Queridas y queridos, sé que con esto del Día Mundial de los Derechos del Nacimiento he estado un poco (más) monotemática (todavía), pero la ocasión lo merece. Espero que sepáis disculpar este arrebato reivindicativo que, sin duda, se repetirá en lo sucesivo con, esperamos, gran éxito de taquilla y público.
De momento, y para relajar nuestras estresadísimas neuronas, os contaré las novedades gineco-obstétricas de las últimas semanas, es decir, qué tal va nuestro hermoso y tenaz Minimacho. La semana pasada estuvimos con nuestra comadrona de parto en casa, una mujer cuya sabiduría y experiencia le permiten estimar el tamaño del bebé simplemente palpando la barriga de la embarazada (en este caso, yo) y dar información tranquilizadora y adecuada a los más recientes estudios científicos, lo cual no es tan habitual como cabría desear en el sector.
Ayer fuimos al hospital para ver los resultados de la última analítica, pasar una consulta y comprobar el nivel de líquido amniótico (que, curiosamente, desde el día que llegué a urgencias, allá por marzo, siempre sale perfecto) en una ecografía. No me preguntéis por qué (yo tampoco lo pregunté, iba "de tranquis", muy en modo Vaga), en vez de limitarse a estimar la cantidad de líquido, me repitieron de cabo a rabo la ecografía del segundo trimestre. Durante la realización, Lord Muchomacho y O. G. estuvieron presentes (bien por el hospital, sé de otros lugares donde no dejan entrar a los acompañantes hasta que terminan, les ponen la imagen del bebé para que vean que se mueve y tal y listos) y O. G. aprovechó para derrochar encanto... Señalaba a Minimacho en las pantallas diciendo "bebé, bebé" con gran entusiasmo y cuando la doctora daba cifras ("veinticinco más tres"), él le seguía la corriente: "tuato, inco, seis"... Un bombón en toda regla, vamos.
A continuación pasamos a consulta con la doctora que me sigue en Alto Riesgo y ahí ya tuve que ponerme en modo Lady. Nos saludamos amablemente, sonreímos y nos preguntamos una a la otra qué tal estamos, me pesan y toman la tensión y comienza la charla:
- ¿Qué ha pasado con la glucosa que no te la has hecho?
- Pues eso, que no me la he hecho- sonrisa encantadora, cara inocente, pestañas abanicantes.
- ¿Y eso por qué?
- Como en mi primer embarazo lo pasé tan mal con esa prueba, vomité varias veces y me pasé el día revuelta, mi comadrona...
- Pero el cuerpo no está igual en todos los embarazos, a lo mejor esta vez no te sentaba tan mal...- Pues tómatela tú, pedorra, pienso yo, pero continúo con la estrategia dental.
- Mi comadrona- omito la expresión "de parto en casa", ella no necesita tanta información y yo me ahorro saliva- me dijo que si me daba la glucosa basal menos de cien, no me la hacía; y si daba mayor, podríamos controlarlo con glucómetro en el centro de salud, porque no tengo factores de riesgo.
- Ya, pero no es lo mismo.
¡Efectivamente! A ver, señora, de eso se trata, de que no sea lo mismo: un control bien hecho con glucómetro se basa en medir cómo metabolizo la glucosa que ingiero con mi dieta habitual y no en darle patadas a mi pobre páncreas (que no me ha hecho nada todavía la viscerita para que quiera yo vengarme) tomando una cantidad de glucosa así a pelo que dista mucho de parecerse a lo que tomo en una comida normal. Por esa misma regla, podrían ustedes comprobar si alguien tiene riesgo de infarto haciéndole correr veinte kilómetros sin agua y cuesta arriba, no sé. El caso es que no pienso hacerme una prueba llamada "sobrecarga oral" que encima no tiene siquiera valor diagnóstico. Si quiere, hágasela usted y aproveche la ocasión para untarse el brebaje sobrante en el cutis, que seguro que se lo deja divino.
