Sin ir más lejos, yo llevo dos noches soñando con Minimacho. Anteanoche, justo antes de cumplir la semana veinticuatro, soñé que moría. No recuerdo cómo lo supe, pero de pronto me llevaba la mano a la barriga y sabía, con ese tipo de certeza que sólo se da en los sueños, que mi Minimacho había decidido dejarme. Desperté completamente angustiada por aquel sueño cuyo recuerdo aciago se dedicó a amargarme el día de ayer.
Pero como mi cerebro me quiere mucho y sabe que dependo de él (y de las cerezas que han pasado a ser el elemento fundamental de mi dieta desde hace un par de semanas), anoche me envió otro mensaje onírico y me proyectó la película "Puedes parir a Minimacho", protagonizada, como no, por mi excelsa persona y por el susodicho Mini.
En el sueño estoy en pleno trabajo de parto, en mi casa, con Lord Muchomacho y nuestra comadrona. Ella me explora y dice que sigo de tres centímetros y que llevo no sé cuántas horas estancada, así que cree que lo mejor es irnos al hospital. En ese momento recuerdo nítidamente todo cuanto viví en mi primer parto: las broncas como si yo fuese una niña pequeña, la despersonalización, el miedo, el calor asfixiante de aquel box, las ironías de la comadreja comadrona y de la carnicera ginecóloga... Y no quiero ir; sé que si voy al hospital me harán otra cesárea y no creo que pueda soportarlo... Le suplico a mi comadrona que me dé media hora más, sólo media, y ella accede.
Hablo mentalmente con Minimacho, me acaricio la barriga, y le pido que me ayude. Le explico que aún tenemos unas cuantas horas por delante y que en casa estaremos más cómodos, que mamá no quiere ir todavía al hospital pero que lo hará si es imprescindible. Y Minimacho me escucha; lo sé porque soy su madre. Además, tiene toda una vida pendiente aquí fuera para ignorarme y desobedecerme, ¿y no es eso un magnífico aliciente para decidirse a nacer?
No me preguntéis cómo, porque es una de esas elipsis temporales que sólo suceden en los sueños y en algunas monumentales borracheras, pero lo siguiente que veo es que tengo ganas de empujar (aunque sólo ha pasado esa media hora de gracia, o quizá ni siquiera) y que entre mis piernas asoma, morenita y redonda, la cabeza de Minimacho. Noto su cuerpo resbalando a través del mío y las lágrimas mojándome la cara; la mano de Lord Muchomacho me acaricia el pelo y sonrío mientras lloro. Unos segundos después, los hombros de mi chicuelo se deslizan fuera de su primer apartamento y mi comadrona lo recoge para ponérmelo sobre el pecho.
Yo creo que el sueño de esta noche bien vale para anular el anterior, ¿no? Y lo mejor de todo es que, si la comadrona estaba en casa con nosotros, significa que en el sueño Minimacho se esperaba hasta su semanita, pacientemente y sin adelantarse...
Así que, queridas y queridos, Lady Vaga parirá y lo hará como una reina: bien acompañada y mejor asesorada, en su casa reconvertida en Bat-cueva para la ocasión y sin manos inoportunas que le hurguen los bajos. O no sería yo una diva.
Esos sueños puñeteros... desde luego, éste último sueño compensa el anterior.
ResponderEliminarEnhorabuena por llegar a la mítica semana 24 y por supuesto que parirás como una diva... porque tu lo vales!!!
Ayer estuve hasta las mil leyendo todo el blog, me encanta!
Querida Drew:
ResponderEliminarGracias por la visita y por tus buenos deseos. Me alegra que te guste el blog y en previsión de aves nocturnas como nosotras voy a crear un Vagakit antiojeras que nos devuelva una expresión fresca y juvenil como si hubiésemos dormido diez horas. No te mereces menos, querida mía.
Desde luego me gusta mucho más el segundo sueño...
ResponderEliminarYa estás en la semana 24, me alegro un montón, a seguir así para que minimacho pueda venir al mundo de la mejor forma posible.
