Queridas y queridos, me quedan muchas anécdotas de mi estancia en Hotel Espe para compartir con vosotros, pero poco a poco el olvido va cayendo sobre esos días (por fortuna para mí) y los detalles van viéndose sustituidos por una sensación general de neblina mental que empaña los peores momentos.
Sin embargo, todavía tengo fresco en la cabeza el domingo 27 de marzo, porque fue el día en que un simpático doctor de guardia pasó por mi habitación para la visita y me informó de que mi PCR estaba, ¡finalmente!, en valores normales. Bueno, el límite se fija en 10 (no sé si en todos los laboratorios es igual o habrá ligeras variaciones, hablo del límite que se manejaba en Hotel Espe) y la mía estaba en 10,4, lo cual era un magnífico triunfo dado que había llegado a tenerla en 99,8 apenas cinco días antes...
Este doctor, por fin, se tomó el tiempo necesario para responder a mis dudas, me dedicó esos cinco minutos que todo paciente preguntón agradece (¿ves cómo no era tan difícil, Fistrilla mía?) y me informó, ¡oh, dioses, oh, sí!, de que al día siguiente propondría mi alta en la reunión matinal. Yo no sabía qué decir, estaba boquiabierta y no alcanzaba a reaccionar... ¿Irme a mi casa? ¿Por fin? ¡No me lo creía!
Supongo que la mezcla de alegría e incredulidad que nos invadía a mí y a Lord Muchomacho era compartida por las enfermeras de planta, pero sólo al 50%, es decir, en la parte de alegría, pues veían claro después de dos semanas que se iban a librar de la preguntona de la bolsa fisurada... Todas las visitas que me hicieron el resto del día e incluso a la mañana siguiente incluían, además de la gran sonrisa con la que siempre entraban (eso no es sarcasmo, es de verdad) y el "¿qué tal estás?" (aderezado con algunos mimos extra para O. G., que ejercitaba con maestría sus dotes de seducción sobre todas y cada una de las enfermeras que pasaban por la habitación) un "bueno, que mañana te vas a casa..." que yo quería terminar de interiorizar...
Mi respuesta, invariablemente, era "bueno, mañana o el martes, no quiero hacerme ilusiones", a lo cual me respondían con contundente lógica "si ya tienes bien la PCR, has acabado los antibióticos y no has vuelto a perder líquido, ¿para qué te van a tener aquí más tiempo?".
Pero yo no me fiaba, sabía que aún me quedaba, como mínimo, un último asalto con mi archienemiga, la implacable Dra. Fistra y, como si de un combate entre Charles Xavier y Magneto se tratase, yo era, al fin y al cabo, la de la movilidad restringida y sólo podía contar con el poder de mi mente (la cual estaba cada vez más floja de energía desde hacía dos semanas), mientras que ella gozaba de todo un arsenal de objetos metálicos a su disposición.
Anda! No te hacía yo una Marvel freak!! Vas ganando puntos, doña Lady jejeje
ResponderEliminarQuerida Anuda:
ResponderEliminarMe faltan muchísimas tablas y horas de lectura para llegar al nivel de Marvel freak, pero reconozco que me encantan los comics, la ciencia ficción (y la de no ficción) y las camisetas cuanto más frikis mejor... ¿Cuántos puntos necesito para ganar unas vacaciones en otro spa más estiloso que el de Espe? xD
Besos "marvelosos",
Lady Vaga.
Estoy deseando leer el penúltimo asalto (el último, querida mía, lo escribirás en septiembre)
ResponderEliminarUn abrazo y besos babosos, ya sabes de quién ;-)
Perdona que pegue esto aquí, aver si tu, que eres tan famosa en la blogosfera puedes hacerte eco y difundirlo! en la última entrada de mi blog explico un poco más extenso, pero en definitiva es que a una madre que da el pecho asu hija de 15 meses la han separado por ser "perjudicial para la salud" MUERTAH ME HE QUEDAO!!"
ResponderEliminarSiéntolo otra vez por poner algo que no viene al cuento y que parece algo así como "de dónde vienes? - manzanas traigo" pero creo que es algo importante.
Un beso! y te digo que como he reciclado una caja para mandarte los pendientes pero quedan muy solitos, estoy metiendo más cosas!!!!!!! te gusta la mermelada de fresa casera? y la de limón?
http://nivescens.blogspot.com/2011/06/hablamos-del-derecho-del-menor.html
Queridos Anahí y sobri:
ResponderEliminarEso mismo espero yo. Y a partir de septiembre, si consigo organizarme, contaros lo difícil que es ser Vaga trabajando y con dos bebés ;)
Besos con todavía más babas,
Lady Vaga.
Querida Diana:
ResponderEliminarDe famosa no tengo nada, menos aún comparada con otras mamás blogueras full of style, pero he leído el caso de Habiba (te refieres a ella, ¿verdad?), estoy en el grupo de facebook que se ha creado, he mandado las correspondientes cartitas y espero que entre todas podamos hacer algo. También había pensado escribir algo para el blog, pero te agradezco mucho que de momento me hayas dejado tu enlace (por el cual pasaré ahora). A ver si me pongo un blogroll cualquier tarde de éstas...
Besos cabreados,
Lady Vaga.
Ah, respecto a tu cajita... Pues la verdad es que yo no soy "mermeladera", pero a Lord Muchomacho le privan las tostadas con cositas ricas por encima y ya está salivando al leer tu mensaje. No te extrañe que te pida la receta de aquí a nada xD. Por cierto, espero que me incluyas en la caja una "wishlist" con cosas que te apetecería que te enviase de vuelta ;)
ResponderEliminarBesos postales,
Lady Vaga.
Me alegro que te hayas enterado.
ResponderEliminarNo seas tan modesta, eres famosa y punto pelota.
La receta de la mermelada la tengo en el blog y es lo más fácil de hacer. Te voy a mandar un poquitín envasado en conserva para que llegue sana y salva :) y haber qué es lo que cae por ahí también...
Uy... perdón, quería decir "a ver" ... será que de tanto leer a chonis y canis se me está pegando la mala ortografía! ay... qué dolor!
ResponderEliminar