Pero claro, esto no se lo digo, que tengo que ahorrar energía para futuras disputas, así que de nuevo a sonreír con todo mi seductor encanto. Ella vuelve a la carga, que también ha estado cargando las pilas:
- ¿Y con la orina qué ha pasado?
- ¿Cómo que qué ha pasado?
- Pues que diste una muestra insuficiente, aquí lo pone muy claro.
- No sé, doctora, yo les llené el botecito...- y esto es verdad, entregué mi vasito lleno hasta el borde.
- Nada, la próxima vez que te den un barreño- ríe Lord Muchomacho, que hasta el momento se ha limitado a sostener a O. G en su regazo mientras mi retoño primogénito come patatas y bebe zumo como un luchador de sumo chiquitín.
- No sé, se les caería o lo habrán perdido- concede la doctora, resignada ya ante nuestro imperturbable buen humor-. Que te dé la enfermera un bote y dejas ahora otra muestra en laboratorio.
El resto de la visita se resume en que ella no considera que Minimacho o yo corramos riesgo alguno y en que me cita el mes que viene, ante lo cual yo le sugiero que, si ya no soy de Alto Riesgo, me envíe de nuevo a mi centro de salud (más que nada, porque si al final pasa algo yo quiero que de alguna manera quede constancia de que en el hospital ya no pensaban que hubiese riesgo). Ella acepta, pues así me pierde de vista (lo cual yo le recalco en la despedida) y me pregunta qué hacemos con mi baja, para a continuación pasarle la bola a mi médica de cabecera, que decidirá el próximo lunes cuando me vea.
Desde luego, por lo que a mí respecta, alta ya, señoras, ¡alta ya! Que estoy aburridísima de darme al Dolce Far Niente y de no poder ni coger a mi hijo en brazos por prescripción médica. Denme el alta, que además ya abren la piscina y quiero llevarme a O. G. a nadar todas las tardes como pececillos hidrodinámicos. Y hasta echo de menos el trabajo, ver gente, reírme con las ocurrencias de los clientes y abroncar proveedores cuando se tercia. Pero esto no quiere decir que Lady Vaga deje de relatar sus fantásticas aventuras, no señores. No perdáis de vista el blog, que tenemos todavía tres meses por delante hasta septiembre y no me vale la excusa de "es que en vacaciones no tengo ADSL", leedme por el móvil, el iPad o por fax si es preciso. ¡Hasta ahí podíamos llegar!
Ah, por cierto: al salir vimos a la querida doctora Maja, de la cual hablaré largo y tendido en alguna entrada; la más empática y cariñosa de los médicos que me vieron durante mi relax en Hotel Espe y a la cual agradezco desde aquí su paciencia y su dulzura. Me deseó que todo me fuese bien y dijo que esperaba verme el día del parto, a lo cual yo sonreí con mi cada vez más habitual diplomacia... El día del parto no, doctora, porque tendré cosas que hacer en casa, pero unas semanitas después no dude usted de que pasaré por aquí para recordarles que no todas las fisuras de catorce semanas terminan en prematuridad por narices. Eso espero yo.
Me despido de vosotros por hoy y comienzo el tratamiento de deshabituación de mi querido sofá, compañero de estas semanas, con gran dolor de mi corazón y alegría de mis pantorrillas,
Lady Vaga,
la diva que divaga.
Me alegro de que todo vaya tan bien!! Ese Minimacho, eh,eh! Ese Minimacho, eh, eh! Y esa super mamá peleona! Un beso grande.
ResponderEliminarQuerida Carol:
ResponderEliminarGracias por la visita y por los ánimos, ya nos falta menos ;)
Besos esperanzados,
Lady Vaga.
