarás muchas de las cosas que tantas mujeres denunciamos en espacios como éste.

    Besos esperanzados,
    Lady Vaga.

    ResponderEliminar
  18. Querida Yo y mis miniyos:

    Lord Muchomacho lo intenta al 100%, lo cual ya es, para mí, más que suficiente. Espero que, al estar en casa en el próximo parto, él pueda sentirse parte del proceso y colaborador en vez de un señor que ocupa sitio, que era lo que le hacían sentir las simpáticas comadronas y la ginesauria cada vez que me visitaban durante mi primer parto.

    Besos caseros,
    Lady Vaga.

    ResponderEliminar
  19. Querida Laurana:

    Me encanta que te haya gustado la entrada y te animo desde ya a ir a la búsqueda de la familia numerosa, ¡que seguro que te desgrava un montón! Bueno, de esto no estoy tan segura, pero si os animáis, la impresión y el plastificado corren de mi cuenta ;) ¡Toma derroche de medios!

    Besos prolíficos,
    Lady Vaga.

    ResponderEliminar
  20. Querida @Mousikh:

    Me has dejado el ego que si no le ato una cuerda se me pierde entre las nubes, nena... Pero vamos, que de gurú nada, aprendiza cada día sí. Pero si con mi experiencia puedo evitar que alguien pase por lo que me sucedió a mí, si puedo ayudar a que alguna mujer consiga su parto respetado, me doy absolutamente por satisfecha.

    Besos reivindicativos,
    Lady Vaga.

    ResponderEliminar
  21. Querida Ebony:

    Gracias por tus palabras, que siempre me alegran la mañana. Creo que tienes toda la razón en que sería ideal que hubiese más clases de preparación para ellos, pero como las que tú dices, participativas y orientadas a que ellos resuelvan sus inquietudes, y no para enseñarnos a todos a entrar en el médico de culo y con los pantalones a la altura de las rodillas.

    Me das un poco de envidia con esas clases tan chulas, porque yo también me pregunto si mi Muchomacho no preferiría a veces poder hablar con otros hombres en vez de escucharme a mí perorando once and again sobre el monotema... En la preparación a la sumisión, digo al parto, de nuestro primer embarazo, los maridos "sobraban" claramente, no se les hacía ni puñetero caso... A ver si van espabilando.

    Besos fantuyos,
    Lady Vaga.

    ResponderEliminar
  22. Queridísima Lady,

    pues la verdad es que tienes razón. Hacen falta más iniciativas de ese tipo. Yo, por lo que he visto con mi cari, sé que a ellos les tranquiliza mucho oír la experiencia del parto (sobre todo si es en casa) por boca de los padres. Sobre todo de padres que, como ellos, al principio, tenían muchas dudas o incluso estaban en contra de. Y después del parto en casa, ya no pueden concebir un parto hospitalario.

    Mi cari tuvo la suerte de poder hablar con bastantes padres que ya habían pasado por ello, y eso le infundió ánimo; y le ayudó a desprenderse de bastantes miedos.

    La preparación al parto al uso está destinada a la obediencia, a poner el cuerpo a disposición de carniceritas de marras o vete tú a saber de quién. Y eso, ni modo, chama.

    Besos, sin más.

    ResponderEliminar
  23. Yo tengo que decir que mi Lord particular sigue tus instrucciones al pie de la letra ya desde el primer embarazo, no se perdía las visitas, se perdió una porque estaba en un muestreo en el campo al que no podia faltar, escuché el corazón de Antía por primera vez, estaba de 11 semanas, y cuando se lo dije se pilló un rebote el pobre, lo curioso es que estaba en la matrona y le dije "cuando mi marido se entere me va a matar, le dije que me pesarías y tomarías la tensión y poco más" y la matrona me contestó "dile que no se preocupe que ahora escucharemos a vuestro bebé en todas las consultas", eso fue lo que le dije pero no le consoló mucho, jeje. Luego se pasaba el día poniendo la oreja en la tripa a ver si lo escuchaba, y lo hizo desde bien pronto, no se si fue imaginación o que el que la sigue la consigue, jeje.

    Me hace gracia porque está tan metido en el monotema que va por ahí haciendo comentarios sobre embarazos prolongados como normales, cesáreas innecesarias, inducciones mal hechas, etc, etc. Sólo le falta ir a las reuniones de EPEN, pero a todas las que he ido le ha coincidido con muestreos (ahora tiene que aprovechar los días libres de mami).

    Lo máximo recuerdo que fuera oirle defender la opción de cambiar de provincia para parir, me encantaba esa seguridad. Si no hubiera tenido su apoyo se que todo habría sido más dificil.

    Lorena

    ResponderEliminar
  24. Estimada Lady Vaga,
    Me quito el sombrero!
    Acabo de aterrizar en tu blog y me lo pienso leer enterito.
    Abrazos admirados!

    ResponderEliminar
  25. Querida Lorena:

    Qué maravilla de compañero tienes, claro que tú no te mereces menos ;) Me encantan los hombres "monotema", no sé, será que verles tan empáticos y concienciados "me pone" o algo... Y si encima portean, ya se me cae la baba hasta las rodillas, ¡están tan monos con sus bebés ataditos junto a ellos!

    Y sí, da gusto sentirse apoyada por nuestros chicos. A veces pienso que si él no me apoyase, igualmente haría lo que hago, pero me desgastaría muchísimo en el camino, sería como caminar sobre una lija. Creo que podemos considerarnos afortunadas, porque todavía hay muchos hombres que no entienden lo que nos pasa por la cabeza en estos momentos de nuestras vidas.

    Besos dobles, para ti y para tu magnífico costillo,
    Lady Vaga.

    ResponderEliminar
  26. Querida Magia del Momento:

    Me alegra que te esté gustando el blog y espero no defraudar tus expectativas. He visto que tú también tienes uno, pero solo se accede por invitación; yo soy muy VIP(erina), así que ya me mandarás una un día que te aburras o algo. No, es broma ;)

    Besos pijines,
    Lady Vaga.

    ResponderEliminar
  27. Distinguida Lady:
    Bajaba yo entusiasmada para ponerte un comentario de agradecido reconocimiento y por el camino he visto que contestas a todas y cada una de las que te elogian y comparten experiencias. Ostras!!! ya no sé si felicitarte por el artículo o por tu refinada educación y gentileza.
    Vamos, que vales millones.
    Un besazo

    ResponderEliminar
  28. Querida ÚterosdeGuerrilla:

    ¿Y cómo no os voy a contestar si sois todas majísimas y me alegráis el día? Solo dudo en contestar cuando es un troll desagradable el que deja un mensaje, por aquello de no ponerme a su altura. Pero vosotras os lo merecéis todo y más.

    Gracias por pasarte y por comentar; siempre es un gusto contar con tu visita por aquí ;)

    Besos luchadores,
    Lady Vaga.

    ResponderEliminar
  29. Me ha encantado, como siempre, Lady Vaga. Aunque a veces, es cierto que no tienen tiempo, el mío no leía pero escuchaba, porque con 12h de trabajo diarias no da tiempo de mucho. Por lo que se lo perdono. Con la tabarra que le dí creo que casi se sabe de memoria las recomendaciones de la OMS.

    Besitos

    ResponderEliminar

Estaré encantada de leer tu mensaje, pero asegúrate de mantener el buen tono y la high class que caracterizan este humilde blog. Si me sueltas una grosería, es posible que la borre o, peor aún, que te conteste. A tu elección lo dejo.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...