Besos
Laurana
Como O. G. estaba trepando por encima de mí, pulsé "Publicar" demasiado rápido:
ResponderEliminarBesos oníricos,
Lady Vaga.
Querida Laurana:
ResponderEliminarA mí también me gusta más el segundo, hoy he despertado mucho más contenta, ¡sin comparación! Ahora, catorce semanitas más y liberamos a Minimacho ;)
Besos felices,
Lady Vaga.
Qué sueño tan precioso!! Claro que anula al primero ;)
ResponderEliminarTranquila, guapa, aquí estamos haciendo fuerza para que tengas ese parto tan respetado, esparado y feliz, así será.
Besotes
Como angustían algunos sueños y que liberadores son otros ¿verdad?
ResponderEliminarRecuerdo que de mi primera hija soñé que nacía por mi costado y yo sorprendida le decía ¿Antía que haces saliendo por ahí?, no salió por el costado pero tampoco por la vagina, salió por mi barriga, en parte el sueño se cumplió.
De mi niño soñé muchas veces que lo paría, jamás soñé que saliera por otro sitio, y aunque no fue un parto fácil él si salió por la vagina (obedeciendo sabiamente a su hermana que se lo repitió una y otra vez las últimas semanas)
¿Ya te deleita tu Minimacho con alguna patadita perceptible? un besazo para los dos
Lorena
Querida Lorena:
ResponderEliminar¡Qué curiosos tus sueños! Parece que hubiesen sido premonitorios, ¿verdad? Con O. G. una noche soñé que le paría en el portal de casa de mi madre, pero no se cumplió y también salió "por la vía alta".
En efecto, Minimacho patea y cocea cual caballito trotón; cualquiera diría que se está preparando un túnel por el que huir en plan "La gran evasión"...
Besos sesteantes,
Lady Vaga.
Querida Albertina:
ResponderEliminarGracias por tus buenos augurios y por tu visita, siempre bien recibida, a este mi humilde rincón. Te agradezco también que hagas fuerza ahora, ya la haré yo en septiembre para ayudar a salir al intrépido Minimacho.
Besos grandotes,
Lady Vaga.
Por supuesto que parirás a Minimacho! Y no lo harás como una diva, lo harás como una diosa y serás Lady Vaga, la Diosa que se come el mundo.
ResponderEliminarQué sueño tan bonito y energético... me encanta. ¿Sabes? los sueños son asociaciones irracionales de ideas, se suelen plasmar los miedos. Y ahora, como Minimacho y tú sois uno, tú plasmaste tus miedos en forma del primer sueño, y Minimacho se ocupó de traerte al redil, regalándote el segundo sueño... y si él lo tiene tan claro, por algo será.
Muchos besos llenos de luz blanca.
CLC
Querida CLC:
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo tu reflexión, es un punto de vista absolutamente mágico e inspirador. Me lo guardo para cuando me den esos bajones cíclicos que creo que son inevitables cuando has tenido un primer parto tan desastroso como fue el mío... Me he emocionado, qué tonta estoy estos días...
Besos místicos,
Lady Vaga.
Me quedo con el segundo sueño y el buen rollito que da... Minimacho nacerá feliz en su casa y cuando le toque, llorando por no poder dar más pataditas desde dentro. No pienses en la cesárea, piensa sólo en su cabecita morena saliendo por donde toca. Un abrazo gran diva,
ResponderEliminar(Marga)
Querida Marga:
ResponderEliminarQue así sea ;) No tengo nada más que añadir a tus preciosas palabras.
Besos somnolientos,
Lady Vaga.
A ver si te vas a despistar como yo y parir antes de que llegue la matrona :-) espero que tengas muchos más sueños como este último, que te dejan la sonrisa puesta durante todo el día. un beso, querida lady vaga.
ResponderEliminarQuerida Anónima:
ResponderEliminar¡Ojalá! Me gustaría muchísimo, ¿hay alguna lista o algo donde apuntarme para parir así? Lord Muchomacho siempre bromea con nuestra comadrona diciéndole que le encantaría pagarle "por no hacer nada": "tú vente con el papel amarillo, que mi mujer te espera con el niño en brazos"...
Besos de sábado,
Lady Vaga.