Pues si hay que tocar, se toca, faltaría más!! ¿En tu casa o en la mía? :-)
ResponderEliminarBesos!!
jeje, sobrecarga oral. uuuuiiii. me estoy imaginando un porno con tres actores y la correspondiente sobrecarga oral. perdón, se me va la cabeza. eso, que yo tampoco me hizo la prueba y tan a gusto me quedé firmando el "La paciente (¿quién? ¿dónde hay una paciente?) rechaza la prueba" en mi historial. disfruta mucho de lo que queda de día. ¿de cuántas semanas estás ya? no vaya ser que te pases y tendrás un bebé a término, no? besos
ResponderEliminarEnhorabuena!! ayyy qué alegría me he llevado!! voy a beberme una cervecita sin a tu salud!
ResponderEliminarBesosss
Querida Anahí:
ResponderEliminarEn tu casa me apetece más, puesto que tienes la playa cerca. Cualquier día me planto a visitaros, que por falta de ganas no es.
Besos marinos,
Lady Vaga.
Querida Anónima:
ResponderEliminarYo también me imaginaba una tórrida escena tipo Jenna Jameson cuando escuché hablar de la sobrecarga oral por primera vez, ¡imagínate mi desilusión cuando supe en qué consistía!
Ah, casi estoy de 26 ;)
Pornobesos,
Lady Vaga.
Querida CLC:
ResponderEliminarTómatela, tómatela y acompáñala de unas gambitas o unas patatas bravas, ¡no te prives!
Besos a una hora muy tonta y con gusanillo,
Lady Vaga.
Me alegro de que esté todo bien, de que puedas por fin moverte, disfrutar de tu peque y hasta trabajar. Pues nada, habrá que aguantar Lady Vaga para rato... Un abrazo!
ResponderEliminarQuerida Ira, efectivamente os va a tocar soportarme todavía una temporadita ;)
ResponderEliminarBesos pertinaces,
Lady Vaga.
Enhorabuenísima!! Me alegro mucho, ahora a disfrutar de la piscina!!!
ResponderEliminarMe alegro mucho! Ahora, la cara de la ginecóloga tiene que haber sido un poema... Que pena de foto!
ResponderEliminarTu muévete de tu Diván, pero nosotras no vamos a ningún lado, esperamos tus post sin falta, eh?
Por cierto, para celebrarlo tienes un premio en mi blog :-)
ResponderEliminarMe alegro un montón, Lady... ahora a disfrutar del verano... con pruedencia, eh??? Espero tus post, entradas y lo que sea. Un beso enorme!!!
ResponderEliminarMarga
Dioooos, esas conversaciones con los ginecólogos son lo más surrealistas del mundo. El mío, bueno, uno de ellos, el más listo, me preguntó en la revisión: ¿Y cómo te encuentras?
ResponderEliminarBien, le dije, esperando algo más de concreción en su interrogatorio. Y eso fue todo su informe: la paciente se encuentra bien. Y punto pelota. Y a otra cosa mariposa.
Fliping.
Enhorabuena por el alta futurible :)
Querida Albertina:
ResponderEliminarWe'll try, we'll try. Es que nuestra piscina tiene unos horarios algo extraños, pero confío en poder disfrutarla este verano si los diez mil nenes que la frecuentan nos hacen un huequecito.
Besos acuáticos,
Lady Vaga.
Querida Drew:
ResponderEliminarSólo me das alegrías y no merezco yo tantos honores y mimos, que luego me pongo de un insoportable... Ahora me paso por tu blog con el vestido de lamé y los tacones. Por cierto, ¿has visto que blogroll más majo me he puesto ahí al lado con tu blog entre otros? Tengo que añadir muchísimos todavía, pero eso poco a poco o dejaría de ser Vaga.
Besos emocionados,
Lady Vaga.
Querida Marga:
ResponderEliminarBien sabes que tus visitas me alegran el corazón. Aún te quedan, como mínimo, tres meses de soportar a Lady Vaga, así que apoltrónate en el sofá, que aquí seguimos, dando la tabarra.
Besos machachones,
Lady Vaga.
Querida Accidental Mente:
ResponderEliminarNunca sé cómo dirigirme a ti, acabaré llamándote "Acci" cuando cojamos confianza ;) Tienes toda la razón, en consulta se producen conversaciones tan surrealistas que dan para nutrir blogs, libros, charlas de cola de supermercado (esto lo sé por el servicio de mi mansión, claro, no os vayáis a pensar) y cotilleos varios. Además, no sé por qué, pero en ginecología el cariz de las preguntas se torna aún más surrealista que en otras especialidades, ¿verdad?
