Queridas y queridos, sé que no debía, pero mi deber democrático me llamaba, así que me he saltado el reposo como una campeona para irme a la #acampadasol y ha sido una maravilla. Me habría arrepentido mucho de perdérmelo.
Sin querer, al ir pasando entre la gente, me interpuse entre la cámara de fotos de una chica y su modelo, así que salgo en toda la foto como una especie de presencia ectoplásmica que ni Iker Jiménez podría explicar. Me he disculpado amablemente por chafarle la foto (o por mejorarla, depende de con qué prisma lo miremos), nos hemos reído y le he dicho que soy la famosa Lady Vaga, por si quiere venderla al ¡Hola!... ¡Ingenua de mí, que no sabía entonces que había ya Planes de Parto Subversivos colgados por Sol y me lamentaba por no haber traído mi propia remesa para pegarlos por las paredes...!
Querida fotógrafa, si me lees, aprovecha y vende la exclusiva, una imagen de Lady Vaga embarazada de casi seis meses acompañada por Lord Muchomacho y O. G. fijo que vale un pastizal; y si aún no te da para retirarte con lo que le saques, guárdala y espera unos cuantos años. Te garantizo que, en el futuro, esa fotografía valdrá mi peso en oro.
Por lo demás, queridas y queridos, qué subidón, que ambiente tan bueno de alegría, ilusión, respeto (ni un empujón y eso que estaba lleno)... Gente de todas las edades y opiniones unidos por un elemento común: que estamos todos hartos de que nos mangoneen. Ha sido increíble.
Lord Muchomacho y O. G. debían de llamar la atención de las fotógrafas también, profesionales o amateur, puesto que una de ellas les ha hecho a bocajarro una foto con un pedazo de objetivo que me temo que se les podrán incluso contar los poros. Y es que un hombre tan alto y guapo como mi Muchomacho llevando en brazos a un chiquitín tan picaruelo como O. G. no es algo que se vea todos los días... Ahora añadidle a la despampanante Lady Vaga con barriga redondita de preñez y luciendo canalillo y ya sabéis por qué otro señor se ha dedicado a hacernos fotos mientras nosotros nos sacábamos algunas de recuerdo con el móvil en plan familiar.
Pues eso, que vengo muy contenta de haber estado allí y sólo me fastidia no poder quedarme más por el dichoso reposo. Reflexionad estos cinco minutos hasta medianoche y a la camita, que mañana toca cambiar el país.
Di que sí! que no sólo nos tienen que respetar el parto, también necesitamos educar a neustros hijos en un país en el que exista una democracia de verdad... yo creo que en la crianza respetuosa también entra un poco la revolución! y no es cierto que nosotras tenemos el poder de gestar al futuro de la mejora en nuestros vientres?
ResponderEliminarQuerida Diana:
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo contigo. La crianza respetuosa, con apego, es una forma también de cambiar el mundo; una revolución a medio-largo plazo, pero revolución al fin y al cabo.
"Gestar el futuro de la mejora en nuestros vientres", qué expresión tan bonita y poética, cargada de razón. Poco a poco, entre todos, lo conseguiremos.
Besos dominicales,
Lady Vaga.
Hola,
ResponderEliminarse que este mensaje te va a parecer soso, no se ni de lejos escribir tan bien como tú. Sólo quería comentarte sin animo de ofenderte ni cuestionarte ni nada por el estilo que yo tuve un caso parecido al tuyo. En mi caso, aunque yo nunca tuve ningún síntoma, todas las analíticas me daban infecciones de orina fortísimas (pero ni fiebre alta, ni dolores, los médicos no se lo explicaban). Al final son tantos meses con reposos, analíticas, etc, que acabas hasta el moño y más cuando tú no te notas nada. Bueno sólo quería comentarte que me daba pánico tomarme la medicina que me daban para la infeccion de orina galopante que tenía, pero me dijo el ginecólogo que tenía que tomármela porque con tantas infecciones de orina tan fuertes tenía riesgo de que la infección subiera a los riñones y la cosa se agravara muchísimo. En realidad todo me parecían tontunas, pájaros de mal agüero.
Mi niña nació a las 30 semanas por rotura de bolsa espontánea. Ser madre de un gran prematuro es durísimo, te culpabilizas mucho cuando ves a tu bebe luchando en la incubadora, no es algo para banalizar con ello. Los médicos se portaron genial conmigo, nunca jamás me han mencionado la infección de orina que tenía en ese momento, aunque sí que me habían mencionado antes mil veces que podría ser causa de parto prematuro (lo busqué por internet, menos de 10% de probabilidad así que me pareció una gilipollez ... y me tocó). Mi niña nació con 1145 gr de peso, aunque bajó a 900 gr a las 24 h. Estuvo 44 días ingresada en la UCI de Neonatos. Yo me pasaba 11 horas al día haciendo canguro con ella, haría por ella cualquier cosa, pero siempre pienso que debería haber empezado por seguir las recomendaciones de los médicos en lugar de preocuparme por "mis" prioridades: tener el embarazo que yo quería y el parto que yo quería.
No quiero asustarte ni nada por el estilo, sólo comentarte que yo tambien luché por tener el embarazo y el parto que quería pero el preció que pagué fue muy duro, sobretodo para mi hija. Nunca volvería a hacer algo parecido, sobretodo porque si mi niña no tuviera ahora 10 meses y estuviera conmigo jamás me habria perdonado anteponer mis convicciones a su seguridad.
Te deseo de corazón salud para tí y para tu bebé y que todo salga estupendamente.
Querida Sonia:
ResponderEliminarEn primer lugar, me alegro muchísimo de que tu nena saliese adelante, gracias a tus cuidados y a los de los médicos que la atendieron. Tu mensaje no me parece soso ni muchísimo menos, es más, leer historias con "final feliz" es una de las cosas que más me anima estos días, así que, de nuevo, gracias.
Te agradezco también tu preocupación (en serio); si el sábado "me escapé" fue porque, según la doctora que ahora me lleva en Alto Riesgo, yo debería estar ya incorporada a la vida normal e incluso trabajando. Ante tal disparidad de criterios entre la doctora que quería dejarme ingresada "sine die" y la que me dice que vaya haciendo vida normal, he intentado coger el término medio, descansando cuanto puedo pero dándome también algún paseo de vez en cuando para no volverme (aún más) loca.
Ten por seguro que jamás antepondría mis convicciones a la seguridad de mis hijos; si así fuese, no me habría pasado dos semanas castigada mirando al techo y con la vena enchufada al gotero (tú ya me entiendes, antibiótico non stop durante nueve días). No se me ocurrió pedir el alta voluntaria hasta que los indicativos de infección dieron todos normales.
Una vez más, gracias por tu mensaje y por compartir tu historia conmigo. No tengo ni la más mínima duda de que cada día del embarazo pensaste en tu hija y en su salud como lo haces ahora, así que, por favor, tampoco tú te mortifiques, puesto que de tu durísima experiencia otras madres podemos aprender y tomarte como ejemplo.
Besos grandes,
Lady Vaga.
Cachonda que eres...ya podrias haber ido un pelin mas lejos y aparecer en la carretera de Paracuellos...
ResponderEliminarQuerida cachonda, eso fue a las nueve de la noche, después de los dolores, cuando ya sabía oficialmente que no íbais a venir.
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