Me alegro mucho de que te encontrases bien, porque no encontrarse a una misma es muy frustrante y sé de gente que ha requerido terapia.
Besos intencionados (nada de accidentales),
Lady Vaga.
P.D.: Y ahora me voy a poner tu blog en el roll. ¡Suena como a canción americana! xD
Hola guapa! Te acabo de conocer y ya estoy apuntadita ;-) Ay madre que ya te queda menos!! Viva el minimacho! Ya me estoy viendo las historias que vendran a partir de Septiembre! Animo!
ResponderEliminarhttp://yoymisminiyos.blogspot.com/
jajajajaja, llámame lapsus, que es más corto.
ResponderEliminarO Mónica, que es como más familiar, jajaja
Besos aposta
Señorita bien acompañada por sus miniyós:
ResponderEliminarQué curioso me resulta verte por aquí, porque justo ahora estaba yo cotilleando en tu blog, nos hemos cruzado. Si fuésemos vecindonas, imagino que sería algo del estilo: tú llamándome por la ventana, "Maaariiii" y yo buscándote por tu casa, "Peeepiiii, que t'has dejao'l horno encendíooooo"...
Me alegro de que te hayas apuntado, yo me quedo por tu casa todavía un ratito más, que a cotilla no me gana (casi) nadie.
Besos tipo pus-pus, que para eso acabamos de conocernos,
Lady Vaga.
Querida Mónica:
ResponderEliminarPues así será, a partir de ahora;)
Besotes,
Lady Vaga.
jajaja, me he partido con tu comentario "maaaaariii!!" ;-)
ResponderEliminarMuchas gracias por incluirme en el blogroll! :-) Jo, cuanto honor, ahora sé porque no quepo en mi vaqueros... (vale como excusa?)
ResponderEliminarYupii! Enhorabuena. Eres libre! ... uuh... eso me provoca ansiedad... miedo! :D
ResponderEliminarEnhorabuena mi Lady, no cabe ninguna duda en que tu precioso Mini Macho y su estupenda Mamá harán que la Dra. Fistra y compañía se tengan que tragar su mala leche para septiembre.
ResponderEliminarA disfrutar del veranito y tomar fuerzas para un estupendo PVDC en casa.
Besitos
Lorena
(Por cierto, te he recomendado en mi foro y creo que ya he enganchado a alguna moza más, jeje)
Querida Drew, claro que vale como excusa. Además que no me creo que no quepas, por tu foto se ve que eres un pibón ;)
ResponderEliminarBesos castos (que te saco como diez años, calculo),
Lady Vaga.
Querida Guerrillera:
ResponderEliminarNo podrías estar más acertada, creo que voy a desarrollar agorafobia a raíz de este incidente... Menos mal que no trabajo repartiendo cartas ;)
Besos y rebesos,
Lady Vaga
Querida Lorena:
ResponderEliminarMuchas gracias por todos tus buenos deseos, la verdad es que leyendo tu mensaje me he sentido como cuando éramos pequeñas y se acercaba la fiesta fin de curso, con todo un verano de posibilidades por delante.
Ya me dirás qué foro es ése para que me pase yo a ejercer de cotilla (se me da genial) y a saludar cual diva estelar (esto se me da algo peor, pero todo es ponerse).
Besos estivales,
Lady Vaga.
Cuando quieras nosotras estaremos encantadas de recibirte en nuestra pequeña familia: http://darvida.foroespana.com/
ResponderEliminarBesotes
Lorena
Querida Lorena:
ResponderEliminarGracias por pasarme el enlace. Mi actividad "foril" va por rachas, pero ahora que estoy más activa me apetece un montón echarle un vistazo, así que contad con mi registro.
Besos de fin de semana,
Lady Vaga.